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Hipoacusia súbita: la importancia de cuidar la audición y derribar el estigma de las discapacidades Salud www.freepik.es

Hipoacusia súbita: la importancia de cuidar la audición y derribar el estigma de las discapacidades

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La periodista Carolina Gutiérrez reveló que padece hipoacusia súbita desde 2016, una condición auditiva que puede aparecer de forma repentina y pasar desapercibida. Especialistas de GAES Chile explican sus causas, la importancia del diagnóstico precoz y cómo prevenir sus consecuencias permanentes.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La hipoacusia súbita es una pérdida repentina de audición, generalmente en un solo oído, que requiere atención médica urgente. La periodista Carolina Gutiérrez reveló que vive con esta condición desde 2016, abriendo la conversación sobre una discapacidad “invisible”. Especialistas de GAES Chile advierten que el diagnóstico precoz es clave para recuperar la audición y prevenir secuelas permanentes. También llaman a realizar controles auditivos periódicos, ya que la pérdida progresiva del oído puede afectar la comunicación, el bienestar emocional y la calidad de vida.
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El testimonio de la periodista Carolina Gutiérrez, quien recientemente reveló haber sido diagnosticada con hipoacusia súbita en 2016, ha puesto en la agenda una condición auditiva poco conocida, pero más frecuente de lo que parece.

“Es una discapacidad muy invisible. La gente no sabe que soy sorda, porque además lo soy de un solo oído. Creo que es hora de visibilizarlo para que los demás también sepan cómo ayudarme”, comentó la comunicadora, al explicar por qué decidió compartir públicamente su experiencia a través de la Fundación Wazu.

La hipoacusia súbita corresponde a una pérdida repentina de audición, generalmente en un solo oído, que puede desarrollarse en cuestión de horas o días. En muchos casos, ocurre sin un motivo aparente y suele confundirse con un tapón de cera o una infección pasajera.

Según especialistas de GAES Chile, puede deberse a causas virales, vasculares o traumáticas, y requiere atención médica inmediata para evitar daños permanentes: “Cuando alguien experimenta una pérdida auditiva repentina, debe acudir de inmediato a un otorrinolaringólogo. El tiempo de reacción es clave: mientras antes se evalúe, mayor es la probabilidad de recuperación”, explica Gloria Sanguinetti, fonoaudióloga de GAES Chile.

Más allá del impacto físico, la pérdida auditiva —ya sea súbita o progresiva— puede generar aislamiento, frustración y ansiedad, especialmente cuando no se reconoce a tiempo. La especialista comenta que muchas personas intentan disimular que no escuchan bien, lo que termina afectando su vida social y laboral: “Visibilizar casos como el de Carolina ayuda a entender que pedir ayuda no es una debilidad, sino un paso hacia una mejor calidad de vida”.

La importancia de la prevención y los controles auditivos

Aunque la hipoacusia súbita puede presentarse de forma imprevista, la mayoría de las pérdidas auditivas se desarrollan de manera progresiva, como ocurre con la presbiacusia, la pérdida de audición asociada al envejecimiento.

Esta condición afecta a cerca de un tercio de los adultos entre 65 y 74 años, según datos de Johns Hopkins Medicine, y se asocia a factores como exposición prolongada a ruidos fuertes, hipertensión, diabetes o uso de ciertos medicamentos.

“Cuidar la audición debe ser parte de los chequeos preventivos, igual que controlar la vista o la presión arterial. Un diagnóstico a tiempo permite acceder a tratamientos y tecnologías que mejoran significativamente la comunicación y la salud emocional”, agrega la especialista.

Desde GAES Chile hacen un llamado a prestar atención a los primeros signos de pérdida auditiva, como subir el volumen del televisor, pedir que repitan las frases o tener dificultad para seguir conversaciones en lugares ruidosos. También recomiendan realizar controles auditivos cada cinco años a partir de los 50 años, y con mayor frecuencia después de los 65.

“Escuchar bien es parte del bienestar general. Cuidar la audición es cuidar nuestras relaciones, nuestra independencia y nuestra salud mental”, concluye Sanguinetti.

Escuchar también es prevenir

Cuidar la audición debería ser parte de los chequeos médicos de rutina, al igual que revisar la vista o el corazón. Las especialistas de GAES Chile recuerdan que los daños auditivos no solo afectan la capacidad de oír, sino también la comunicación, la vida emocional y la integración social. Detectar una pérdida de audición a tiempo permite acceder a tratamientos y ayudas tecnológicas que mejoran significativamente la calidad de vida.

Además, fomentar la conciencia sobre la salud auditiva es clave para romper con el estigma de las discapacidades invisibles. La historia de Carolina Gutiérrez ayuda a visibilizar que escuchar bien es mucho más que percibir sonidos: es mantener vínculos, autonomía y bienestar emocional. La prevención, los controles periódicos y la educación sobre los primeros signos pueden marcar la diferencia entre una pérdida reversible y una condición permanente.

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