Como un sin sentido y un nuevo error inusitado definió el presidente del Partido Socialista, diputado Osvaldo Andrade, la actitud del ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, al asumir el frustrado inicio de conversaciones con los dirigentes del movimiento social de la Región de Aysén.
El timonel del PS cuestionó que, una vez en la zona, el titular de Energía haya pretendido sentarse a la mesa de diálogo poniendo condiciones para avanzar en soluciones.
«Esto es lo más inusitado que hay. El ministro enviado por el Gobierno a establecer el diálogo con los patagones, llega a hablar con ellos y antes de decir a lo que va, les hace exigencias. Yo no se quién hace un diálogo de esa naturaleza. Este gobierno, finalmente, está cometiendo error tras error en el tema de Aysén», recalcó.
El parlamentario socialista dijo que la única posibilidad de reanudar un diálogo efectivo con los ayseninos es tener una disposición distinta a la que ha demostrado el ministro Álvarez.
«¿Cómo es posible que el ministro empoderado, la persona que se supone lleva las soluciones, lo primero que hace, y sólo hace eso, es hacer una exigencia? Así no se hace diálogo. Para eso podría haber mandado un email, para qué va a Aysén para eso, no tienen sentido, si no hay una disposición distinta», afirmó.
Andrade señaló además que tras un contacto telefónico con la alcaldesa de Aysén, Marisol Martínez, quien le aseguró que, pese a los esfuerzos y la disposición de los dirigentes, en cuanto a flexibilizar un poco los cortes de camino para facilitar las negociaciones, el ministro se negó a dialogar.
«Me acabo de comunicar con la Alcaldesa de Aysén que es compañera socialista y me dice, mira hemos hecho todo lo posible, pero este caballero vino, habló media hora, no dejó que hablara nadie, se dio medio vuelta, nos dio la espalda y se fue, ese diálogo es imposible», aseguró el presidente del PS.
Andrade hizo estas declaraciones, tras participar en un encuentro en el que las trabajadoras de casas particulares suscribieron un acuerdo con el Gobierno sobre jornada laboral.
«Estamos participando en un evento en que el diálogo que se produjo entre los sindicatos de trabajadoras de casa particular, un tercero que lo facilitó, la OIT y el Gobierno ha terminado en un proyecto de ley que confiere varias cosas, cuando hay disposición al diálogo se logran productos. En el caso de Aysén es todo lo contrario», comparó el parlamentario.
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