

Una mirada provocadora al iPhone 5
En una analogía con la industria automotriz, hace seis años el iPhone fue como el nuevo buque insignia de BMW o Porsche. Hoy es el Toyota Camry. Seguro, confiable, aburrido. El auto que conduce tu mamá. El producto que es tan popular que su fabricante no se atreve a modificar su fórmula.
El Apple también se ha convertido en un imitador en el mercado de tabletas. Jobs una vez dijo que la pantalla del iPad, de poco más de 24 centímetros, era el tamaño ideal, que las más pequeñas no tenían sentido. Pero Android ha tenido éxito con tabletas de pantallas de menos de 18 centímetros, como el Kindle Fire de Amazon y el Nexus 7 de Google. Lo que ha llevado a que Apple anunciará, supuestamente, una versión pequeña del iPad en octubre. ¡Pensando diferente!
¿Qué más se puede criticar?
La aplicación de voz Siri todavía no sirve y la comentada TV de Apple no existe, ya que las compañías de televisión no permitirán que Apple les quite su negocio.
La última campaña de avisos publicitarios fue tan cuestionada que Apple las tuvo que retirar de YouTube. El nuevo encargado de ventas presentó un plan para reducir personal y aumentar las ganancias, pero se tuvo que retractar cuando le indicaron que era una idea estúpida.
Su gran «victoria» de US$1.000 millones sobre Samsung, en la guerra de las patentes, hizo parecer que Apple era abusadora, al mismo tiempo que alertó lo bueno que son los productos de la gigante surcoreana.
El mes pasado, el Samsung Galaxy S3, con su gigante pantalla de 12cm, superó en ventas al iPhone 4S en Estados Unidos, siendo la primera vez que un teléfono inteligente de cualquier marca vende más unidades que el iPhone en EE.UU..
Apple ha llegado donde está luego de tomar muchos riesgos. Pero ahora se ha convertido en una compañía que imita y apuesta por lo seguro.
La que una vez fue dirigida por un visionario ahora está bajo las riendas de un director ejecutivo obsesionado por los números, Tim Cook, de quien se dice que ha ganado su fama por manejar una eficiente cadena de abastecimiento y lograr obtener el costo más bajo de los subcontratistas asiáticos y proveedores de partes.
En una analogía con la industria automotriz, hace seis años el iPhone fue como el nuevo buque insignia de BMW o Porsche. Hoy es el Toyota Camry. Seguro, confiable, aburrido. El auto que conduce tu mamá. El producto que es tan popular que su fabricante no se atreve a modificar su fórmula.
Apple parece menos interesada en deslumbrar a la gente que en seguir exprimiendo los beneficios de sus actuales productos. En esto Cook lo está haciendo maravillosamente bien.
La ventas siguen en auge y alcanzarán los US$150.000 millones este año, con ganancias netas de un 30%. Son cifras increíbles en cualquier negocio, pero son como un milagro cuando estás vendiendo un producto electrónico.
Apple tiene más de US$100.000 millones en efectivo. Su valor en el mercado de US$632.000 millones la convierte en la compañía más grande del mundo, más que cualquiera en la historia de EE.UU.
Esa es una gran noticia para sus accionistas. Pero la gente ¿a quién le importa? En término de productos, Apple se ha convertido en una cosa que nunca debió serlo: aburrida.
En algún lugar, allá arriba, puedo escuchar a Steve gritando.