Directora de ONU Mujeres para Latinoamerica cree que iglesias refuerzan patriarcado

Luego de que en el mundo se conmemorara el día internacional contra la violencia de género, el diario El País de Uruguay entrevistó a Luiza Carvalho, directora regional de ONU Mujeres para Latinoamérica y el Caribe, quien estuvo en Montevideo y destacó, entre otras cosas, que en la región hay «un sistema patriarcal que está siendo reforzado por las iglesias».

Carvalho recordó las tres grandes líneas con las que se está trabajando en la región: prevención de la violencia, empoderamiento económico y equidad salarial, con una gran variedad de intervenciones. «En el área de participación económica tenemos acciones que van desde mirar las leyes que discriminan e impiden que la mujer esté bien insertada en el mercado laboral, las leyes de protección del trabajo doméstico, las leyes de propiedad de acceso a la tierra o las leyes que aseguran que la mujer tendrá una pensión del Estado o que el Estado tiene capacidad de pensar sistemas para que la mujer tenga la posibilidad de contar en su vejez con sistemas de protección».

En la entrevista sostuvo que en América Latina solamente el 33% de las mujeres tiene acceso hoy a pensiones. «Es un número muy pequeño si pensamos en el aumento de la participación femenina en el mercado laboral. Crecimos de 40% de participación a 56% y eso no se ve reflejado en las normativas», señaló.

Pero la pregunta mas controversial fue cuál era el rol del patriarcado y de la religión en Latinoamérica. «Son muy importantes, tienen el rol de influenciarse mutuamente. Las iglesias no tendrían tanta interferencia si no hubiera un sistema patriarcal tan fuerte», sostuvo la especialista.

Y agregó: «La iglesia tiene su función y la tendrá siempre, no es antagonista, pero si está orientada más a una cuestión de fe, de religiosidad de cada ser humano. La iglesia no debería ultrapasar sus límites a los lugares públicos, a la definición de qué hacer en una escuela o cómo orientar la sexualidad de un niño en una escuela porque ésas son funciones del Estado. Uruguay dejó ese legado a toda Latinoamérica porque estableció la educación laica. Hoy se observa que los sistemas religiosos, la educación y el Estado están caminando cada vez más de la mano y hay un sistema patriarcal que está siendo reforzado por las iglesias. Y en esta región las iglesias tienen un rol muy importante porque la gente tiene mucha fe».

La directora de ONU Mujeres recordó que en los países nórdicos las iglesias tienen un rol vinculado a lo espiritual y no se involucran en los roles del Estado. «Los estados laicos aseguran que sus funciones se cumplen a través de un contrato social que se establece en el país», argumentó.

Las declaraciones se dieron en el país que hace un siglo votó por una Constitución que separaba la Iglesia y el Estado, y eliminaba todas las propuestas de secularización de la vida pública, cosa que en la práctica se traducía en dejar de dar clases de religión en las escuelas públicas, retirar los crucifijos de los hospitales, sustituir los feriados religiosos, que los presidentes dejaran de jurar sobre la Biblia, entre otras cosas.

de hecho, según un estudio elaborado por Pew Research Center en 2014, Uruguay es el país más laico de Sudamérica, con el 40,7% de su población que asegura no tener una afiliación religiosa. Además el 57,9% afirma ser crisitano, lo que también se muestra como el porcentaje más bajo de la región. Le siguió Argentina con un 12,2%, Venezuela, con un 10% y Chile, con un 8,6%.