Yo opino
Intentaré no hacer spoilers porque no se los merecen. Para ver Los Últimos Jedi hay que llegar sin saber nada, sólo habiendo visto –ojalá- la otras historias de la saga de Star Wars, especialmente la anterior, El Despertar de la Fuerza. No es imprescindible, pero de esa forma se disfruta más, se comprenden los matices de los personajes, su evolución.
Como amante de este universo, mis películas favoritas son El Imperio Contraactaca y Rogue One. De hecho, cuando nombré esta última en la alfombra roja, recibí aplausos de los fanáticos. Los Últimos Jedi no se queda atrás y se acaba de instalar en el podio. La historia es épica, tiene necesarias dosis de humor, es intensa y, sobre todo, emociona. El último tercio de la cinta es alucinante, ahí entiendes hacia dónde quiere llevarnos el director, Rian Johnson.
Johnson se dio el gusto además de dedicar este capítulo VIII a Carrie Fisher, quien falleció cuando ya habían terminado las grabaciones. Será por eso quizás, que en este episodio son las mujeres las que la llevan: la general Leia Organa, en su rol de máxima autoridad de la Resistencia, estratega y líder, tiene el cariño y la confianza de su gente; Rey (Daisy Ridley), una especie de salvadora de la fuerza, de la espiritualidad, y quien logra que se luzcan en sus papeles los dos hombres que la rodean, Luke Skywalker (el legendario Mark Hamill) y Kylo Ren/ Ben Solo (el espectacular Adam Driver); Amilyn Holdo (Laura Dern), vicealmirante de la Resistencia y amiga cercana, muy cercana, de la general Leia Organa, quien cumple un rol fundamental; Rose Tico (Kelly Marie Tran), miembro del equipo de mantenimiento de los cazas de la Resistencia que acabará siendo compañera de Finn (John Boyega) y termina teniendo una de las mejores reflexiones de Los Últimos Jedi (pongan ojo en la conversación en el Casino).
Las mujeres hemos salido a la calles de todo el mundo para demandar igualdad de derechos y deberes, y parece que en el universo de Star Wars nos escucharon. Es como si aquí fueran principalmente los personajes femeninos las que piensan y planifican, mientras los hombres se dedican a disparar y sacar sus espadas láser… aunque algunas también adoran usar los sables.
No se trata de desmerecer a los hombres, se trata de valorar que las mujeres también podemos liderar, disparar y que este grupo de personajes nuevos, que tan bien encajaron en esta entrega, tienen un sentido, que harán crecer el mundo ubicado en una galaxia muy muy lejana… un mundo que parece más equitativo que el real si de igualdad de género se trata.
Uno de los puntos altos de esta película apta para fanáticos que quise compartir, mientras sigo digiriendo tanto de lo que hay para una fan en Star Wars: Los Últimos Jedi, amada por la mayor parte de la crítica en el mundo entero. Aunque hay algunos periodistas españoles que la encontraron liviana y un poco lenta, la mayoría coincide con que es espectacular. Desde mi humilde rol de fanática, se ubica entre las más logradas, arriesgada al poner nueva tramas, un villano que logra una profundidad que no había alcanzado en la anterior y además, apegada a la épica del pasado, lo que cualquier seguidor de Star Wars agradece.
