«Las secuelas neuropsicológicas y neuropsiquiátricas que acarrea en algunos pacientes se han conceptualizado como NeuroCovid-19», explica especialista.
Considerando cómo la pandemia ha afectado distintos ámbitos de la vida y la salud, incluyendo el cerebro, Gabriel Max Sepúlveda, psicólogo clínico y docente de Universidad de Las Américas, ha liderado un programa de evaluación e intervención sobre el NeuroCovid en el Centro de Psicoterapia y Neuropsicología Integral (CEPNI), con el propósito de analizar e investigar las secuelas que el Covid-19 puede generar en el cerebro.
“El virus causante del coronavirus logra afectar el sistema nervioso e incluso atacarlo directamente. Las secuelas neuropsicológicas y neuropsiquiátricas que acarrea en algunos pacientes se han conceptualizado como NeuroCovid-19. Se estima que alrededor de un 15% de las personas contagiadas con Covid-19 presentarán sintomatología neuropsicológica de distinta gravedad, por lo que se requiere implementar una evaluación especializada y oportuna”, explica el profesional.
En esta misma línea y en cuanto a las consecuencias que el coronavirus provoca a nivel de sistema nervioso, el docente comenta que “los efectos pueden ser bastante severos ya que se originan en procesos tanto degenerativos como inflamatorios del cerebro».
«El Covid puede desencadenar problemas circulatorios en el sistema nervioso central, incluyendo hemorragias u obstrucciones. Asimismo, es importante señalar que hay gran diversidad de síntomas, los cuales tienden a confundirse fácilmente con estrés, desmotivación, depresión y otros signos habituales en situación de pandemia, por lo que es urgente evaluar de manera especializada”, agrega.
El experto recomienda que los pacientes con Covid positivo, o sospecha de haberlo padecido, deberían cursar una evaluación neuropsicológica cuando hayan presentado los siguientes síntomas:
Finalmente, respecto al tratamiento para quienes presenten sintomatología neuropsicológica derivada del Covid-19, Gabriel Max Sepúlveda explica que “muchos pacientes piensan que, si existe algún problema psicológico de origen cerebral, este no tendría solución. Pero en realidad existen variantes terapéuticas y en rehabilitación neuropsicológica que podrían aportar de forma importante en la mitigación sintomática, la preservación de facultades, así como decididamente en la recuperación de los pacientes y en el mejoramiento de su calidad de vida».
En ese sentido destaca que «lo importante es actuar a tiempo e incorporar una visión interdisciplinaria, a través de la visión de neurólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales y revisión de neuroimágenes, ya que ninguna profesión o disciplina puede abordar por sí sola un problema clínico de esta magnitud”.