
Enfermedades transmitidas por alimentos: causas y recomendaciones a tener en cuenta
Cada año se enferman en el mundo alrededor de 600 millones de personas por consumir alimentos contaminados (1 de cada 10 habitantes), y 420 mil mueren por la misma causa, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
En el periodo de verano aumentan los casos de Enfermedades Transmitidas por los Alimentos (ETAs), y uno de los factores más preponderantes es el aumento de las temperaturas, junto a las malas prácticas de manipulación. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se enferman 1 de cada 10 habitantes en el mundo por consumir alimentos contaminados, y 420 mil mueren por esta misma razón.
Según explica la académica de Nutrición y Dietética USS, Camila Garrote, el consumo de alimentos contaminados en el verano se explica particularmente porque “es muy común romper la cadena de frío en viajes largos, salidas a la playa, picnic entre otros, debido a que exponemos a altas temperaturas a los alimentos como carnes, lácteos (yogurt, leche, queso), mayonesa, huevos, alimentos preparados (sándwich) favoreciendo la multiplicación de bacterias patógenas”.
En esta misma línea, agregó que “la forma correcta de almacenamiento y traslado es de 0-5°C en un refrigerador o en un recipiente adecuado como un cooler para cuidar nuestra salud, manteniendo temperaturas adecuadas. Asimismo, en estas fechas el consumo de preparaciones como pescado crudo en “ceviche” o carne molida en los “crudos” significan un alto riesgo para la salud de los consumidores”
Los cuadros clínicos que se pueden observar con mayor frecuencia cuando se ha consumido un alimento contaminado se asocian principalmente a sintomatología gastrointestinal como diarreas y vómitos, así como también en algunos casos se puede presentar fiebre, malestar general y deshidratación, según comentó también la nutricionista USS.
Como solución a este problema existen distintas recomendaciones y precauciones a considerar desde el área de la salud. Asimismo, es importante reforzar las medidas de higiene tomando en consideración las 5 claves de la Inocuidad alimentaria recomendadas por la OMS; lavarse las manos con agua y jabón y desinfectar superficies, separar los alimentos crudos de los cocinados, cocinar completamente los alimentos (70°C), usar agua y materias primas seguras, y mantener los alimentos a temperaturas seguras.
Cuidado de la carne
Con la llegada del verano y las vacaciones, son muchos los que buscan panoramas al aire libre, aprovechar las noches para celebrar y realizar juntas con familia o amigos, siendo un clásico prender la parrilla y comer un buen asado. Esto, sin embargo, requiere de una cuidadosa manipulación de la carne y mantener medidas de resguardo para evitar consumirla en mal estado.
Ante esto, desde Doña Carne destacan tres señales clave para identificar si la carne se conservó de la manera adecuada y mantuvo su cadena de frío, que es lo fundamental para evitar molestias estomacales.
“La carne debe tener aroma fresco o neutro, de color rojo o rosa dependiendo del corte, y la textura debe ser consistente. Si la carne no presenta estas características, su olor es desagradable, el color es más oscuro, ya estaría en proceso descomposición y se debe desechar”, indica Álvaro Martínez, gerente comercial de la cadena carnicera.
En cuanto a las carnes envasadas, se aconseja prestar especial atención a la información en las etiquetas. La normativa de etiquetado debe incluir recomendaciones de conservación, fecha de vencimiento y detalles sobre el lugar de procesamiento y envasado, asegurándose de que sea un establecimiento autorizado por las autoridades sanitarias.
Respecto al descongelamiento, destacan la importancia de seguir medidas adecuadas para evitar la descomposición. Martínez agrega que “es común dejar el trozo de carne fuera del congelador por horas antes de cocinarlo, pero esto es un error. El procedimiento ideal es bajarla del freezer al refrigerador entre 10 y 20 horas antes de cocinarla -dependiendo del corte- así se mantiene un descongelamiento progresivo pero sin perder la cadena de frío”.
Con esta información sencilla, pero clave, se puede evitar intoxicaciones peligrosas y enfermedades estomacales en medio de una de las fechas más esperadas por los chilenos, sus vacaciones.