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La educación feminista puede poner fin a la violencia en el pololeo Yo opino

La educación feminista puede poner fin a la violencia en el pololeo

Gloria Leal Suazo
Por : Gloria Leal Suazo Directora Ejecutiva del Instituto de la Mujer.
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En los últimos días, nos han impactado la cantidad de femicidios y nos ha conmovido el cruel asesinato de Gabriela y su madre por parte del ex pololo de la joven. Este hecho nos demuestra, que las relaciones de opresión que vivimos las mujeres comienzan mucho antes de la adultez y en esto, no hemos puesto la alerta temprana.

La muerte Gabriela y su mamá también dejó al descubierto la invisibilidad de la violencia en el pololeo y la naturalización de estas relaciones. El entorno cercano, las amigas, las compañeras de colegio e incluso los docentes, no le dan la importancia a estas relaciones, dejándolas sin abordar y menos, cuestionar estas prácticas.

En años anteriores, niñas han sido asesinadas por pololos que piensan que la vida de ellas depende sólo de ellos. Esto me hace recordar que en 2015, un adolescente de 16 años asesinó a su polola de 14.

La violencia en el pololeo de adolescentes y jóvenes no es algo aislado. De hecho, de acuerdo con la Encuesta Nacional Bicentenario, de 2012, el 56% de las personas mayores de 18 años considera que abofetear a su pareja no es delito o maltrato, mientras que la Encuesta del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), de 2013, reveló que un 13% de las personas jóvenes reconoce haber empujado, zamarreado o golpeado alguna vez a su pareja.

Para poner fin a la violencia en el pololeo necesitamos con urgencia un cambio cultural en las relaciones de pololeo y para ello se debe incorporar a toda la comunidad y todos los estamentos educativos, por ello, se hace relevante y urgente la demanda sobre una educación feminista que invite a hacer cambios estructurales y radicales al sistema y eso, nos involucra a todos y todas.

Sólo a través de una educación feminista liberadora en el mediano y largo plazo tendremos niñas y jóvenes que sabrán alertar y no permitirán que las relaciones de pareja violenten sus vidas, así como también, niños y adolescentes dejarán de sentirse dueños de sus parejas.

Sin una educación feminista y con autoridades que hacen la vista gorda, seguiremos lamentando que maten a niñas y jóvenes. Ahora es cuando debemos actuar.

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