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Botas y botines para niños y niñas, ¿cómo acertar al elegirlos? Agenda País

Botas y botines para niños y niñas, ¿cómo acertar al elegirlos?

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Tomarse el tiempo para elegir las botas o los botines de las y los niños no es algo menor, porque eso puede incentivarles a jugar fuera y protegerlos de enfermedades relacionadas al frío y la humedad.


Dado que son de las opciones más recomendables en calzados para los pequeños, es importante saber cómo acertar al elegir botas y botines para niños de cara a esta temporada otoño/invierno.

Después de todo, los botines de niña y niño han sido siempre una de las primeras opciones a escoger por parte de madres y padres preocupados, para que soporten las altas temperaturas mientras realizan sus actividades diarias. Son variadas las ventajas de estos calzados cuando hace frío.

Existen diversas opciones en el mercado. Basta ver el catálogo de Falabella Chile para descubrir qué alternativas tienen algunas de las mejores marcas del sector.

Por eso las y los profesionales disponen de algunos tips para saber cuáles son las mejores ideas en botines de niña y niño, evitando los errores comunes y priorizando aquellas características que se consideren indispensables para su uso constante con el frío.

Errores comunes al seleccionar botas y botines

En cuanto a las equivocaciones que más se repiten por parte de las y los padres, hay tres que destacan.

Tallas incorrectas

Una talla de más o de menos puede provocar todo tipo de problemas a las y los menores que las utilizan. Desde incomodidad y malestar consigo mismo hasta cuestiones prácticas como golpes o caídas. Muchas veces, lamentablemente, las y los niños no son capaces de expresar los inconvenientes.

La mayor parte de las marcas de botas de niña y niño tienen varias tallas, por lo que revisar cuáles son sus medidas es el primer paso para evitar una mala selección que incida en su conducta. Claro, una talla de menos es también una pésima compra porque nunca podrá ponérselas, mientras que la talla de más supondrá esperar un poco hasta que finalmente pueda usarlas.

Tanto calzados grandes como pequeños son perjudiciales para la salud de sus pies, y pueden afectar negativamente su capacidad de responder a los estímulos externos. Tienes que asegurarte de que calcen perfectamente y sean ideales para caminar y para correr en cualquier superficie.

Calzado heredado

Otro error recurrente es intentar ahorrar dinero al heredar calzado de hermanos o hermanas mayores a menores. No todos los pies son iguales. Además ya estarán gastados y habrán adoptado una forma particular.

Es mejor fijarse en las botas de niña en oferta y botas de niño con descuento que insistir en la herencia. Lejos está esto de ser un complot de las zapaterías para vender más, sino que realmente puede causar daño a la movilidad de los menores, con problemas en la pisada o la planta.

Mala sujeción

La mayor parte de los niños no están con sus tutores todo el día, por lo que en alguna ocasión deben valerse por sí mismos. Eso los obliga a sujetar las botas o botines por su cuenta, y es conveniente que éstas tengan sistemas simples que no les dificulten la tarea. El sistema de cierre, junto a la altura, el tipo de suela y otros factores son imprescindibles para que se sienta cómodo y las manipule.

Recomendaciones para comprar botas y botines a las y los hijos

Considerando que el frío y la lluvia no pueden ser un impedimento para que disfruten las y los chicos. Por eso, para salir con ellos en esas jornadas nada mejor que un calzado apropiado al 100%.

Entre las virtudes de las botas y botines para niña y niño está el hecho de que mantienen sus pies calientes y libres de la humedad del exterior, ofreciéndoles confort independientemente de cuáles sean sus obligaciones a lo largo del día. Por su diseño, estos calzados suelen asegurar una pisada firme más allá de las condiciones del piso, y les brindan seguridad al moverse en todo momento.

Pero no todos son iguales, y si tienes que elegir un par de botas para tu hijo, debes tener en cuenta algunas cosas que pueden ser relevantes. Estas sugerencias te ayudarán a tomar la mejor decisión.

La talla, lo primero

Si el error principal al escoger un calzado infantil es una talla equivocada, hay que empezar allí. Tienes que buscar la talla correcta probando hasta que encuentres la que mejor le calza a sus pies. Puedes preguntarle cómo se siente; y recuerda, que tienes que hacer las pruebas con calcetines más bien gruesos, los mismos que va a usar durante el invierno. De nada sirve si son muy finos.

En pocas palabras, una talla demasiado amplia hará que el pie se deslice y pueda caerse o golpearse. Una talla demasiado ajustada hará que sufra de dolores o ampollas y tenga problemas para caminar.

Las tallas son distintas por marcas, y por eso no hay modo de ser más específicos en ese sentido. Hay que evaluar la talla por marca, y si se cambia de marca dar con la talla concreta de nuevo. Llevar una plantilla o medirla en casa si compras en Falabella por Internet puede ser útil.

