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Aprendizaje dialógico: un modelo educativo que transforma comunidades educativas

Aprendizaje dialógico: un modelo educativo que transforma comunidades educativas

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Trixia Tapia
Por : Trixia Tapia Docente Universidad de La Serena y profesional del proyecto Comunidades de Aprendizaje Dialógico
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En 2016 llegó a Chile una metodología poco convencional para la época, pero altamente efectiva para fomentar el diálogo dentro de las comunidades educativas. Comenzó en la Región Metropolitana y se extendió a la Región de Coquimbo, donde ha sido implementada en 56 escuelas durante estos nueve años.

El aprendizaje dialógico es un modelo pedagógico capaz de mejorar la calidad educativa, promover la participación de la comunidad escolar y fomentar la equidad en el aula. Este enfoque ha demostrado ser efectivo creando espacios donde estudiantes, familias, docentes y miembros de la comunidad se involucran activamente en el proceso educativo.

Escuelas como Carlos Condell, de Caleta Los Hornos; Colegio Japón; Colegio Hellen Keller Peñuelas, en la comuna de La Serena; y el Colegio Juan Rendic, de Vicuña, entre muchas otras de la Región de Coquimbo, son ejemplos emblemáticos que han incorporado desde sus inicios estrategias pedagógicas innovadoras, tales como los grupos interactivos, formación de familiares, biblioteca tutorada, y las tertulias literarias dialógicas entre otras. Estas prácticas impulsan un aprendizaje colaborativo que trasciende el aula y reúne a toda la comunidad escolar en torno a la construcción colectiva del conocimiento.

Estos enfoques educativos permiten la participación de toda la comunidad estudiantil, padres, apoderados, adultos mayores y estudiantes universitarios, quienes actúan como mediadores en el aprendizaje. A través de actividades estructuradas se genera una reflexión conjunta sobre textos literarios, problemáticas escolares y sociales, y la resolución colaborativa de desafíos educativos, entre otras. De esta forma, el aprendizaje dialógico no sólo mejora los resultados académicos, sino que también fortalece la convivencia escolar, genera mayor cohesión social y reduce las desigualdades en el acceso a una educación de calidad.

Lo que comenzó como una iniciativa local, desarrollada en algunas escuelas específicas, ha logrado expandirse progresivamente, consolidándose como una herramienta esencial para la transformación educativa en diversas localidades y debería extenderse también a nivel nacional. En este proceso, el aprendizaje dialógico se ha instalado como una práctica innovadora que aporta a la equidad y a la participación comunitaria en el ámbito escolar.

Tiene sus raíces en el viejo continente, específicamente en España, donde fue desarrollado por el Centro de Investigación en Teorías y Prácticas Superadoras de Desigualdades Sociales (CREA) de la Universidad de Barcelona. Y es una propuesta educativa centrada en la construcción colectiva del conocimiento a través del diálogo igualitario. Se diferencia de otras metodologías porque no se basa en la transmisión unidireccional del saber, sino en la interacción entre todas las voces presentes en el proceso educativo. Aquí, la inteligencia cultural y las experiencias de todos los participantes estudiantes, docentes, familias y comunidad son valoradas por igual, lo que permite una transformación profunda de los aprendizajes y de la convivencia escolar.

Su validez y eficacia han sido respaldadas por investigaciones científicas rigurosas, entre las cuales destaca el proyecto europeo Includ-ED (2006-2011), financiado por la Unión Europea. Esta investigación coordinada por CREA-UB involucró a 14 entidades de distintos países y demostró que el aprendizaje dialógico es una estrategia clave para superar desigualdades educativas en contextos socioeconómicos vulnerables, mejorando tanto los resultados académicos como la inclusión social.

En países como España, Italia y el Reino Unido, la metodología ha transformado la enseñanza tradicional, promoviendo entornos donde la solidaridad, el respeto mutuo y la igualdad de oportunidades son ejes centrales. Los modelos de grupos interactivos y tertulias literarias dialógicas se han consolidado como actuaciones educativas de éxito que aumentan el vocabulario, mejoran la comprensión lectora y fomentan el pensamiento crítico, además de contribuir a la construcción de un clima escolar basado en la escucha activa y la convivencia pacífica.

Impulsado por su éxito en Europa, hoy el proyecto está presente en diferentes países de América Latina: Brasil, Argentina, Chile, México, Perú y Colombia, gracias al impulso de Natura e Instituto Natura, junto con una amplia red de aliados locales. En Chile, y en particular en la Región de Coquimbo, numerosas escuelas públicas y privadas han implementado estas prácticas desde hace varios años, con resultados alentadores en la mejora del aprendizaje, la participación comunitaria y la convivencia escolar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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