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Organizaciones de la sociedad civil presentan propuestas para incorporar el derecho a la vivienda en la nueva Constitución Social

Organizaciones de la sociedad civil presentan propuestas para incorporar el derecho a la vivienda en la nueva Constitución

Entre las propuestas elaboradas destacan la consagración de la función social y ecológica de la propiedad, así como la obligación del Estado de generar una legislación integral de vivienda para abordar el déficit habitacional.


A pocos días de que la Convención Constitucional inicie la discusión de fondo sobre los contenidos de la nueva Constitución, organizaciones de la sociedad civil presentaron una serie de propuestas concretas para la incorporación del derecho a una vivienda adecuada en la carta fundamental.

Principios constitucionales; reconocimiento del derecho a una vivienda adecuada; incorporación del derecho a vivir en un hábitat digno y en ciudades integradas; e institucionalidad son los 4 ejes que orientan las propuestas preparadas por Techo-Chile, Casa Abierta y la Iniciativa Global por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (GI-ESCR).

A pesar de su importancia en el derecho internacional de los derechos humanos, la vivienda no se encuentra reconocida expresamente como un derecho en la Constitución de 1980. En la práctica, esto implica que no existen herramientas judiciales o de política pública para garantizar el acceso de la población a una vivienda digna y adecuada.

Entre las nueve propuestas presentadas por estas organizaciones, destacan garantizar el derecho de todas las personas, sin distinción ni discriminación, a una vivienda adecuada; la consagración de la función social y ecológica de la propiedad; así como establecer el deber del Estado de desarrollar una legislación integral de vivienda para abordar el déficit habitacional.

Sebastián Bowen, director Ejecutivo de Techo-Chile indicó que “es necesario que la Constitución establezca la obligación de generar planes de regeneración e integración urbana que combatan directamente la segregación y la exclusión social que representa uno de los problemas más característicos de nuestras ciudades”.

“La contribución más importante de esta publicación es venir a desbancar el mito tan arraigado en la sociedad chilena de que no es posible consagrar el derecho a la vivienda en la Constitución. Es posible hacerlo y no podemos terminar este proceso constituyente, sin una consagración seria del derecho a la vivienda que significa ir bastante más allá de un artículo que diga que se reconoce el derecho a la vivienda digna”, planteó Magdalena Sepúlveda, directora ejecutiva de GI-ESCR y ex relatora especial de la ONU sobre derechos humanos y pobreza.

Para Celsa Durán, presidenta de la Agrupación Casa Abierta, “lo habitacional es un problema nacional, no solamente de los campamentos. Hay mucha gente que está arrendando, que vive de allegada, hacinada, que está viviendo con bastantes dificultades. Muchas han optado por la vía legal de un subsidio habitacional y a veces la gente se muere esperando la casa anhelada. Si nosotros hoy no nos hacemos presentes, esto va a seguir igual”.

La propuesta será entregada en los próximos días a los convencionales constituyentes como un insumo para la discusión en detalle sobre el contenido de los derechos que serán incluídos en la carta fundamental.La propuesta se encuentra disponible en https://ceschile.org/wp-content/uploads/2021/09/Propuestas-Constitucionales3.pdf

La situación de la vivienda en Chile

  • De acuerdo con el Catastro Nacional de Campamentos 2020-2021 realizado por Techo-Chile, es posible constatar que existen 81.643 familias habitando en 969 campamentos en Chile, lo que refleja un aumento de un 74% en comparación a las cifras arrojadas por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) en 2019, y con una población tres veces superior a la existente hace una década.
  • Adicionalmente, de acuerdo con la Encuesta Casen en Pandemia 2020, actualmente se requieren 438.113 viviendas nuevas para solucionar el déficit cuantitativo. Este mismo instrumento indica que existen 269.747 hogares en situación de allegamiento; 132.779 núcleos familiares que viven hacinados; y 35.587 viviendas irrecuperables[1].
  • Por su parte, las cifras nos demuestran que la “crisis de la vivienda” afecta especialmente a los sectores más vulnerables: los datos nos indican que más del 50% del déficit habitacional se concentra en los dos primeros quintiles (CASEN en Pandemia 2020).
  • Por otro lado, un estudio realizado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), detalla que el precio de las viviendas en Chile ha aumentado un 67,8 por ciento entre 2011 y 2019, periodo donde los ingresos de las familias aumentaron sólo un 24,7 por ciento. Asimismo, un informe publicado por Techo-Chile muestra que, si en 2012 una familia promedio del quintil de menores ingresos hubiese destinado todos sus ingresos del año para comprar una vivienda media en Santiago, habría demorado un poco más de 20 años en conseguirla. En el caso del 2020, si esa misma familia decidiera destinar todos sus ingresos del año para conseguir la misma vivienda, tardaría más de 50 años en lograrlo.
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