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Las dificultades de ser madres lesbianas en Chile BRAGA

Las dificultades de ser madres lesbianas en Chile

Para las parejas lesbianas en Chile lograr la maternidad se convirtió en un obstáculo, donde diversos centros médicos niegan el acceso a tratamientos de reproducción asistida por el hecho de no cumplir con las características de una pareja heterosexual o de un matrimonio tradicional. Este es el caso de Danitza y Elena, quienes tras dos años de impedimentos y rechazos, lograron tener un hijo a través de inseminación artificial.


Las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) demostraron que en Chile cada vez se tienen menos hijos. Esto, tras revelar que la tasa de fecundidad disminuyó de 1,8 a 1,7 entre 2015 y 2016, estimándose una caída en el número de nacimientos de 5,6%.

La tendencia a no querer hijos y los problemas de infertilidad, son los factores que influyen en estas cifras, afectando entre el 10% y 15% de las parejas en edad reproductiva y los nuevos modelos de familia, es decir, los que incluyen a parejas homosexuales.

No obstante en la actualidad, el alza de parejas homosexuales y de lesbianas ya no es un factor  influyente en la disminución de la tasa de fecundidad, ya que cada vez son más las parejas que buscan  alternativas para tener hijos mediante la adopción o con tratamientos de reproducción asistida.

Este es el caso de Danitza y Elena, quienes luego de dos años de intentos y discriminación de por medio, lograron tener a su primer hijo.

«Sólo matrimonios con problemas de fertilidad»

En el año 2015, la pareja decidió que querían ser madres, proceso que brindó un sinfín de obstáculos por el simple hecho de ser lesbianas.

Tuvieron que enfrentar dos años de rechazos, ya que distintos centros médicos dedicados a la reproducción asistida, negaban su solicitud debido a que sólo atendían a “matrimonios con problemas de fertilidad”.

“Nosotras comenzamos yendo a diferentes clínicas, en las que además de negarnos la atención por no ser una pareja con problemas de fertilidad, cobraban demasiado”, afirma Danitza.

La única alternativa que les abrió las puertas a la maternidad, fue el programa de Pago Asociado a un Diagnóstico (PAD), el cual permite que personas inscritas en Fonasa puedan acceder a un paquete de procedimientos médicos y quirúrgicos.

Fue recién en 2017, tras dos años de intensa búsqueda, cuando lograron acceder al procedimiento de inseminación artificial sin ninguna discriminación de por medio en el Centro de Estudios Reproductivos CER.

“Sin ningún prejuicio, entendieron que sólo queríamos formar una familia y nada más que entregar amor”, cuenta Elena.

Según los datos del Centro de Estudios Reproductivos-CER, del total de personas tratadas el 2018, el 77% se realizó un tratamiento de baja complejidad, como lo es la Inseminación Intrauterina (IIU).

Mientras que el 23% optó por un tratamiento de alta complejidad, el que considera la Fertilización In Vitro (FIV) y la Ovodonación. Danitza y Elena forman parte del 6% de parejas lesbianas que son tratadas con IIU en este centro.

“Este es el tratamiento que más se aplica a mujeres lesbianas y mujeres solteras, utilizando muestras espermáticas de donantes”, explica David Vantman, director médico del Centro de Estudios Reproductivos.

Hoy, el hijo que ambas están esperando está por nacer y sus madres indican que cada día que pasa están más contentas por la decisión tomada.

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