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Revolución alimentaria: el desafío de producir proteínas alternativas para el futuro del planeta CONGRESO FUTURO

Revolución alimentaria: el desafío de producir proteínas alternativas para el futuro del planeta

Daniela Adonis
Por : Daniela Adonis Estudiante de Periodismo, Universidad Santo Tomás
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Un revolucionario producto creado por dióxido de carbono e hidrógeno busca modificar la manera en que se produce y consumen los alimentos, tanto en la tierra como en el espacio.


En medio de la revolución alimentaria, la innovación se está realizando más allá de las fronteras terrestres con un revolucionario producto creado por dióxido de carbono e hidrógeno.

Paralelamente existen desafíos alimentarios globales y se buscan proteínas alternativas cómo solución. Así lo determinaron dos científicos en el marco del Congreso Futuro 2024.

Proteína basada en dióxido de carbono e hidrógeno

La creación de conciencia en relación a la sostenibilidad alimentaria ha llevado a Solar Foods como un pionero y precursor de la producción de proteínas mediante un enfoque innovador y revolucionario.

Arttu Luukanen, científico espacial y vicepresidente senior de Espacio y Defensa, comentó sobre la posibilidad de revolucionar la alimentación por medio de este tipo de proteína que busca otorgar una nueva perspectiva en cuanto a la comida y sus propiedades.

Luukanen no solo aporta su experiencia en la industria espacial finlandesa, sino que también utiliza sus conocimientos como científico con un doctorado en Física Aplicada de la Universidad de Jyväskylä.

Solein, producido por Solar Foods, es un polvo amarillo que posee una mezcla de proteínas, fibras dietéticas, bolos y grasa, permitiendo que este producto sea una revolución en cuanto a su producción, dado que se aleja totalmente de la agricultura tradicional.

Mientras que las proteínas de consumo cotidiano dependen de cultivos agrícolas, este polvito amarillo se produce solo utilizando gases como el dióxido de carbono (CO2) y el hidrógeno (H2) como principales fuentes de alimentación. Este enfoque no solo rompe con la dependencia de la tierra agrícola, sino que también minimiza las emisiones de gases, marcando un hito en la sostenibilidad alimentaria.

La composición de Solein es igualmente interesante y a su vez impresionante, con un perfil aminoácido que se asemeja sorprendentemente al de la carne hervida. Este hecho, respaldado por aprobaciones regulatorias, posiciona este producto como una alternativa valiosa y nutritiva en comparación con otras proteínas vegetales.

Experiencia espacial

Sin embargo, la visión de Solar Foods va más allá de las fronteras terrestres. Luukanen, con su experiencia en la industria espacial, destaca la idoneidad de Solein para la producción de alimentos en naves espaciales y hábitat espacial. El proceso de biofermentación utiliza productos de desecho disponibles en el espacio, como CO2 y H2, para convertirlos en una fuente nutricional de proteínas. Este enfoque no solo proporciona alimentos para los astronautas, sino que también promete ahorrar agua de manera significativa, un recurso escaso en entornos espaciales.

La investigación continúa siendo una piedra angular de Solar Foods, con un enfoque en la biología sintética. Han lanzado el programa HypoCal, financiado por el Consejo de Innovación Europea, para modificar el ADN de bacterias naturalmente ocurridas y potencialmente expandir su gama de productos.

Con aprobaciones regulatorias en curso y asociaciones estratégicas con grandes fabricantes de alimentos, Solar Foods se prepara para expandir su impacto tanto en la Tierra como en el espacio. La producción de proteínas sostenibles y nutritivas puede convertirse en una solución integral para combatir el hambre, no solo en entornos de hambruna y sequía, sino también en misiones espaciales futuras.

En el umbral de un mañana alimentario sostenible, Arttu Luukanen ha trascendido las limitaciones convencionales, llevando la producción de proteínas desde la Tierra hasta el espacio exterior. Con esta innovadora propuesta para la creación de proteínas como emblema de sostenibilidad y revolución.

La visión audaz de Luukanen y su enfoque científico están allanando el camino hacia una era donde la creación y la innovación se entrelazan, no solo para nutrir a los habitantes de la Tierra, sino también para alimentar las futuras misiones espaciales. Un paso hacia adelante en la búsqueda de un sistema alimentario global que no solo sea consciente del medio ambiente, sino también capaz de trascender las barreras de nuestro planeta.

Los desafíos alimenticios del mañana

El científico especializado en ingredientes y experto en sistema coloidal en el Nestlé Research Center, Armand Roucher, presentó avances innovadores en el campo de las proteínas alternativas de origen no animal, destacando su potencial para revolucionar la industria alimentaria y abordar los desafíos globales relacionados con la producción de alimentos.

Durante su presentación llamada “Proteínas alternativas: superando desafíos y aprovechando oportunidades futuras”, puso hincapié en la creciente demanda de alimentos en un mundo con una población en constante crecimiento. Según las Naciones Unidas, el mundo tendrá 9,7 mil millones de personas para el año 2050. 

En ese escenario, las proteínas alternativas pueden ofrecer una solución eficiente y respetuosa con el medio ambiente, así como reducir la dependencia de fuentes de proteínas convencionales como la carne, una misión en la que Nestlé R&D Latam –el centro de investigación y desarrollo inaugurado por la compañía en Chile en 2022– busca ser un actor clave.

“Hacia el futuro podemos llenar nuestros platos con proteínas que sean buenas para nosotros y el medioambiente”, aseguró Armand Roucher. 

En particular, el científico presentó casos de estudio que demostraban la viabilidad de utilizar tecnologías avanzadas para producir proteínas de alta calidad de manera sostenible. Estos enfoques podrían no solo mejorar la seguridad alimentaria, sino también mitigar los impactos ambientales asociados con la agricultura convencional.

Un aspecto importante durante su presentación fue cuando el científico compartió los avances de investigaciones que exploran fuentes de proteínas no tradicionales. “Tenemos una gema escondida, no muy explotada y que se ha mantenido poco visible hasta el momento, que son las algas marinas”, aseguró.

Este ingrediente puede contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de agua y uso de la tierra, en comparación con fuentes de proteínas convencionales, además de poseer amplias propiedades nutricionales.

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