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1 de cada 10 chilenos padece diabetes: la importancia de mantener el control de esta patología Salud

1 de cada 10 chilenos padece diabetes: la importancia de mantener el control de esta patología

Según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, el 12,3% de la población del país tiene diabetes, equivalente a casi 2 millones de personas. Las consecuencias de un mal control conllevan una serie de complicaciones crónicas como la ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores, entre otros. 


La diabetes es una enfermedad crónica la cual se genera cuando el páncreas no produce insulina o cuando esta no es utilizada correctamente por el organismo. Si no es controlada, es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.

“La diabetes afecta directamente a la manera que el cuerpo utiliza la glucosa, la gran fuente de energía para las células. El páncreas secreta insulina a la sangre, este proceso permite que el azúcar (glucosa) ingrese a las células”, explica Eliana Reyes, nutrióloga y directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de los Andes.

Según la Federación Internacional de Diabetes, al 2021 habían 537 millones de adultos en el mundo con diabetes y, según la última Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, el 12,3% de la población del país tiene diabetes, lo que equivale a más de 2 millones de personas.

Esto significa que Chile tiene la mayor prevalencia de diabetes en América del Sur. Del total de personas con diabetes en el país, el 78,5% son diagnosticadas; de ellas, el 52,1% son tratadas, y el 34,4% cumple con el objetivo de control de glucosa en la sangre. Además, del total de pacientes, solo el 1,7% cumple también con los objetivos de control de la glucemia, presión arterial y colesterol.

Oriana Paiva, jefa de Endocrinología y Diabetes Hospital Regional de Concepción, explica que “una diabetes mal controlada conlleva complicaciones crónicas que se dividen en microvasculares y macrovasculares. Las primeras, consideran enfermedades como retinopatía, nefropatía y neuropatía; las segundas, enfermedades coronarias, enfermedades arteriales periférica y enfermedades cerebrovasculares».

Conociendo la enfermedad

Existen varios tipos diferentes de diabetes, los más conocidos son:

  • Diabetes tipo 1, puede iniciarse tempranamente en la infancia.
  • Diabetes tipo 2, es la más frecuente actualmente, y aparece en edad adulta y está relacionada con la obesidad y el sedentarismo.
  • Diabetes gestacional, es una complicación en el desarrollo de los embarazos y afecta a un 10% de los embarazos a nivel mundial.

Los principales síntomas de esta enfermedad son: aumento de la sed, micción frecuente, pérdida de peso, presencia de cetonas en la orina y fatiga, entre otros.

“Es importante destacar que en los casos de diabetes tipo 2 estos síntomas se presentan generalmente en su inicio o cuando se encuentran muy descompensados. En los pacientes con prediabetes, no se presentan estos síntomas. En el caso de la diabetes tipo 1 los síntomas de inicio o de descompensación se presentan en forma más aguda e intensa”, destaca Reyes.

“El tratamiento para diabetes tipo 1 implica el uso de insulina, ya que el organismo no la está produciendo. Por otra parte, el tratamiento de la diabetes tipo 2, implica cambios en el estilo de alimentación, control de los niveles de glucosa en la sangre y, en algunos casos, medicamentos recetados por los médicos tratantes”, añade la especialista.

En el caso de la diabetes gestacional, se debe controlar el nivel del azúcar en la sangre para evitar complicaciones en el desarrollo del feto y también durante el parto. Además, se debe seguir una dieta saludable y realizar actividad física.

Según explica la académica, existen una serie de factores que se deben tener en cuenta para disminuir las posibilidades de padecer diabetes. Entre ellos se encuentran factores de riesgo que incluyen el tabaquismo, el uso excesivo de alcohol, la historia familiar de diabetes, aunque los principales son la obesidad y el sedentarismo.

Por eso es necesario cuidar de la alimentación, evitar el exceso de alimentos ultraprocesados y azúcares refinados y se recomienda realizar deporte o actividad física al menos 2 o 3 veces a la semana.

Retomar controles de la enfermedad

En 2020, la crisis sanitaria por Covid-19 modificó varias rutinas que resultaron en un mayor sedentarismo, exceso de alimentos ultra procesados y postergación de los controles preventivos. Datos otorgados por el Ministerio de Salud, confirman que en pandemia se evidenció una importante caída de los controles de esta enfermedad en Chile, lo que se vio reflejado en la disminución de nuevas personas registradas en el Programa de Salud Cardiovascular del Ministerio de Salud.

En 2019, por ejemplo, ingresaron alrededor de 84 mil pacientes, mientras que, en 2020, solo lo hicieron 50 mil personas, lo que equivale a una diferencia de más de 30 mil ingresos.

