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Ciberseguridad se convierte en prioridad clave ante la transformación digital y nuevas amenazas Digital Créditos: Cedida

Ciberseguridad se convierte en prioridad clave ante la transformación digital y nuevas amenazas

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En Chile, la ciberseguridad dejó de ser un área técnica para convertirse en un eje estratégico. El avance digital ha elevado los riesgos, obligando a empresas —especialmente grandes— a reforzar sus defensas ante ataques cada vez más sofisticados y frecuentes.


En el contexto de la transformación digital, la ciberseguridad ya no es un complemento, sino un pilar fundamental para las organizaciones en Chile. Así lo demuestra el estudio “Digitalización de las Empresas en Chile”, elaborado por Entel, que revela un cambio en las prioridades corporativas: la protección de la información se ha posicionado por encima de la eficiencia operativa y la experiencia del cliente como principal preocupación en la agenda empresarial.

Este giro refleja una creciente conciencia sobre los riesgos digitales en un entorno cada vez más interconectado y expuesto a amenazas cibernéticas. En lugar de ser vista como una inversión secundaria, la ciberseguridad se consolida como un elemento clave para garantizar la continuidad del negocio y la confianza de los usuarios.

Un ciberataque es es cualquier intento malicioso de acceder, dañar, alterar, robar o destruir información digital o sistemas informáticos. Pueden estar dirigidos a individuos, empresas, gobiernos o infraestructuras críticas, y muchas veces tienen fines económicos, políticos o de espionaje.

“Hoy en día, cada vez más empresas iniciaron su camino hacia la transformación digital para operar de manera más eficiente, pero sin una estrategia clara de ciberseguridad, se expusieron a riesgos como filtraciones de datos, ataques de ransomware, daños reputacionales e incluso sanciones económicas bajo las nuevas regulaciones”, sostuvo César López, oficial de Seguridad de la Información y Ciberseguridad de Sermaluc.

Se debe destacar que, los ciberataques se producen por múltiples motivos, y aunque la tecnología evoluciona, las razones detrás de estos ataques suelen responder a intereses económicos, políticos, ideológicos o personales.

Es importante saber qué hacer en caso de un ciberataque ya que, un solo ataque de ransomware puede costar hasta 21.600 dólares, y en 2021 los pagos por este tipo de extorsión sumaron 600 millones de dólares. Casos como el del Hospital Clínic, donde se suspendieron cirugías, muestran el
impacto real de estas amenazas. Además de las pérdidas económicas, los ataques pueden acarrear sanciones legales bajo el RGPD y afectar gravemente la reputación empresarial.

Aunque un 93% de las grandes empresas en Chile asegura estar en etapas avanzadas de transformación digital, ese mismo proceso ha obligado a muchas de ellas a mirar con nuevos ojos la ciberseguridad. Son precisamente estas organizaciones —las más digitalizadas— las que han fortalecido sus estrategias de protección ante un entorno marcado por amenazas cibernéticas cada vez más sofisticadas y frecuentes.

El avance tecnológico, lejos de reducir los riesgos, ha elevado el nivel de exposición, haciendo que la seguridad digital ya no sea una opción, sino una necesidad crítica para la continuidad operativa.

Pymes en desventaja: brecha digital se acentúa por falta de recursos y capacitación

Pese al avance en la digitalización del tejido empresarial chileno, el informe también advierte sobre una realidad preocupante: la falta de recursos y de formación especializada sigue siendo una barrera importante, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. Solo un 31% de las pymes contempla instancias formales de capacitación para enfrentar los desafíos del entorno digital, lo que profundiza la brecha con respecto a las grandes compañías.

Este escenario deja en evidencia la necesidad urgente de fortalecer tanto las capacidades humanas como tecnológicas en ciberseguridad, si se quiere avanzar hacia una transformación digital más equitativa y resiliente.

“Antes de hablar de tecnologías específicas, entendimos que la primera línea de defensa en seguridad fueron los propios usuarios. Definir estrategias claras, capacitar a los equipos y luego integrar herramientas como Zero Trust, autenticación multifactor, encriptación de datos o inteligencia artificial, se volvió esencial para proteger la infraestructura empresarial de forma efectiva”, explicó López.

La ciberseguridad evoluciona: empresas deben adoptar un enfoque dinámico ante nuevas amenazas y regulaciones

La creciente sofisticación de los ciberataques ha transformado la manera en que las empresas enfrentan la seguridad digital. Ya no basta con medidas reactivas: el escenario actual exige un enfoque dinámico, preventivo y en constante evolución.

El auge de modelos de negocio basados en la nube, el teletrabajo y los entornos híbridos ha ampliado la superficie de ataque, obligando a las organizaciones a revisar y actualizar permanentemente sus políticas de seguridad. A esto se suman nuevas exigencias normativas, como las que impone la Ley 21.663 —conocida como Ley Marco de Ciberseguridad—, que establece estándares más estrictos para la protección de infraestructuras críticas y la gestión de incidentes.

En este contexto, la ciberseguridad ya no es un área técnica aislada, sino un componente transversal que debe integrarse a toda la estrategia empresarial.

“Uno de los grandes desafíos que visualizamos fue elevar el nivel de concientización en todos los niveles organizacionales. No solo los equipos de TI debieron conocer los riesgos; cada colaborador tuvo que actuar de manera segura para prevenir incidentes y proteger los sistemas, especialmente en ambientes híbridos y frente a nuevas normativas de ciberseguridad”, agregó López.

La ciberseguridad es fundamental hoy porque vivimos en un mundo cada vez más digitalizado, donde la información —personal, financiera, empresarial o gubernamental— circula y se almacena en entornos conectados.

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