Salud
Los profesionales realizaron un estudio sobre la primera parte de la Ley de Etiquetado, la que reveló la gran aceptación que hay entre quienes trabajan en la nutrición de los chilenos. Esperan además grandes cambios de aquí al 2020 y valoran la información entregada sobre nutrientes que se relacionan con muertes en Chile, como el sodio, grasas y el azúcar.
Una muy buena evaluación es la que realizan los nutricionistas a los dos primeros años de aplicación de la Ley de Etiquetado, que comenzó a regir el 27 de junio de 2016 y que se prepara para ingresar a su segunda etapa este miércoles.
De esta forma, los límites de nutrientes críticos por cada 100 gramos de producto deben disminuir de 22,5 a 15 gr de azúcar, de 350 a 300 las calorías, de 800 a 500 mg de sal y de 6 a 5 gr las grasas saturadas si no quieren ser catalogados de «Alto en».
Fuente: Ministerio de Salud.
Según explica el presidente del Colegio de Nutricionistas de Chile, Paolo Castro, la Ley de etiquetado y publicidad de los alimentos ha permitido informar claramente a los consumidores no solamente lo que ya se sabía, como los “alto en Calcio” o “alto en Fibra” que se trataban de características positivas, sino que también los “altos en…” con características de advertencia.
Algo sumamente importante, “dado que son nutrientes que se relacionan con muertes en Chile por su exposición, como por ejemplo el sodio, en donde se le atribuye 1 de cada 8 muertes según el estudio de carga enfermedad del año 2007 realizado por la Universidad Católica de Chile y mandatado por el Ministerio de Salud”.
El profesional asegura que como nutricionistas han sido un eje fundamental para que esta medida resulte. “La ex ministra de Salud Carmen Castillo, personalmente en una conversación que sostuvimos en el Ministerio de Salud, nos hizo un reconocimiento en plena conversación de la relevancia de los Nutricionistas como gremio, en la defensa, comunicación y apoyo a que esta ley se cumpla, además de contestar por escrito que somos los especialistas de la nutrición y dietética en este país”, agrega.
Paolo Castro cita un estudio realizado por el Colegio de Nutricionistas de Chile en conjunto con otras instituciones, que consistió en la aplicación de 1584 encuestas, da claras señales de la percepción de nutricionistas y estudiantes de la carrera sobre la ley de alimentos.
Entre las cifras más relevantes estaba que el 81,7% de los nutricionistas y un 85,0% de los estudiantes indicaron estar de acuerdo con la Ley de Alimentos.
Respecto de la efectividad de la aplicación de la ley en los colegios, sólo un 49% de los nutricionistas y un 47,8% de los estudiantes la consideraron efectiva.
Además, un 24% considera que las bebidas alcohólicas deben tener advertencia y un 21% considera que la comida rápida debe incluirse también en la medida.
El presidente del gremio agrega que es necesario seguir insistiendo en la mejora, dado que existen aún asuntos que no están claramente resueltos dentro de lo que la misma Ley 20.606 mandata como, por ejemplo, que los establecimientos de educación parvularia, básica y media del país deberán incluir, en todos sus niveles y modalidades de enseñanza, actividades didácticas y físicas que contribuyan a desarrollar hábitos de una alimentación saludable y adviertan sobre los efectos nocivos de una dieta excesiva en grasas, grasas saturadas, azúcares, sodio y otros nutrientes cuyo consumo en determinadas cantidades o volúmenes pueden representar un riesgo para la salud.
Además, el Ministerio de Salud deberá disponer, en conjunto con el de Educación, de un sistema obligatorio de monitoreo nutricional de los alumnos de enseñanza parvularia, básica y media, el que los orientará en el seguimiento de estilos de vida saludables.
«Por esta razón, consideramos evidente la presencia de Nutricionistas en las escuelas, nosotros tenemos la disponibilidad de ejecutar el cumplimiento del mandato de la ley en los establecimientos educacionales», señala.
Este año, destaca, se hizo efectivo también un complemento con la ley 20.869, igualmente de autoría del Senador Girardi, a través del reglamento que estableció definiciones más claras en horarios para la publicidad de los alimentos “altos en”, y que también protege y respalda a la lactancia materna, puesto que los sucedáneos de la leche materna, entiéndase por ellos aquellos productos que vienen en formato polvo ya sea envasados en tarro o bolsa para los primeros 12 meses, no podrán generar publicidad, con el fin de mantener la relevancia de la lactancia materna.
