
“Mi Primera Vez”: la campaña que alerta sobre el uso precoz de pantallas en niños y niñas
En pleno mes de la infancia, la campaña “Mi Primera Vez” invita a reflexionar sobre el creciente acceso a pantallas en niños cada vez más pequeños. A través de un mensaje claro y directo, busca empoderar a padres y cuidadores en el acompañamiento digital temprano.
En un mundo hiperconectado, las pantallas se han transformado en compañeras constantes de la infancia. Teléfonos, tablets, televisores y computadores forman parte del paisaje cotidiano de miles de niñas y niños en Chile, incluso desde sus primeros años de vida. Sin embargo, lo que puede parecer inofensivo a primera vista es parte de un fenómeno creciente: la inmersión digital cada vez más temprana en la infancia, muchas veces sin supervisión y con consecuencias que impactan su salud y desarrollo emocional y cognitivo.
En respuesta a este aumento, Fundación Viento Sur lanzó la campaña “Mi Primera Vez”. El lanzamiento se realizó en agosto, el mes dedicado a los niños, para sensibilizar sobre este problema y promover una reflexión adulta sobre el rol del acompañamiento consciente.
Con el lema “No aprendió esto de ti, lo aprendió en internet”, la campaña destaca que muchos menores acceden a dispositivos con conexión sin contexto ni límites, a edades cada vez menores.
Acceso digital cada vez más temprano
Las cifras preocupan. Según datos de UNICEF (2023), el 67% de los niños entre 5 y 12 años ya tiene su propio celular o tablet. Por su parte, la Subtel (2022) señala que el tiempo promedio que pasan frente a una pantalla supera las 4 horas diarias en ese mismo rango etario. Esto, en un periodo del desarrollo donde el cerebro infantil necesita movimiento, juego libre, vínculos seguros y exploración del entorno físico y emocional.
Lucy Ana Avilés, presidenta del directorio de Fundación Viento Sur, señala que “esta campaña no busca demonizar la tecnología, sino invitar a las familias a reconectar con lo esencial: el juego, la presencia, el vínculo. Porque ningún dispositivo puede reemplazar la mirada, la atención ni el cariño de un adulto”.
Y es que, como alertan expertos en desarrollo infantil, la exposición prolongada a pantallas en edades tempranas se asocia a problemas de sueño, dificultades en el lenguaje, déficit en habilidades sociales y aumento de la ansiedad. Además, el contenido digital no siempre es apropiado, y muchas veces se consume sin acompañamiento, en momentos donde lo emocional y lo cognitivo aún se están formando.
El rol de los adultos
Los expertos coinciden en que el problema no es la tecnología en sí, sino la falta de acompañamiento, límites y mediación adulta. El juego libre, la interacción cara a cara y el vínculo emocional sostenido son fundamentales para el desarrollo infantil.
En un mundo digitalmente acelerado, donde las pantallas funcionan como herramienta de entretención, de regulación emocional y muchas veces también de “respiro” para los adultos, reconectar con lo esencial implica cambiar prioridades.
“Queremos que esta campaña conecte con el amor, no con la culpa. Celebrar a los niños también es decirles ‘sí al juego, sí al movimiento, sí al cuidado’. Y eso parte por nosotros, los adultos”, concluye Avilés.