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Rector UNAB dice que plantel fue excluido de la gratuidad y niega tajantemente lucro de Laureate Educación

Rector UNAB dice que plantel fue excluido de la gratuidad y niega tajantemente lucro de Laureate

El académico José Rodríguez negó que la casa de estudios esté cerrada al diálogo con los estudiantes para abordar estas materias, por lo que rechazó las medidas de presión por parte de los alumnos que se tomaron varias sedes en la capital.


El rector de la Universidad Andrés Bello (UNAB), José Rodríguez, afirmó que la casa de estudios superiores está abierta al diálogo con los estudiantes para abordar las inquietudes de éstos frente al hecho que el plantel  no se sumara a la gratuidad por la vía de la Glosa Presupuestaria, como sí lo hicieron otras universidades privadas, y también para dar cuenta de todos los antecedentes que, enfatizó, dejan de manifiesto la inexistencia de lucro tanto de la  UNAB como de su grupo controlador, Laureate.

Por lo anterior, Rodríguez consideró inncesarias las tomas que han protagonizado alumnos en varias sedes en la capital. El tema lo abordó en la siguiente entrevista, donde además de manifestar que su labor es garantizar que los 45 mil estudiantes de distintas carreras puedan asistir normalmente a clases, puso énfasis en que  los resultados de todas la indagatorias que han llevado a cabo tanto la Fiscalía como el Servicio de Impuestos Internos no han podido determinar que se haya cometido delito tributario alguno, por lo que atribuyó los cuestionamientos al intento de algunos de interpretar la ley a su anotojo, lo que a su juicio es «nocivo para el sistema y para el país».

– Los estudiantes de la UNAB se han tomado una serie de edificios de la sede de Santiago ¿cuál es el estado y cómo evalúa esta movilización estudiantil?

Efectivamente, de forma irregular los estudiantes se han tomado cinco edificios en el Campus República, el Campus Bellavista, Antonio Varas y Los Leones. Esta situación se ha dado sólo en algunos campus en Santiago, ya que las sedes de Viña y Concepción no se han sumado a este tipo de actos, tampoco los otros dos campus que tenemos en la Región Metropolitana.

En lo que a mí respecta, y como ha sido un actuar constante de la universidad, creo que los estudiantes tienen todo el derecho de manifestarse, reflexionar y generar posturas que contribuyan a mejorar el sistema educativo en Chile y eventualmente la gestión universitaria. Lo que rechazamos ampliamente es que estos principios sean utilizados como excusa para tomarse edificios e impedir el ingreso a clases del resto de los estudiantes.

– Ellos dicen que ustedes se han cerrado al diálogo…
– Eso no es efectivo. Nos hemos reunido durante estos días con representantes de algunas carreras, tanto de Santiago como de Concepción. Además, tanto los decanos como los directores de Campus se han acercado a los estudiantes en toma para hacerles ver que el diálogo está abierto, siempre y cuando terminen con las medidas de fuerza que lo único que hacen es poner barreras para una conversación sana y con altura de miras.

Aquí quiero ser claro. Yo tengo una larga historia como académico y rector de instituciones de educación superior. Siempre me he caracterizado por proponer diálogos francos y abiertos y es lo que he impulsado también en la universidad. Creo sinceramente que los estudiantes deben ser parte del debate y deben dar a conocer sus posturas, pero ello jamás debe terminar por afectar y perjudicar a la institución que ellos libremente eligieron para estudiar.

Incluso, hemos visto casos en República, Los Leones y Antonio Varas donde los propios estudiantes se han manifestado en contra de las tomas y, a pesar de ello, quienes quieren ejercer presión de esta manera, han procedido a tomarse los edificios en contra de esas decisiones.

Aquí se trata de formas, de institucionalidad y de protocolos. UNAB se debe a sus 45 mil estudiantes, a todos ellos. Nuestro compromiso fue entregarles una educación de calidad y vamos a hacer respetar el derecho de todos de asistir a clases.

– Los estudiantes condicionan la salida de los edificios tomados a una mesa de diálogo vinculante.
– Acá existen procesos y protocolos y no me parece aceptable que si se va a reflexionar y dialogar existan previamente condiciones impuestas por una de las partes. Yo me comprometo a recibirlos y conversar los puntos que ellos plantean, pero no voy a dar una respuesta teniendo nuestros edificios tomados y menos aún si consideramos que ha habido daños en algunos de ellos.

– Parte de lo que reclaman los alumnos es no haber entrado a la gratuidad ¿son ustedes contrarios a esta política?
– Aquí la Universidad no es contraria a ninguna política que vaya en beneficio de sus estudiantes y creo que se han confundido hechos y conceptos. Primero que todo, por la naturaleza jurídica de su controlador, la universidad fue excluida por el gobierno de la política de gratuidad. Aquí no se nos dio la opción de entrar. El año pasado en más de una oportunidad planteé públicamente que esta discriminación a los estudiantes me parecía inaceptable.
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Teniendo ello en cuenta como primer punto, quiero decirle que la glosa tal cual estaba planteada tenía una serie de defectos que limitaban la autonomía institucional, además de dejar a las universidades con déficit financieros imposibles de mantener en el largo plazo. Con el tamaño que tiene UNAB, ese déficit hubiese sido realmente difícil de soportar.

La opinión pública ha podido observar que las universidades que entraron a la gratuidad se han quejado de tener déficit financiero, lo que confirma que nuestro temor era válido.

