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¿Por qué algunas personas se deprimen durante las fiestas de diciembre? Salud

¿Por qué algunas personas se deprimen durante las fiestas de diciembre?

Ya sea con la llegada de alguna estación en particular, cerca o durante fiestas culturalmente familiares, como navidad o año nuevo, algunas personas se deprimen de manera ocasional en esos periodos. Tristeza sin razón aparente, desmotivación, pérdida de energía.  “Si ocurre dos años seguidos durante el mismo periodo podemos hablar de trastorno afectivo estacional y puede deberse a múltiples factores”, explicó una psicóloga. 


Baja de ánimo, pérdida de energía, anhedonia, estados vegetativos, dificultades para dormir, sintomatología depresiva en general. Si se experimentan algunos de estos síntomas durante un periodo particular del año al menos dos años consecutivos, se puede hablar de “trastorno depresivo estacional”.

Según lo explicado por la psicóloga María Elena Duarte, dentro de la clasificación clínica de los trastornos mentales, el Manual diagnóstico y estadístico DSM-5 reconoce el Trastorno Depresivo Estacional como un trastorno afectivo que tiene patrón estacional (aparece en cierta época del año) y está relacionado con la aparición de sintomatología depresiva.

“Estadísticamente tiene una aparición frecuente a finales del otoño, principios del invierno, hasta la aparición de la primavera, pero también hay personas que tienen esta sintomatología en otras épocas del año”, explicó. 

“Para hacer ese diagnóstico hay que, en los dos últimos años, haber tenido este patrón de comportamiento en un periodo determinado que no responda a otra situación, como por ejemplo factores gatillantes de estrés”, agregó.

La profesional aclaró que la sintomatología depresiva percibida durante las fiestas en el mes de diciembre puede tener otro origen “relacionado con gatillantes”. Dado que los fines de años son “términos de ciclo”, las personas suelen hacer revisiones de cómo fueron esos ciclos, se reconocen los desafíos, dificultades, los desarrollos, se revisan también los vínculos, el logro de objetivos y metas. 

“Muchas veces pasa que las situaciones que vamos analizando no las hacemos en relación a nosotros mismos sino que en función de un aspecto comparativo con otros, entonces suele ocurrir que hay personas que ven que no alcanzaron metas y logros que esperaban desarrollar y en una sociedad que estimula la competencia se pueden gatillar síntomas depresivos, sobre todo si me comparo con otras personas”, ilustró la profesional que cuenta con más de 24 años de experiencia clínica y educativa.

Por otro lado, diciembre es un mes en que “existe mucho cuestionamiento con el planteamiento del sentido más existencial” de cada persona, que tiene relación con preguntarse “cuál es el sentido de existir, cuál es el sentido que tuvo para mí este año, cuál es el sentido del próximo año”.

“Cuando aparecen este tipo de preguntas hay algunas personas que tienen una tendencia a funcionar más desde un patrón depresivo”, sostuvo Duarte. 

El cierre de año es, al mismo tiempo, una época de aparición de “muchos estresores” debido a que en lo laboral se finalizan procesos y se evalúan cumplimientos de metas, lo cual coincide además con “muchos gastos” debido al consumo que despiertan estas fechas. 

“Si dentro del orden y valores se ha situado el consumismo a nivel familiar, este también se puede volver un estresor importante cuando las personas sienten que no logran dar respuesta a las presiones familiares y económicas, además de laborales”, mencionó. 

Qué hacer y cómo acompañar respetuosamente a quienes lo viven

Para Duarte, la sintomatología depresiva siempre es importante de observar y evaluar “independiente del rango etáreo de las personas”, especialmente en niños y niñas pues según comentó, existen factores como “la baja de la serotonina”, la “alta producción de melatonina” o “dificultades en procesamiento de vitaminas”, que pueden incidir en infantes. 

“Siempre va a ser preocupante la sintomatología depresiva en estas fechas, por lo cual es importante analizar y buscar ayuda profesional para indagar en sus causas, a veces el estrés se da en toda la familia y si vemos niños que pierden energía, que las actividades no le generan placer, alegría, algo está pasando y estos cambios radicales no hay que normalizarlos, por el contrario: hay que atenderlos”, aclaró. 

¿Qué hacer si se observan situaciones como estas? Si durante las instancias de encuentro, tales como juntas de amigos y familiares notas alguna persona deprimida puedes acompañarla, y hacerlo de manera respetuosa requiere tener en cuenta ciertas consideraciones. 

“Una forma de acompañar respetuosamente es acoger y escuchar respetuosamente lo que le está pasando a la otra persona, socialmente se tiende a pensar que la persona se encuentra en ese estado por decisión y se tiende a minimizar su forma de estar y sentir en el  mundo, con comentarios como ‘ya va a pasar, arriba el animo’, como si la persona pudiera decidir cómo estar”, dijo.

Así, la escucha debe “ser amorosa” y validadora “de la emocionalidad del otro, de su ser y estar en el mundo”, detalló la psicóloga de la Universidad de Santiago. 

“De esta manera le damos cabida a la existencia del otro, no respondiendo a nuestra necesidad de querer ayudar”, cerró.

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