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Hoja de ruta para transformar la Educación Técnico Profesional: el desafío país que no puede esperar Opinión www.freepik.es

Hoja de ruta para transformar la Educación Técnico Profesional: el desafío país que no puede esperar

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J. Fernández Solar y J. Pakomio Torres
Por : J. Fernández Solar y J. Pakomio Torres Gerente general de Fundación Educacional Comeduc. Presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile.
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En plena época de cambios, Chile enfrenta un desafío impostergable del que todavía se habla poco: el fortalecimiento de su Educación Media Técnico Profesional (EMTP). No se trata solamente de modernizar liceos o actualizar currículums, sino de mirar la experiencia internacional que ha hecho de esta modalidad la base para enfrentar de manera transversal retos claves para el futuro de nuestras sociedades.

Países como Alemania, Australia o Canadá han logrado sortear exitosamente temas como la empleabilidad juvenil, competitividad salarial y desarrollo sostenible a través de un proyecto país que reconoce el valor de la educación TP como motor de movilidad social, desarrollo productivo y justicia educativa.

Es tiempo de que Chile cuente con una hoja de ruta para la EMTP. Y si bien la matrícula ha caído en la última década, hoy uno de cada tres jóvenes de la enseñanza media en Chile estudia en la Educación Técnica (37%), donde persisten brechas de aprendizaje, infraestructura, formación docente y continuidad de estudios. Chile no puede seguir improvisando el futuro de más de un tercio de sus estudiantes.

El llamado es al Estado y a los candidatos presidenciales para que lideren una política pública robusta y que habilite condiciones para la innovación local. Pero ¿qué implica esto? Avanzar hacia una Ley de Educación TP, asegurar el trabajo mancomunado entre el sector público y el privado, promover la profesionalización docente y fomentar la articulación con la educación superior. No es posible formar técnicos para el siglo XXI con tecnologías del siglo pasado y con currículums que no dialogan con la realidad del mercado laboral ni con la diversidad territorial del país.

Chile requiere técnicos con pensamiento crítico, habilidades digitales, conciencia ambiental y capacidades socioemocionales. Necesita, sobre todo, estudiantes que crean en su potencial y encuentren en la educación TP un camino legítimo hacia su desarrollo integral.

Hoy más que nunca, cuando el país busca retomar la senda del crecimiento, urge dejar de pensar la educación TP como una alternativa de segunda categoría. Los ejemplos internacionales nos confirman que no hay desarrollo posible sin una formación técnica robusta, esta no es posible sin una hoja de ruta compartida que contenga una apuesta política, técnica y ética por un país que cree en sus jóvenes y en su futuro.

¿Cuál es el proyecto país que tiene el Estado y los candidatos a la Presidencia para los más de 155 mil jóvenes, o para el 37% del total de estudiantes de 3° y 4° medio de todo el país? La respuesta lleva demasiado tiempo esperando.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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