Medioambiente
Bosques Tropicales para Siempre: proteger en vez de lucrar
Desde el Amazonas hasta el Congo, las selvas tropicales son ecosistemas vitales que son saqueados para dar paso a la minería o la agricultura. Pero un nuevo fondo forestal mundial quiere recompensar su conservación.
Una nueva iniciativa llamada Bosques Tropicales para Siempre, en inglés: Tropical Forests Forever Facility (TFFF), quiere cambiar las reglas del juego, al otorgar valor a la preservación de esos ecosistemas naturales tan importantes para el clima de nuestro planeta.
Esta iniciativa del Gobierno brasileño tiene como objetivo crear un fondo o mecanismo forestal mundiala través de contribuciones nacionales por un total de 25.000 millones de dólares (21.500 millones de euros), que se espera sean cuadruplicadas por inversores privados, elevando el total a 125.000 millones de dólares.
El plan presentado por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, consiste en invertir estos fondos en bonos de alto rendimiento, con los que los inversores recibirán una rentabilidad anual a tipo de interés fijo sobre los aproximadamente 4.000 millones de dólares de beneficio anual previsto. Tras el pago de los intereses a los inversores, el resto se distribuirá entre los países en desarrollo que se comprometan a preservar o restaurar sus selvas tropicales.
Estos fondos, que se abonan por hectárea, casi triplicarán la financiación actual disponible para la protección de los bosques tropicales. En algunos casos, podrían superar con creces la totalidad de los presupuestos nacionales destinados a los ministerios de medio ambiente y silvicultura.
Al lanzarse el TFFF en la cumbre climática de la ONU de noviembre, o COP30, que tendrá lugar en la ciudad brasileña de Belém, la puerta de entrada al Amazonas, se buscarán compromisos nacionales para el mecanismo.
“Sabemos que los bosques tropicales son una fuente de estabilidad climática porque retienen carbono y garantizan los ciclos del agua”, dice a DW Andre Aquino, asesor económico especial principal del Ministerio de Medio Ambiente de Brasil.
“Más del 80 por ciento de la biodiversidad terrestre del mundo se encuentra en los bosques tropicales”, agrega. Aquino dijo anteriormente que el TFFF busca remunerar ciertos servicios ecosistémicos vitales con un fondo estable, aislado de los ciclos políticos a corto plazo.
“Brasil ha presentado un mecanismo de financiación que se destinará a pagar por hectárea de bosque protegido, ya sea en Brasil, Congo, Indonesia o Malasia”, declara a DW la ministra brasileña de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva.
Un precio para los bosques en pie
Más de 70 países en desarrollo pueden optar a financiación. Además de Brasil, se han sumado Colombia, Ghana, la República Democrática del Congo, Indonesia y Malasia. Los países con potencial inversor abarcan desde Alemania hasta los Emiratos Árabes Unidos, Francia, Noruega, el Reino Unido y China.
“Por fin le estamos poniendo precio y atribuyendo valor a los bosques en pie”, comenta Claudio Angelo, jefe de comunicaciones del Observatorio del Clima, una red de 77 oenegés en Brasil. “Esto podría ser un punto de inflexión, porque cambia nuestra forma de pensar sobre el valor de los bosques”, declara a DW.
Para Natalie Unterstell, fundadora y presidenta de Talanoa, un grupo de expertos en política climática con sede en Río de Janeiro, el valor añadido del TFFF reside en que no promueve las compensaciones de carbono ni los planes de reforestación usados para compensar dichas emisiones. Y agrega que espera que los países hagan generosas donacionese al TFFF en la COP30 “para que se alcance el objetivo inicial de 25.000 millones de dólares lo antes posible”.
Pueblos indígenas y comunidades locales, clave en la conservación de especies
Los gobiernos nacionales que administran las selvas tropicales serán los principales beneficiarios de los pagos del TFFF, pero los pueblos originarios locales tendrán acceso directo al 20 por ciento de la financiación total para la protección de los bosques en virtud del acuerdo.
Los pueblos indígenas son los mejores guardianes de los bosques, lo que se traduce en una menor deforestación y menores emisiones de carbono en los ecosistemas que gestionan, según un informe de 2021 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FDPLA). En Brasil, la deforestación en territorios indígenas es 2,5 veces menor que en otras zonas, señala el informe.
Dario Durigan, viceministro de Finanzas brasileño encargado de supervisar la financiación del TFFF, confirma a DW que un “mínimo” del 20 por ciento de los recursos destinados a los países tropicales “irán directamente a las comunidades locales”.
Greenpeace describe al TFFF como un potencial “avance en la protección de las selvas”, pero también quiere asegurar que los fondos sean invertidos apropiadamente en una estrategia de conservación eficaz, y que cualquier deforestación y degradación forestal en curso sea monitoreada por expertos.
Syahrul Fitra, codirector del proyecto de soluciones forestales de Greenpeace Indonesia, declaró en un comunicado que confía en que la iniciativa pueda tener éxito si evita las “mismas trampas” de iniciativas anteriores que no lograron reducir la deforestación, la cual se duplicó a nivel mundial entre 2023 y 2024 debido a incendios provocados principalmente para despejar bosques tropicales para la agricultura.
Durigan recalcó que los países solo recibirán fondos del TFFF si muestran “resultados concretos”. A su juicio, el TFFF es novedoso porque, a diferencia de las subvenciones fragmentadas para la protección de los bosques nacionales, este fondo es un “instrumento permanente” fundado en la “cooperación multilateral” y una “inversión en el futuro de nuestros países”.