Sinceramente me parece que una política que vaya en ayuda de los estudiantes no puede afectar a las instituciones, ya que si éstas pierden su autonomía, ven limitada su sostenibilidad en el largo plazo y terminan por limitar la innovación y la calidad de sus procesos, serán finalmente los mismos estudiantes los afectados.

– ¿Lucra UNAB?
– Este tema ha estado en la palestra durante bastante tiempo. Creo que lo hemos repetido en más de una oportunidad y creo también que ha hecho mucho daño a esta universidad y al sistema privado en general. Pero lo voy a dejar en claro de nuevo: ni la UNAB lucra ni Laureate lucra con la UNAB. Hemos respetado la Ley y lo seguiremos haciendo. Nos han investigado, nos han pedido información por todas partes, hemos entregado todo lo que se nos ha solicitado e incluso más, y las investigaciones que han concluido, lo han hecho de forma favorable para la UNAB.

El SII en agosto del año pasado cerró su investigación concluyendo que no había diferencias de impuestos en dicha causa, es decir, UNAB no cometió delito tributario alguno.

Esta entidad revisó los contratos entre UNAB y sus entidades relacionadas, solicitando todos los antecedentes que respaldaran que los servicios contemplados en dichos contratos eran reales, pertinentes y a precios de mercado. Fueron en varias oportunidades a revisar in situ la existencia de dichos servicios educacionales a la propia universidad, revisaron sistemas, laboratorios, etc.

El Mineduc, a comienzos de 2016, también sobreseyó la investigación abierta un año antes por temas de infraestructura en el Campus Bellavista, argumentando que cumplíamos con los estándares. A ello se suma que la Fiscalía lleva casi 4 años investigando el tema y no ha habido pronunciamiento alguno.

[cita tipo=»destaque»]»Lo voy a dejar en claro de nuevo: ni la UNAB lucra ni Laureate lucra con la UNAB. Hemos respetado la Ley y lo seguiremos haciendo».[/cita]

Aquí no hay dos lecturas. No podemos interpretar la Ley como queramos. Aquí la Ley se cumple o no. Creo nocivo para el sistema y para el país que cada uno interprete la Ley como quiera y que se sienta con la libertad de acusar a instituciones de delitos que los mismos organismos competentes han descartado o no han podido comprobar porque, al menos en el caso de UNAB, no existen. Yo mismo hace uno años le dije a un ministro de Educación que era fundamental la creación de una Superintendencia de Educación Superior que fiscalice y que dé certezas. Desgraciadamente ha pasado el tiempo y seguimos especulando sobre interpretaciones de la Ley, sin que haya una entidad que termine con ello.

– Teniendo lo anterior en cuenta, ¿cuál cree que ha sido el aporte de Laureate para la UNAB?
– Aquí se ha tendido un manto de dudas respecto de rol de Laureate y cómo opera en Chile, lo que considero extremadamente injusto. Yo llegué a UNAB hace dos años y me he sorprendido gratamente del profesionalismo y nivel de expertise de esta red educacional y cómo, a través de la institucionalidad vigente y de los programas y servicios que provee a la institución, la ha hecho desarrollarse hasta llegar a transformarla en lo que es hoy: una de las universidades más importantes del país y, no nos olvidemos, la primera preferencia de los alumnos agrupados en el Sistema Único de Admisión.

La UNAB en 2003 era otra universidad y jamás sería lo que es hoy sin el respaldo de esta red.

– Concretamente ¿a qué se refiere?
– Quiero poner algunos ejemplos que son necesarios para contextualizar mi respuesta: En 2003 la universidad tenía 15 proyectos Fondecyt vigentes, mientras que hoy tiene 154 vigentes, 3 Fondap,  un anillo de Investigación, 3 institutos Milenio y 3 Núcleo Milenio vigentes. Eso es labor de nuestros docentes e investigadores, pero en gran parte también de la decisión estratégica de la universidad y su controlador de invertir en investigar y de dar todas las facilidades para impulsarlo. Ni siquiera tenemos 30 años de existencia y ya estamos dentro de las 5 universidades más importantes de Chile en materia de investigación científica (más de 2 mil 600 publicaciones ISI a abril de 2016). De hecho, en 2014 y 2015 la UNAB generó más publicaciones que 15 de las 16 universidades estatales.

Si en 2003 UNAB fue una de las primeras universidades privadas en someterse al proceso de acreditación institucional, hoy la Universidad está acreditada y re acreditada en las áreas de docencia de pregrado y gestión institucional, en investigación y vinculación con el medio. A ello se suma la acreditación otorgada por la Middle States Commission on Higher Education, una de las agencias acreditadoras de calidad más importantes de Estados Unidos.

Hemos ampliado y mejorado nuestra oferta de postgrados, más que duplicando nuestros programas de doctorado y generando oportunidades a miles de estudiantes que se veían excluidos de ingresar al sistema por trabajar durante el día. Esa decisión estratégica y todo el soporte de nuestros programas Advance tienen mucho que ver con la visión y la decisión de Laureate.

Podemos ver hoy también la calidad de nuestros profesores. Más del 70% de nuestros académicos planta tiene posgrados, mientras que en 2003 sólo el 34% los tenía. Abrimos una sede nueva en Concepción y así podría seguir mencionando muchos aspectos más.

En el fondo lo que quiero dejar claro es que aquí la Universidad no ha navegado sola y ha tenido un respaldo enorme de una red global de instituciones de educación superior (Laureate International Universities) que ha aportado integralmente en todas las áreas. Yo no me canso de decirlo y creo que hay un gran perjuicio que impide que muchos vean las cosas como son o quieran derechamente, no verlas.

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