
Frío extremo y mascotas: cómo detectar si tu perro está sufriendo con las bajas temperaturas
El invierno golpea con fuerza y también afecta a los animales. El frío, la humedad y los cambios bruscos de temperatura pueden alterar el comportamiento y la salud de los perros. Detectar señales a tiempo y saber cómo actuar es clave para proteger su bienestar.
Con la llegada del invierno, el escenario cambia drásticamente para nuestras mascotas. El frío extremo, los cambios de temperatura, la humedad no solo favorecen la aparición de agentes infecciosos, sino que también pueden agravar enfermedades crónicas.
El frío puede afectar el comportamiento y la salud de los perros, aunque a menudo estos cambios pasan desapercibidos. Si bien algunas razas son más vulnerables, todos los perros necesitan protección contra las bajas temperaturas. Detectar a tiempo las señales y saber cómo actuar es clave para prevenir complicaciones.
El frío también afecta a perros
Las bajas temperaturas impactan a los animales domésticos de diversas maneras. Interpretar su lenguaje corporal y estar atentos a ciertas señales es fundamental para detectar si el frío está afectando su bienestar.
Beatriz Zapata, presidenta nacional del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), explica que hay que estar alerta a ciertas señales que permiten identificar si un perro tiene frío o no. “Ver como se acuesta, si se acuesta acurrucado por ejemplo. Si trata de buscar lugares más cálidos, por ejemplo, una sombra, una manta, si empieza a buscar un lugar que tiene una temperatura más alta. Esa es otra señal de frío. También pueden esconderse. Pueden empezar a buscar lugares que no son habituales en la casa tratando de buscar también un lugar más calentito y se pueden esconder en los rincones de la casa”.
Asimismo, la experta advierte que el frío puede retraer a los regalones de la casa. “Están mucho más inactivos, tienden a guardar la temperatura. Ellos reducen mucho su actividad y pueden parecer más retraídos”.
Temblores o escalofríos son algunas de las señales más evidentes de que un animal está sufriendo por el frío. Según advierte la organización británica Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA), esta reacción fisiológica es común en perros de razas pequeñas o de pelaje corto.
Edad, tipo de pelaje y humedad
Además, Zapata explica que la edad de los perros influye en la capacidad que tienen los canes al momento de tolerar el frío. La experta detalla que la capacidad que tienen para adaptarse a los cambios de temperatura es más baja cuando son cachorros y gerontes.
La tolerancia al frío no es igual en todos los perros. Aquellos de pelaje corto, menor tamaño, patas pequeñas o con poca grasa corporal suelen ser más sensibles a las bajas temperaturas. En cambio, las razas de pelo largo o adaptadas a climas fríos presentan mayor resistencia, aunque una exposición prolongada también puede afectarlas.
Por otro lado, es importante tener ojo con la humedad. Desde el Colmevet, explican que es importante mantener a nuestros animales secos, ya sea cuando salen al patio o vuelven de un paseo. Evaluar si su pelaje está húmedo o mojado, sobre todo en las patas y partes bajas del cuerpo, que son las zonas más sensibles (abdomen, pecho y axilas).
“Una forma de dar abrigo son con las capas, uno debe ir observando a los perros porque los perros tienen una capacidad natural de producir calor, pero claro los perros que tienen pelo corto pueden sentir frío y es ahí donde estas capitas sirven. Hay que tener precaución de que no se humedezcan porque si la capa se humedece hay un riesgo de, no solo enfermarse, sino que también se ponen incómodos”, concluye la experta.