El diseño, lo segundo

Por definición, las botas niña y niño, al igual que las de adulto, vienen de caña baja, media o alta. Tienes que analizar muy bien cuáles son las ventajas de cada una y pensar en función de qué tipo de outfits suelen utilizar. En los casos en los que estará expuesto a la lluvia, las botas de caña alta son lo correcto. Si en tu región no hace tanto frío, bien pueden ser bajas o medias.

Comprueba la sujeción

Dejarse llevar por los botines de niña en oferta no está nada mal, ya que puedes ahorrar dinero. Dicho esto, no puedes poner el ahorro en botines de niño por encima de su practicidad. Comprueba siempre que la calidad de la sujeción sea adecuada para llevarlos todo el día.

La suela de acuerdo a la necesidad

Ya que las botas son especialmente diseñadas para proteger a los pies del frío y del agua, y tienden a usarse cuando llueve o el piso está mojado, es trascendental que la base de éstas tenga un muy buen agarre aún en superficies con hielo o con nieve. La suela debe elegirse de acuerdo a la necesidad porque no son las mismas para todos. Es algo que no se puede olvidar durante este proceso.

Materiales transpirables

A su vez, las botas para niño y niña deben ser transpirables ya que están activos todo el día. Suponiendo que no lo sean, se corre el riesgo de que la humedad quede atrapada en sus pies.

Los materiales tienen que cuidar sus pies de las amenazas externas, pero también de las internas.

Luego, hay botas niño invierno que se venden como impermeables pero deben ser transpirables. Poco ayuda que el agua no penetre el calzado si la humedad de la transpiración no puede salir.

Flexibles

Como es obvio, las botas de niña y de niño tienen que adaptarse a ellos; no los pequeños al calzado. Por ende, deberían ser suficientes para jugar, saltar, correr y realizar cualquiera de sus actividades. Los calzados rígidos les darán la impresión de estar prisioneros y no se dispondrán a jugar.

En esas situaciones, lo más recomendable es pedirle a tu hijo que salte o que corra con los botines. Si puede hacerlo sin problemas en casa podrá hacerlo fuera de ella. Mira atento cómo responde dicho calzado a sus desplazamientos, y si cede dándole elasticidad o limita sus posibilidades.

¿Debe considerarse la edad del niño o la niña?

Ésta es una pregunta que vas a hacerte tarde o temprano en torno a la compra de botas para niña. Ahora bien, ¿debe ser considerada la edad de la pequeña o el pequeño en esta selección?

Los siguientes consejos pueden colaborar en la decisión definitiva sobre las mejores botas de niño. Son las sugerencias asociadas a la edad y cómo ésta tiene incidencia en el proceso de selección.

De 0 a 3 años de edad

Aunque hay encontradas opiniones con respecto a cuál es el momento ideal para comenzar a calzar a los bebés, si resides en ciudades frías o vas de vacaciones a una, tendrás que ponerles unas botas. Esto se vuelve vital si ya camina y tiene contacto con superficies que podrían estar casi heladas. Puedes buscar calzados algo más grandes y ponerle dos pares de calcetines en vez de uno.

Para los bebés que no caminan, los materiales tienen que ser más suaves que rígidos, con telas flexibles entre ellas la piel y la goma. Si ya caminan, deben tener una suela muy confiable.

De 3 a 6 años de edad

En esta etapa el pie crece velozmente y tienen que estar seguros de que el calzado no es ningún impedimento para nada de lo que quieran hacer. Presta atención a la talla y si aún le queda.

Puede hacer falta una plantilla que guíe al pie para que crezca como tiene que hacerlo.

De 6 años de edad en adelante

En esta edad se puede empezar a elegir el calzado conjuntamente con el menor, escuchándole más. Podrá decirte si se siente cómodo o no, o si preferiría que fuera de una forma o de otra diferente. Distintas son las instancias que se presentan para, entre padre e hijo, llegar a la mejor opción.

¿Cómo y dónde comprar botas y botines para chicos y chicas?

Si no sabes cómo y dónde comprar estos botines y botas niño, Internet puede ser tu mejor aliada. Portales como Falabella Chile cuentan con una inmensa variedad de calzados de invierno diseñados para los más pequeños de la casa, cada uno de ellos con unas características únicas.

Muchas de las mejores marcas de botas de niño aparecen dentro de este servicio, así que es cuestión solamente de establecer cuáles son los parámetros que se imponen a otros en el instante final.

Según la doctora Daniela Aguirre, traumatóloga infantil de Clínica Las Condes, de Santiago, “las y los padres deben privilegiar la comodidad de sus niños, por lo mismo, deben considerar que el calzado ideal tiene que ser con suela antideslizante, flexible y blando”.

Esta profesional afirma que la única parte que puede ser más rígida es el contrafuerte, para que dure más y resista mejor el uso continuo. Éste tiene la finalidad de estabilizar el tobillo al marchar, impidiendo lesiones graves o crónicas.

Tomarse el tiempo para elegir las botas o los botines de las y los niños no es algo menor, porque eso puede incentivarles a jugar fuera, combatiendo el mayor consumo de videojuegos que viene afectando a las infancias occidentales y representa un peligro en términos de aislamiento.

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