
Día Nacional del Donante: la logística que hace posible cada trasplante de órganos
En el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, expertos destacan que la logística es clave para que cada donación se transforme en vida. Tiempos, trazabilidad y cadena de frío garantizan que los órganos lleguen en óptimas condiciones a los pacientes.
El trasplante de órganos es uno de los mayores actos de solidaridad que existen, pero para que ese gesto se concrete en una nueva oportunidad de vida, es necesario que exista un complejo sistema logístico que asegura que los órganos se trasladen en condiciones óptimas, dentro de los tiempos adecuados y bajo estrictos protocolos de conservación.
El trasplante de un órgano no solo depende de la voluntad de donar y de la compatibilidad clínica. También requiere de una coordinación precisa entre hospitales, laboratorios y equipos médicos, además de un sistema logístico que permita trasladar órganos en tiempos precisos y bajo condiciones críticas de conservación.
Así lo señala Pamela Schwerter, gerente general de Grupo Ahona, en el marco de la conmemoración del Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, este 27 de septiembre. “Un órgano no solo debe estar disponible. Debe moverse con rapidez, seguridad y bajo monitoreo constante. La logística es un eslabón que no se ve, pero es fundamental para que la donación se transforme en un trasplante exitoso”, afirma.
Cadena de frío y trazabilidad: dos pilares que aseguran el éxito de cada trasplante
Uno de los aspectos más críticos de este proceso es la logística del frío. Desde el momento en que se comprueba la viabilidad de un órgano, este debe ser depositado en recipientes y bolsas esterilizadas, y transportado en contenedores isotérmicos portátiles que aseguren la temperatura adecuada durante todo el trayecto. “Si la cadena de frío se interrumpe, el órgano puede perder su condición óptima. Por eso es fundamental contar con sistemas que permitan configurar alarmas y monitorear cada etapa, garantizando que se mantuvo en las condiciones necesarias para ser trasplantado”, explica la directiva.
En este contexto, la trazabilidad se convierte en un factor decisivo. Desde el embalaje hasta la entrega final, cada fase debe quedar registrada y controlada. “El proceso logístico en frío que inicia con el embalaje de la donación y que acaba cuando esta llega al paciente es uno de los pasos más importantes para que los trasplantes se lleven a cabo con éxito. Asegurar esa trazabilidad significa, en estricto rigor, salvar una vida”, recalca Schwerter.
Para la gerente general de Grupo Ahona, el Día Nacional del Donante también es un llamado a reconocer la dimensión solidaria de este desafío. “Donar es un acto profundamente humano. Nuestra tarea es asegurarnos de que ese gesto llegue a destino y se transforme en vida”, concluye.
Donar es dar vida
El Día Nacional del Donante no solo invita a reflexionar sobre la importancia de este acto altruista, sino también a valorar todo el engranaje humano, médico y logístico que lo hace posible. Cada órgano donado representa una esperanza, pero esa esperanza solo se concreta gracias a un proceso riguroso que comienza en el momento de la donación y culmina en el quirófano, cuando el órgano llega a destino en condiciones óptimas.
La trazabilidad, la cadena de frío y la coordinación entre múltiples equipos son mucho más que aspectos técnicos: son garantías de vida. Sin un sistema eficiente que asegure rapidez, control y seguridad en cada traslado, el gesto solidario de donar correría el riesgo de perderse en el camino.
Por eso, este día no solo honra a los donantes y a sus familias, sino también a quienes trabajan silenciosamente en la logística que convierte la generosidad en una segunda oportunidad para miles de pacientes. En palabras de la especialista, cada etapa del proceso representa un eslabón vital en la cadena de la vida, y cumplir con cada una es, en estricto rigor, salvar vidas.