Las empresas petroleras en busca de nuevos descubrimientos que rivalicen con los hallazgos más grandes de los últimos años en Brasil y Angolo, están llegando en masa a Texas, donde nuevos pozos han generado un incremento 230 veces mayor en la producción de crudo en tres años.
Transcurridos más de 115 años desde que un pozo de 55 millas (88 kilómetros) al sur de Dallas introdujo el primer auge petrolero en Texas, productores estadounidenses como ConocoPhillips y Marathon Oil Corp. están contando con la formación de esquisto Eagle Ford para incrementar la producción de crudo en medio de una caída en los precios del gas natural impulsada por una saturación.
Buscar petróleo en las planicies cubiertas de maleza del sur de Texas es más barato y menos riesgoso que la exploración frente a las costas de Brasil, el hallazgo de petróleo más grande del mundo en el Hemisferio Occidental en 30 años, y más rentable que el terreno distante y más áspero de la Formación de esquisto Bakken en North Dakota y Montana.
“Eagle Ford es la mejor cuenca que tenemos en el mundo en la actualidad”, dijo David Roberts, director de operaciones de Marathon Oil en una conferencia con analistas e inversores el mes pasado.
La producción en alza en formaciones de esquisto ha transformado el paisaje energético estadounidense, inundando el mercado de gas y aumentando la producción interna un 14 por ciento en los últimos tres años después de haber caído un tercio en los 17 años anteriores, según datos del Departamento de Energía. Después de que las preocupaciones relativas a una escasez global de petróleo llevaran los precios hasta máximos récord por encima de US$140 el barril en 2008, políticos y ejecutivos del sector están ahora debatiendo la perspectiva de que Estados Unidos se aleje de la dependencia de importaciones.
Duplicar la apuesta
Tanto Marathon Oil como ConocoPhillips proyectan duplicar su producción en Eagle Ford este año. EOG Resources Inc., con sede en Houston, considera que su jugada en la formación de esquisto de Texas es su mayor fuente de crecimiento, y el mes pasado aumentó sus reservas recuperables estimadas en un 78 por ciento.
La producción de petróleo en Eagle Ford creció casi siete veces en 2011 superando los 30 millones de barriles, todavía menos que la producción de Bakken en North Dakota que superó los 128 millones de barriles. Este año se pronostica que la producción diaria de petróleo en Eagle Ford crecerá 200.000 barriles, aproximadamente la misma cantidad que Bakken, según estimaciones de Wood Mackenzie Ltd. mencionadas por Hill Vaden, analista del consultor del sector.
Los yacimientos petroleros del sur de Texas están obteniendo una parte más grande de la inversión de los productores porque es más fácil y más rentable perforar allí en comparación con muchas prospecciones en los Estados Unidos y en el mundo. Resulta más rápido y más barato desarrollar los pozos y la formación está localizada más cerca de las refinerías en la
Costa del Golfo estadounidense, lo cual baja los costos de transporte.
Texas ofrece un entorno de inversión más estable en comparación con muchos proyectos internacionales, dijo Pavel Molchanov, analista de Raymond James Associates de Houston.
“Claramente, hay menos riesgo político en Texas que en Libia, por ejemplo, o Kurdistán”, dijo. Marathon Oil hizo suspender el año pasado la producción en Libia durante la agitación en ese país.
