Los sistemas de comunicación inclusiva permiten reconocer y respetar las diversas formas de expresión, así como proporcionar los recursos y el apoyo necesarios para comunicarse de manera efectiva.
Según la Encuesta Nacional de Discapacidad y Dependencia (Endide) de 2022, en Chile, la población adulta mayor de 18 años con Trastorno del Espectro Autista asciende a 44.594 personas. En este contexto, es crucial reconocer y apoyar las diversas formas de expresión que existen, especialmente para quienes presentan rasgos del espectro autista.
Este es el llamado que realiza Jessica Bastías, directora del Diplomado en Habilidades Comunicativas en Estudiantes con Múltiples Desafíos en la Universidad San Sebastián (USS), ad portas del día internacional de concientización sobre el autismo, que se celebra este 2 de abril.
“Muchas veces damos por sentado que todos nos comunicamos de la misma manera, sin embargo, para las personas del espectro autista la comunicación puede manifestarse de manera distinta a la convencional. Dependiendo de sus necesidades individuales, algunospueden requerir sistemas de comunicación alternativos, como las señas o los Sistemas de Comunicación Aumentativos y Alternativos (CAA), que les permiten expresarse de manera efectiva a través de imágenes u otros medios”, expresa Jessica.
Sin embargo, muchos de los sistemas alternativos de comunicación son desconocidos para la mayoría de la población, lo que puede dificultar la interacción y validación de las personas con TEA en su entorno social y familiar. “Es fundamental abrir nuestra mente y respetar estas formas alternativas de expresión, permitiendo así que las personas con TEA puedan demostrar sus pensamientos, opiniones e intereses de manera plena y efectiva”, indica la académica.
La comunicación efectiva implica escuchar, comprender y validar al otro, un proceso que requiere apoyo adicional para las personas con TEA en muchas ocasiones.
“La inclusión comienza con el reconocimiento y la aceptación de las diferencias en la forma en que nos comunicamos. Al promover la comunicación inclusiva, contribuimos a construir una sociedad más comprensiva, empática y verdaderamente inclusiva para todos, donde cada individuo tiene la oportunidad de expresarse y ser comprendido en su totalidad”, concluye la docente.