
Cáncer en Chile: la carrera desigual que estamos perdiendo
En Chile, seis de cada diez diagnósticos de cáncer llegan tarde. Es como si en una carrera, más de la mitad de los corredores partiera varios pasos atrás: la enfermedad comienza con ventaja y los pacientes en desventaja. Lo paradójico es que, en una época donde podemos seguir en tiempo real cada paso de un maratonista, seguimos perdiendo contra una enfermedad que, detectada a tiempo, puede ser vencida.
Más del 60% de los pacientes con cáncer de pulmón, gástrico, renal y de vejiga es diagnosticado en etapas avanzadas, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar el 30%. El cáncer gástrico es el caso más crítico: se detecta tarde en más del 90% y la sobrevida a cinco años llega solo al 10%. El de pulmón causa más de 3.900 muertes anuales, la mayoría diagnosticados cuando la carrera ya está perdida. En cáncer renal, apenas uno de cada diez accede a inmunoterapia, tratamiento que impulsa al propio sistema inmunitario a reconocer y atacar las células cancerosas, mientras que en el cáncer de vejiga apenas un 25% recibe estas terapias innovadoras.
En esta carrera desigual, no solo importa el punto de partida, también el equipamiento. Solo entre un 20% y un 30% de los pacientes accede oportunamente a inmunoterapias o terapias dirigidas. Un avance ha sido la actualización de las guías GES, que ya incorporan inmunoterapia en cáncer de vejiga, renal, gástrico, colorrectal y linfoma de Hodgkin. Sin embargo, la Sociedad Europea de Oncología Médica recomienda extenderlas a todos los cánceres y con coberturas superiores al 80% por su impacto en sobrevida y calidad de vida. Hoy en Chile corremos una maratón con un calzado que nos dificulta el camino.
La desigualdad territorial añade otra dimensión. Antofagasta, la región con mayor mortalidad por cáncer de pulmón, esperó más de cuatro años para contar con una Unidad de Medicina Nuclear y el primer PET CT público entre Arica y Santiago. La buena noticia es que este examen, que en el sistema privado supera el millón de pesos, ahora será gratuito para usuarios Fonasa. Es un paso que permite que más pacientes dejen atrás los senderos de tierra y comiencen a transitar por pistas más firmes.
El cáncer refleja fracturas frente a la OMS: diagnósticos tardíos, innovación restringida y regiones postergadas. Pero también muestra que, cuando se trabaja en equipo, es posible avanzar.
En tiempos de propuestas, la discusión sobre salud no puede ser otro listado de intenciones. La realidad del cáncer exige decisiones políticas valientes: que el acceso equitativo a diagnósticos y terapias innovadoras sea prioridad de Estado. El desafío es grande, pero no imposible. La experiencia de países como Reino Unido, Canadá y España demuestra que, con políticas claras y consensos, se puede reducir drásticamente el diagnóstico tardío y ampliar el acceso a innovación. La carrera contra el cáncer no se gana con un corredor solitario, sino con un equipo que comparte estrategia, datos y la urgencia de que llegar a tiempo no es solo una ventaja: es la diferencia entre la vida y la muerte.
Solo con un esfuerzo colectivo podremos transformar nuestras sendas en verdaderas pistas olímpicas para enfrentar el cáncer en Chile.
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