
Cómo cuidar la salud cerebral en el trabajo: claves en el Día Mundial del Cerebro
En el Día Mundial del Cerebro, especialistas llaman a priorizar el bienestar mental en los espacios laborales. Dormir bien, evitar la multitarea y hacer pausas activas son algunas de las claves para proteger la salud cognitiva.
En un mundo laboral cada vez más exigente y competitivo, el rendimiento sostenido ya no depende únicamente del esfuerzo, la motivación o la experiencia técnica, sino también del cuidado de uno de los recursos más valiosos y a menudo olvidado: el cerebro. Este órgano, responsable de funciones esenciales como la toma de decisiones, la concentración, la creatividad y la planificación, enfrenta cada día altos niveles de estrés, sobrecarga digital y falta de descanso.
En el marco del Día Mundial del Cerebro, que se conmemora cada 22 de julio, desde Grupo Cetep hacen un llamado urgente a las empresas y líderes organizacionales a incorporar la salud cerebral como una prioridad estratégica. Proteger el bienestar cognitivo no solo mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también impacta directamente en la productividad, el clima laboral y la sostenibilidad de los equipos en el tiempo.
“Hoy sabemos que el estrés, la hiperconexión y la falta de sueño afectan directamente las funciones ejecutivas del cerebro. Pero también sabemos qué hacer para protegerlo. Cuidar la mente en el trabajo es posible, necesario y urgente”, afirma Susana Romero psicóloga de Grupo Cetep.
El cuidado cerebral como estrategia organizacional
Datos recientes del asistente virtual MHAITE, desarrollado por Grupo Cetep, revelan que 4 de cada 10 trabajadores evaluados en distintas organizaciones han sido derivados a atención psicológica, un 63% siente que no duerme lo suficiente para alcanzar el buen descanso, un 60% percibe que no se alimenta de forma saludable, un 63% dedica menos de 75 minutos a la semana para realizar actividad física.
En ese contexto, las organizaciones que promueven culturas que protegen la salud cerebral no solo mejoran el bienestar de sus equipos, sino que también fortalecen su capacidad de innovación, adaptación y liderazgo.
“Cuidar el cerebro no es un beneficio adicional. Es una inversión estratégica que impacta directamente en el compromiso, la eficiencia y el futuro de la organización”, señala Romero.
Recomendaciones para la promoción de la salud cerebral en el trabajo
- ● Menos interrupciones, más descanso mental: Disminuir las reuniones innecesarias y permitir bloques de trabajo sin interrupciones ayuda a reducir la fatiga mental y favorece la concentración.
- ● Dormir bien es trabajar mejor: Dormir menos de seis horas afecta la toma de decisiones y la regulación emocional. Las empresas pueden promover el buen dormir con campañas internas de higiene del sueño y horarios laborales que respeten los ritmos de descanso.
- ● Fomentar la atención plena:La multitarea agota el cerebro. Capacitar en técnicas de foco sostenido y mindfulness mejora el rendimiento, reduce errores y previene el agotamiento.
- ● Incluir pausas activas y microdescansos: El cerebro necesita recuperarse durante la jornada. Descansos breves cada 90 minutos aumentan la productividad y reducen el estrés.
- ● Nutrir cuerpo y mente: Una alimentación rica en omega-3, magnesio y antioxidantes, junto a 30 minutos diarios de movimiento físico, favorecen la memoria, el ánimo y la claridad mental.
Bienestar cognitivo: una meta posible y necesaria
Promover ambientes laborales que favorezcan el descanso, la concentración y la salud integral no es un lujo, sino una necesidad urgente. Apostar por el bienestar cerebral de los equipos impacta directamente en la productividad, la innovación y el clima laboral. Las organizaciones que entienden esto no solo cuidan a sus colaboradores, sino que también construyen culturas sostenibles, resilientes y alineadas con los desafíos del futuro del trabajo.
Lograrlo implica una transformación cultural que va más allá de medidas aisladas. Requiere liderazgo consciente, políticas internas coherentes y un compromiso real con la salud mental. Porque cuando se protege el cerebro, se protege también el corazón de toda organización: las personas que la hacen posible.