
Subproductos de celulosa ayudan a mejorar la calidad de los suelos en el sur de Chile
Con soluciones circulares concretas, la industria avanza hacia su meta de cero residuos al año 2030
Frente al crecimiento constante de la demanda de productos y la generación de residuos que superan la capacidad de carga del planeta, la economía circular emerge como un modelo clave para utilizar los desechos como recursos de valor productivo, ambiental y social.
En este contexto, la industria forestal, una de las más relevantes en el sur de Chile, está adoptando nuevas estrategias para valorizar sus residuos y generar subproductos. Uno de los desarrollos más importantes es la utilización de desechos del proceso de celulosa para la producción de enmiendas alcalinas, insumos que están siendo utilizados con éxito para mejorar suelos agrícolas y forestales.
PHorest: innovación aplicada
El proceso de producción de celulosa genera residuos con un alto potencial de aprovechamiento, los que históricamente eran enviados a disposición final. Hoy, gracias a la investigación, el desarrollo tecnológico y la colaboración con otros sectores productivos, estos materiales están siendo valorizados mediante procesos controlados que permiten generar insumos útiles para otras actividades. Así nacen las denominadas materias primas de segunda generación: recursos que extienden el ciclo de vida de la producción y fortalecen una economía más circular y sostenible.
Uno de estos productos es PHorest, una enmienda alcalina que se utiliza para mejorar la estructura y fertilidad de la tierra, especialmente en zonas del sur de Chile donde predominan suelos ácidos.
Fernando Ramírez, investigador de Bioforest, el centro de innovación y desarrollo de Arauco, explica que esta enmienda se formula a partir de dos residuos no peligrosos: cenizas provenientes de calderas de biomasa y residuos sólidos generados en el proceso de caustificación.
“El producto final presenta un pH alcalino ideal para neutralizar suelos ácidos que limitan el desarrollo vegetal. Además, aporta nutrientes clave como calcio, magnesio y potasio, y reduce la saturación de aluminio”, señala el investigador.
Este producto ya se está utilizando como una alternativa más sostenible al tradicional carbonato de calcio, con beneficios comprobados tanto en productividad agrícola como en salud del suelo.
Economía circular
Para impulsar esta innovación a una escala mayor, Arauco ha desarrollado Centros de Valorización de Residuos (CVR). En estos espacios se procesan distintos tipos de residuos industriales para convertirlos en productos útiles, como sustratos orgánicos a partir de corteza de árboles y enmiendas para suelos.
José Ancalao, bioquímico del CVR de la Planta Celulosa Valdivia, destaca que estos centros permiten reducir significativamente el volumen de residuos enviados a disposición final, fomentando una economía circular efectiva.
“Los CVR hacen posible que residuos que antes eran un problema se conviertan en soluciones para la agricultura, otras industrias e incluso comunidades locales”, comenta Ancalao.
Nuevas soluciones
PHorest ya está siendo utilizado por agricultores de mediana y gran escala en la región de Los Ríos, quienes han incorporado este insumo como parte de sus estrategias para mejorar la calidad de los suelos y optimizar el rendimiento de sus cultivos.
Ariel Álvarez, fundador de Nutriciclos, ha sido un socio clave en facilitar la implementación del producto en terreno, colaborando en la capacitación de los productores locales. “Hemos visto una muy buena recepción, ya que este producto no es solo una mejora puntual, sino una herramienta con impacto positivo a largo plazo para la salud del suelo”, afirma.
Una gran meta
Estas iniciativas forman parte del compromiso de la compañía forestal con la sostenibilidad. La empresa se ha propuesto alcanzar la meta de cero residuos no peligrosos al año 2030, una transformación que involucra infraestructura especializada, innovación tecnológica y una cultura organizacional alineada con los desafíos ambientales globales.
Marianne Hermanns, gerenta de Medio Ambiente de la empresa, subraya que “la valorización de residuos no es solo una buena práctica, sino un cambio estructural en la forma de operar. Se trata de transformar los desafíos ambientales en soluciones con valor agregado”.
La ejecutiva enfatiza que esta visión no solo busca cerrar el ciclo productivo, sino también aprovechar cada residuo como una oportunidad de innovación, contribuyendo a la consolidación de una industria más eficiente y en sintonía con los desafíos del mundo.
Solución sostenible
La valorización de residuos del proceso de celulosa demuestra cómo es posible generar soluciones concretas y escalables desde la industria forestal. La enmienda alcalina PHorest representa una herramienta útil y sustentable para enfrentar los desafíos de la productividad agrícola, la degradación del suelo y el cambio climático.
Este enfoque, que combina ciencia, innovación y colaboración con el mundo agrícola, permite avanzar hacia una economía circular real, donde cada componente del proceso industrial encuentra un nuevo propósito.