
Centella asiática: el ancestral antiage del oriente
En el siempre sorprendente mercado del skin care hay ingredientes que son verdaderos salvavidas, pero en el caso del K-Beauty hay uno casi milagroso, que favorece especialmente la cicatrización y ayuda a la piel en su hidratación y luminosidad.
Forma parte de la cosmética coreana desde tiempos ancestrales, pero en Occidente todavía se le relaciona más como ingrediente de suplementos alimenticios, y sus beneficios -en relación al cuidado profundo de la piel- son casi desconocidos.
Lo primero es conocer su origen: la centella asiática se extrae de la planta Gotu Kola, nativa del sur de Asia y que crece en lugares húmedos o pantanosos en países como Madagascar, India, Sri Lanka y China. También se le conoce como “la planta del tigre” porque, según la leyenda, los tigres de Bengala curaban sus heridas revolcándose sobre las plantas.
Sus propiedades son, básicamente, curativas y regeneradoras, y durante miles de años las antiguas civilizaciones utilizaban sus ungüentos para tratar heridas, picaduras, rojeces y distintas afecciones a la piel.
A ello se suman otras cualidades que la hacen un ingrediente clave del skin care asiático:
- Reparación: Como acelera el proceso de renovación celular, se utiliza para reparar pieles dañadas debido a su poder cicatrizante, perfecto para heridas, úlceras y marcas de acné.
- Antiinflamatoria y calmante: Su efecto es prácticamente inmediato, por lo que tiene excelentes resultados en pieles sensibles con tendencia a la psoriasis y eccemas.
- Mejora la firmeza y elasticidad: La centella asiática estimula la acción de los fibroblastos, que son los encargados de la síntesis de colágeno, por eso se utiliza como tratamiento antiage.
- Antioxidante: Es rica en aminoácidos y vitaminas A, C, B1 y B2, creando un verdadero escudo protector de radicales libres.
- Estimula la circulación sanguínea.
En Laboratorios Coréana incluyen la centella asiática en tres productos, que entregan beneficios a necesidades específicas, para hidratar y calmar la piel.
«Gracias a su gran contenido en derivados triterpénicos, la centella asiática aumenta la formación de fibroblastos e inhibe la fase inflamatoria de cicatrices hipertróficas y queloides, por lo que tiene gran capacidad de reparación de tejidos y heridas», explica Camila Arenas, brand specialist de Coréana Chile.