Marcelo González, director Ejecutivo de Fundación Mi Diabetes, explica que la pandemia obligó a los pacientes a quedarse en casa y respetar las cuarentenas, por lo que dejaron de salir a atenderse y controlarse.

“Desgraciadamente, la diabetes mal controlada en sus primeras etapas no tiene manifestaciones inmediatas, entonces no había mucho de qué preocuparse. Eso significó que se dejaron de realizar los controles periódicos que, en el caso de una patología crónica como esta, son vitales: ningún día es igual a otro y eso implica estar realizando cambios en el tratamiento», asegura.

«Entonces la salud de algunos pacientes se comenzó a deteriorar, muchos probablemente abandonaron los tratamientos y el Covid se llevó la mayor tasa de atención. Además, hubo otros factores asociados al Covid-19 como el sedentarismo y la mala alimentación, que también influyeron en la calidad de vida de muchos pacientes», explica. 

La doctora Paiva advierte que “lo importante es mantener un control periódico para ir pesquisando de forma precoz la aparición de alguna complicación. Una persona que no tiene diabetes, pero que tiene factores de riesgo debería asistir a control una vez al año al menos, para realizarse exámenes preventivos».

«En el caso de una persona con una glicemia alterada, intolerancia a la glucosa o derechamente valores superiores a los 126 -que ya son diagnósticos de diabetes-, entonces debería ingresar al programa de enfermedad crónica para tener un control periódico», agrega.

Para la especialista, “los desafíos para nuestro país van enfocados principalmente en la educación en las edades tempranas de un estilo de vida saludable. Dado que Chile es un país que tiene alto porcentaje de sobrepeso y obesidad, en la medida que no trabajemos en eso, vamos a ver un aumento en los casos de diabetes cada vez mayor, que es lo que hemos estado viendo los últimos años”, finaliza la doctora.  

Por su parte, Marcelo González afirma que “tomando en cuenta los últimos datos que nos entregó el Mapa de la Junaeb, el que arroja que hay un 31% de escolares con obesidad, sin duda el primer paso es educar, desde la primera infancia, para la prevención».

«Pero no podemos olvidar que hay una población que ya está enferma, que está envejeciendo y de la cual hay que hacerse cargo. Es una población que, gracias a los avances de la medicina, está viviendo más años, pero con más comorbilidades. Entonces, si se invierte en mejores fármacos, el Estado ahorraría millones de dólares en tratar estas comorbilidades y, además, le devuelve calidad de vida y años útiles a los pacientes que padecen esta enfermedad”, sostiene.

Mantener los niveles de azúcar en rangos normales con la alimentación

Según explica Daniela Águila, nutricionista de Acalis, los tratamientos serán diferentes de acuerdo con el tipo de diabetes que tenga la persona. Sin embargo, se puede aplicar en la alimentación para los distintos pacientes:

1.- Al preparar pastas se tiene que tomar en cuenta que la forma en que se cocinen influirá en la velocidad de absorción de la comida. Lo recomendable es prepararlos al dente porque tienen un menor índice glicémico lo que contribuirá a un mejor control glicémico.

2.- Preferir productos integrales debido a que por su mayor contenido de fibra tiene un menor índice glicémico. Es por esto, que se debe preferir el pan integral, ya que posee un índice glicémico medio vs. el pan blanco que tiene un índice glicémico alto. 

3.- Lo mismo sucede con la fruta, la cual se debe preferir natural y con cáscara para obtener un mayor consumo de fibra en comparación con la fruta cocida o jugos naturales, los cuales se absorben con mayor velocidad y genera un alza en la glicemia más pronunciada.   

4.- Se debe tener en consideración que las ensaladas que se preparan a base de habas, choclo, arvejas o papas son categorizadas como alimentos altos en hidratos de carbono al igual que los cereales o pastas. Esto significa que se debe cuidar su porción cuando se consuman en conjunto ya que se puede consumir un exceso de estos lo que influirá en una mayor glicemia. Debido a lo anterior, es mejor preparar ensaladas de verduras tales como lechuga, repollo, zanahoria, entre otras. 

5.- Se recomienda leer siempre los ingredientes del producto que se compra ya que el azúcar puede estar presente con diferentes nombres, tal como glucosa, jarabe de fructosa, sacarosa, caramelo, miel, oligofructosa, entre otros.

6.- Hay que tener presente que un producto catalogado como light no es lo mismo que diet. Light hace referencia a un producto que es bajo en algún nutriente versus el tradicional, por ejemplo, bajo en azúcar, calóricas, grasas. Por otro lado, el producto diet hace referencia a que no contiene azúcar.

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