
Sequía mundial: riego tecnificado como una herramienta innovadora para el cuidado de cultivos y agua
Actualmente, el mundo vive en una preocupante situación de escasez de agua, convirtiéndose en una amenaza inminente para los cultivos y la agricultura. Es por eso que el riego tecnificado emerge como una alternativa innovadora para preservar los cultivos y recursos hídricos.
El preocupante aumento de la sequía en nuestro país y el mundo ha llevado a los expertos a monitorear y buscar maneras de administrar de manera precisa los recursos hídricos. Es por ello que, en medio de desafíos impulsados por el cambio climático, el uso eficiente del agua se vuelve cada vez más relevante, especialmente en la agricultura.
Nuestro país figura entre los 25 países expuestos a niveles extremos de estrés hídrico, utilizando más del 80% de su suministro de agua renovable. Es más, una breve sequía pone en riesgo el suministro de agua, obligando a las autoridades a tomar medidas drásticas frente a la situación crítica que se vive en la actualidad.
La agricultura, con el 60% de los cultivos de riego enfrentados a situaciones de estrés hídrico, se encuentra en una posición compleja y es por ello que Marco Quezada, gerente técnico de Dripsa, advierte que “para alimentar a los 10.000 millones de personas proyectadas para 2050, el mundo necesitará producir un 56% más de calorías alimentarias que en 2010″.
El riego tecnificado surge como una opción y también una solución para esta crisis hídrica que se vive en la actualidad. Esta técnica permite distribuir de manera precisa el agua, asegurando un uso óptimo y evitando desperdiciar de manera desproporcionada el agua que hoy por hoy está escaseando de manera crítica. Además, este tipo de riego permite mantener la salud a largo plazo de la tierra de cultivo, ayudando a prevenir la erosión.
El ejecutivo comenta que “las innovaciones tecnológicas juegan un papel crucial al mejorar la eficiencia del uso del agua en la agricultura”, siendo un “sistemas de riego precisos, con sensores de humedad del suelo, tecnologías de monitoreo y control, así como variedades de cultivos resistentes a la sequía”.
Este tipo de técnica podría ser fácilmente aplicada, según Quezada, en “cultivos como frutas, hortalizas y algunos cereales” pero, a pesar de ello, es enfático en señalar que, a pesar de existir cultivos más desafiantes, “todos los cultivos debiesen estar bajo sistemas tecnificados, ya que regar menos o regar demasiado tiene beneficios negativos en la producción”.
Señala que este tipo de tecnología es importante para la crisis hídrica actual, pero a su vez, también es importante el cambio en la gestión del agua y la concienciación del consumo responsable, enfatizando que “la tecnología permite el monitoreo y el control, pero finalmente la decisión y quien maneja la tecnología debe ser consciente y responsable en la programación de esta”.
Marco Quezada comenta que “Israel es un ejemplo notable de un país que ha logrado mitigar la escasez de agua mediante la adopción masiva de sistemas de riego eficientes, reciclaje de agua y tecnologías avanzadas para el uso agrícola”.
El profesional manifiesta que “la educación pública y la concientización son fundamentales para fomentar prácticas sostenibles en el uso del agua. Promover una comprensión de la importancia del agua, así como la adopción de prácticas responsables en su uso, puede llevar a una reducción significativa del estrés hídrico a nivel global” y es categórico al señalar que “abordar el estrés hídrico en la agricultura requiere una combinación de enfoques, incluyendo tecnologías eficientes, cambios en la gestión del agua, prácticas sostenibles y educación para el uso responsable del recurso hídrico”.
Como profesional, Quezada entrega algunas recomendaciones para poder tener una práctica de riego consciente y que ayude a evitar la crisis hídrica de nuestro país:
- Monitoreo y Programación: Utilizar sistemas de monitoreo para evaluar las necesidades hídricas de los cultivos y programar el riego en consecuencia.
- Tecnología Inteligente: Incorporar tecnologías avanzadas, como sensores de humedad del suelo y sistemas de riego automatizado, para optimizar la eficiencia del uso del agua.
- Cultivos Resistentes a la Sequía: Seleccionar y cultivar variedades que sean más resistentes a las condiciones de sequía, reduciendo la dependencia del riego excesivo.
- Reciclaje del Agua: Implementar sistemas de reciclaje y reutilización del agua residual para reducir la demanda de agua fresca.
- Capacitación y Concientización: Educar a los agricultores sobre la importancia de prácticas responsables de riego y fomentar la adopción de tecnologías sostenibles.
En última instancia, el desafío de la escasez hídrica demanda una respuesta integral. Desde la adopción de tecnologías avanzadas hasta cambios en la gestión del agua y la educación sobre su uso responsable, cada paso hacia la sostenibilidad contribuye significativamente. Con la implementación de prácticas conscientes y el aprovechamiento de la innovación, podemos enfrentar con determinación el estrés hídrico, garantizando así un futuro más resiliente para la agricultura y la conservación de nuestro preciado recurso: el agua.