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Fiat 500 trata de seducir a los texanos para imponerse al Mini en el mercado americano


Scott Ruczko se destacaba entre las grandes camionetas y los vehículos utilitarios deportivos al recorrer el este de Texas en su Fiat 500. Empieza a tener más compañía luego de que las ventas del pequeño auto italiano se duplicaran el año pasado y confirmaran la estrategia de expansión de Fiat SpA.

“Rara vez pasa un día sin que vea uno”, dijo Ruczko, que dirige un local de artículos para mascotas en Houston. “Cuanto más grande mejor sigue siendo la regla aquí, pero la gente se está volviendo más abierta”.

La creciente aceptación del subcompacto de US$16.000, incluso entre los texanos, contribuyó a que superara las ventas de su rival, el Mini de Bayerische Motoren Werke AG, en enero y febrero, así como en cuatro de los últimos siete meses.

Luego de un debut deslucido en 2011, el máximo responsable ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, que también dirige Chrysler Group LLC, incorporó concesionarias y reclutó a Jennifer Lopez y a Charlie Sheen para promocionar el 500. El resultado fue un incremento de las ventas en los Estados Unidos a 43.772 autos el año pasado, mientras que habían sido de 19.769 el año anterior, lo que contribuyó a que se superara el objetivo de ventas internas para América del Norte por más de 25 por ciento y se redujera la diferencia con el Mini, que vendió 66.123 vehículos a los conductores estadounidenses en 2012, entre ellos el Countryman.

“El 500 se lanzó con un énfasis excesivo como vehículo de nicho, cuando en realidad no lo es”, dijo Jesse Toprak, vicepresidente de análisis de mercado de TrueCar Inc. “Es perfecto para grandes ciudades. Eso se subestimó, mientras que se sobreestimó el factor de la sofisticación”.

Rémora de Rover

Marchionne se dedica a convertir el 500 en una marca por derecho propio, una estrategia que BMW utilizó con gran impacto en el caso del Mini. El compacto británico, una rémora de la frustrada absorción por parte de la automotriz de Múnich de la británica Rover, se ha expandido más allá de la base de camionetas y convertibles y comprende wagons, cupés, roadsters y hasta un vehículo de repartos.

Para la empresa italiana, que necesita efectivo, eso significa reducir el desarrollo de la línea principal de Fiat. Se ha postergado el desarrollo de la camioneta Punto debido a la depresión del mercado automotriz europeo, que ya lleva seis años. A diferencia de virtualmente todos sus competidores, la marca Fiat no presentará nuevos modelos en la Feria Automovilística de Ginebra de esta semana (si bien Alfa Romeo y otras marcas de Fiat lo harán).

Fiat espera expandir la línea en los Estados Unidos con el wagon 500L más grande este año como parte de una estrategia destinada a reducir las pérdidas producto del alicaído mercado automotriz de Europa mediante la exportación de autos italianos a todo el mundo.

“En los Estados Unidos, Fiat es el 500”, dijo Lorenzo Ramaciotti, jefe de diseño de Fiat y Chrysler. “El 500 tiene un valor emocional del que carecen otros productos de la línea”.

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