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Ecohorno y Ladrillo Panal: innovación que revoluciona la industria ladrillera y reduce emisiones Innovación Créditos: El Mostrador.

Ecohorno y Ladrillo Panal: innovación que revoluciona la industria ladrillera y reduce emisiones

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La industria ladrillera de Cauquenes da un paso histórico con el Ecohorno y el Ladrillo Panal UCM, desarrollos que mejoran la eficiencia, reducen emisiones y costos, y buscan modernizar la producción local pese a las barreras para su masificación.


La industria ladrillera local vive una transformación histórica con la llegada del “Ecohorno”, un sistema de cocción recientemente patentado que promete revolucionar el rubro. Esta innovación reduce en un 75% las emisiones de material particulado, marcando un hito en la producción sustentable de ladrillos y en la protección del medioambiente.

El proyecto, liderado por Juan Figueroa, investigador de la Universidad Católica del Maule (UCM), nació como una respuesta a las históricas demandas del sector ladrillero en Cauquenes. La iniciativa cuenta con el respaldo del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional, lo que ha permitido su desarrollo y proyección en la industria local.

“La iniciativa nace de una relación de confianza de más de una década con los ladrilleros de la zona”, explicó Figueroa, quien patentó el diseño industrial del Ecohorno en abril pasado ante INAPI. “Durante años fabricaban ladrillos de forma totalmente manual. La idea fue dar el paso hacia la tecnificación, respetando sus tradiciones y mejorando la calidad del producto”, agregó.

El Ecohorno es una estructura de hormigón armado con una cámara interna de ladrillo refractario capaz de alcanzar temperaturas de hasta 1.000°C. Fue diseñado y construido en el sector San Miguel de la comuna y destaca por su eficiencia energética y menor impacto ambiental. En pruebas comparativas realizadas en terreno, se cocieron ladrillos en paralelo en un Ecohorno y en un horno tradicional tipo chonchón. Los resultados, validados por una empresa externa, confirmaron una reducción del 75% en material particulado, junto con una disminución general en la emisión de gases contaminantes.

“El horno es como una olla a presión. Tiene una puerta de adobe especialmente diseñada para soportar las altas temperaturas, y una chimenea de casi 15 metros de altura por donde salen los gases. Además, el sistema cuenta con un serpentín subterráneo fabricado con ladrillo que regula la distribución del calor”” detalló el doctor en Ciencia de Materiales, quien ha obtenido un total de cuatro patentes, enfocadas en su mayoría en el desarrollo de ladrillos eficientes.

Innovación accesible que promete transformar la construcción

Otro de los proyectos impulsados por el académico de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería es el Ladrillo Panal UCM, un formato patentado que incorpora mejoras sustantivas en resistencia, eficiencia térmica y aislamiento acústico. Su principal valor radica en el innovador proceso de producción que lo diferencia de los ladrillos convencionales.

“El ladrillo pasa por una bomba de vacío que elimina las microburbujas, lo que lo hace más resistente. Además, gracias a la extrusora, podemos personalizar su diseño”, explicó su inventor.

En la actualidad, este ladrillo se produce a un costo cercano a los $580 por unidad, cifra considerablemente menor al valor del ladrillo convencional, que en el mercado supera los $790. “Eso lo hace competitivo y atractivo para constructoras y ferreterías”, agregó Figueroa.

Aunque los resultados han sido prometedores, el investigador admite que la implementación de estos proyectos enfrenta importantes barreras estructurales. “Corfo exige cofinanciamiento del 50%, y muchos ladrilleros no cuentan con boletas, facturas y tampoco iniciación de actividades, lo que complica el acceso a fondos. Aunque hubo conversaciones con autoridades para expandir la experiencia, éstas no prosperaron. Muchas veces, la buena voluntad no se traduce en acciones concretas. Aun así, seguimos adelante con el objetivo de crear en el futuro una Empresa de Base Tecnológica (EBT) que permita escalar la iniciativa”, concluyó.

Créditos: Cedida.

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