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Diseñar en tiempos de inteligencia artificial Opinión www.freepik.es

Diseñar en tiempos de inteligencia artificial

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Patricio Zapata Graphisoft
Por : Patricio Zapata Graphisoft Gerente de éxito de clientes para Graphisoft Latinoamérica.
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El diseño arquitectónico atraviesa una transformación profunda, aunque no siempre visible a simple vista. Ya no se trata únicamente de crear espacios funcionales o bellos, sino de responder a un entorno crecientemente complejo, con normativas en constante evolución, demandas medioambientales urgentes y equipos multidisciplinarios que deben integrarse desde el primer boceto.

En este contexto, algunas propuestas recientes —como la estrategia de Design Intelligence de Graphisoft— no solo introducen nuevas herramientas, sino que invitan a repensar el rol del arquitecto en un ecosistema cada vez más interconectado. Lo interesante es cómo estas reflejan y responden a las tensiones actuales de la disciplina.

La IA —a menudo percibida como una amenaza para profesiones intelectuales— también puede entenderse como una aliada. Una que, bien utilizada, no reemplaza el juicio ni la creatividad, sino que ayuda a expandir sus posibilidades. Especialmente cuando se trata de enfrentar tareas repetitivas, mejorar la coordinación entre especialidades, o tomar decisiones críticas en etapas tempranas del proyecto.

Quien haya enfrentado una coordinación deficiente entre arquitectura e ingeniería en las fases finales de una obra sabe cuán costoso puede ser un error anticipable. Que hoy existan herramientas capaces de anticipar esas fricciones no es sólo un avance técnico: es una oportunidad para enfocar el proceso de diseño en lo que realmente importa.

Algunas plataformas ya están explorando este enfoque. En el caso de Archicad, por ejemplo, se han comenzado a integrar capacidades que permiten detectar interferencias entre especialidades desde etapas tempranas del proyecto. No se trata solo de eficiencia: se trata de liberar al arquitecto para que pueda volver a pensar, a explorar, a diseñar con intención.

Eso no significa que la tecnología por sí sola resolverá los desafíos estructurales de la industria. Pero sí puede aportar fluidez, liberar tiempo, y devolverle al arquitecto algo que muchas veces escasea: espacio para pensar, para explorar, para diseñar con intención.

La adopción de estas tecnologías no será homogénea. Muchas oficinas seguirán trabajando con metodologías híbridas o adaptándose según sus propios ritmos. Pero el rumbo parece claro: el diseño del futuro no dependerá solo del talento individual, sino también de la capacidad colectiva para colaborar, integrar saberes, y usar herramientas que estén a la altura de esa complejidad. En ese sentido, propuestas como las que ha planteado Graphisoft —más allá de sus herramientas específicas— apuntan a una transformación más profunda: la de concebir el diseño no solo como un acto creativo, sino como un proceso inteligente, compartido y estratégicamente guiado.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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