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Feminismo, punk y Putin Yo opino

Feminismo, punk y Putin

Daniela Barría
Por : Daniela Barría Socióloga y Magister en Trabajo Social y Políticas Sociales de la UDEC, Máster en Antropología y Etnografía de la Universidad de Barcelona. Experta en estereotipos femeninos de belleza, medios de comunicación y vida cotidiana de las mujeres.
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Esa irrupción en el campo de fútbol en una final televisada a nivel mundial fue un acto poético, al menos para mí lo fue, era introducir dentro del campo de batalla moderno, donde dos países se enfrentan por un trofeo que simboliza no sólo el triunfo, también los años de “paz”.


Pussy Riot es una banda de Punk y Pop ruso formada por un grupo de mujeres activistas que han hecho noticia en los últimos días por haber irrumpido en la final del mundial de Fútbol vestidas de policías rusas. Hasta este hecho televisado mundialmente, eran conocidas por haber irrumpido en la catedral de Cristo Salvador de Moscú el año 2012, tras la reelección de Vladimir Putin, tocando una canción punk en contra del primer ministro, cuestión que les valió un juicio televisado, seguido por todo el país que tuvo como resultado dos años de cárcel para las involucradas.

La cuestión es que luego de verlas en la final del mundial de fútbol me interesé por este grupo de mujeres, ¿De verdad era un grupo punk?, ¿De verdad eran activistas en un país donde las libertades están más que coartadas no sólo hoy, ¡siempre!?. Luego de mirar un poquito por acá y por allá en la red y escuchar su música sobretodo, debo decir que me han simpatizado mucho estas chiquillas, son realmente artistas muy osadas en un país donde la osadía, venga del grupo que venga no es algo a celebrar, más bien todo lo contrario, y sobretodo, son artistas de rock, lo que por defecto las hace críticas de la sociedad y el sistema opresor en el que viven.

Esa irrupción en el campo de fútbol en una final televisada a nivel mundial fue un acto poético, al menos para mí lo fue, era introducir dentro del campo de batalla moderno, donde dos países se enfrentan por un trofeo que simboliza no sólo el triunfo, también los años de “paz”, entre comillas, porque la paz es un concepto bastante difícil de analizar en la actualidad, pero aun así, simboliza que podemos jugar a pelear en un campo deportivo y luego de esta “fiesta” que mueve millonadas y donde los intereses políticos y económicos son de dimensiones impensadas para un ser humano común y corriente, cuestión que no analizaré ahora, pero que me lleva a completar el párrafo retomando la idea del principio, introducir en ese campo de batalla el movimiento feminista, el activismo femenino en la Rusia de Putin, el punk que es y siempre será una manifestación contra el sistema imperante y además, la desfachatez de un grupo de mujeres disfrazadas que van contra el sistema, significó personalmente “el momento de luz” dentro del campo de batalla moderno, el momento del arte, la visualización de la mujer en un lugar donde aún se insiste en cosificarla, sobre todo a las espectadoras que asisten a los partidos, donde aún cuesta mares, mundos, universos!, Poder terminar con el machismo.

Que hermosa manifestación, que hermoso segundo que lamentablemente fue cortado por los medios de comunicación y muy mal tratado por los periodistas deportivos…pero bueno, que más se les puede pedir, era la final de la batalla mundial a la que todos sueñan ir cada cuatro años, no podemos pedir peras al Olmo, pero sí podemos festejar a las Pussy Riot, su valentía y disfrutar de un movimiento feminista que crece en todos los rincones del mundo.

Ya no hay vuelta atrás, le guste al que le guste, le disguste al que le disguste. Un Salud por el Punk y termino esta breve columna que sé que no gustará a muchos, ¡pero de eso se trata!, con letra de las mismas Pussy Riot: “El país se va como una cuña feminista y Putin va a decir adiós como una oveja”.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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