Recortan los fondos para la investigación de la marihuana justo en momentos en que crece el apoyo a la droga
Conforme más estados aceptan la legalización de la marihuana, el creciente uso medicinal de la droga ha sacado a la luz una realidad que preocupa a los médicos: existen escasas investigaciones sobre los beneficios de la marihuana para la salud.
La marihuana, que se fuma, se come o se toma en forma de infusión, se usa como medicamento desde hace siglos, incluso en los Estados Unidos, donde Eli Lilly
Co. la vendió hasta 1915. La droga fue declarada ilegal en 1937, aunque su larga historia ha proporcionado abundantes pruebas anecdóticas sobre el posible uso medicinal de la planta. Sin embargo, no existen estudios científicos modernos.
Lo que es más, el gobierno federal está reduciendo los fondos para investigación. El gasto estadounidense cayó 31 por ciento desde 2007, cuando llegó a un máximo de US$131 millones, según una base datos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés). El año pasado, 235 proyectos recibieron US$91 millones de fondos públicos, de acuerdo con los datos de los NIH.
Esto coloca a la comunidad médica en un aprieto: la bibliografía actual sobre los efectos del cannabis medicinal es contradictoria en el mejor de los casos ya que da poca orientación a los médicos que quieran recetarla.
“Lo que está ocurriendo en los estados no se relaciona con la ciencia en lo absoluto”, dijo Beau Kilmer, codirector del centro de investigación de políticas de drogas de RAND Corp. Kilmer también es parte de un grupo elegido para asesorar al estado de Washington sobre el proyecto de legalización. “Es difícil obtener buena información”, señaló.
Dos estados, Washington y Colorado, legalizaron plenamente la droga, 18 estados permiten su consumo con fines médicos y 17, incluido el de Nueva York, tienen en trámite leyes para legalizarla.
Informe de Donald Vereen, ex asesor de los últimos tres directores del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas, dice que el conocimiento de la mayoría de los médicos y los funcionarios sobre el tema surge de un informe de 1999 elaborado por el Institute of Medicine (IOM), una organización independiente sin fines de lucro que brinda información sobre ciencias de la salud para el gobierno. El grupo resumió sus conclusiones diciendo que el cannabis parecía tener beneficios, aunque el papel de la droga no era claro.
El informe del IOM recomendaba realizar ensayos clínicos de drogas canabinoides para reducir la ansiedad, estimular el apetito, reducir las náuseas y aliviar el dolor. También descubrió que el cerebro adquiere tolerancia a la marihuana aunque los síntomas de abstinencia son “leves comparados con los de los opiáceos y las benzodiazepinas”.
“No sabemos mucho más que lo que está en ese informe”, dijo Vereen.
Vereen sostiene que los efectos de la marihuana sobre el dolor sin los síntomas de abstinencia asociados a otras medicaciones merecen más estudios para desarrollar mejores drogas contra el dolor.