“Ustedes se van a casa después de una larga jornada laboral, y saben que si en el trayecto les llega a suceder algo, sus hijos estarían protegidos de cualquier vulneración, nosotras no”, declaró la co-fundadora de la organización Familia es Familia, Claudia Amigo.
“Nuestra familia es lo que llaman una familia ensamblada porque yo decidí ser madre de Gabita, pero en ningún momento tome esta decisión en conjunto con una mujer, sino que fue una decisión que hice por mí misma y sin esperar haber tenido una pareja (…) al igual que muchas mujeres heterosexuales que quieren ser madre y no tener pareja, que no quieren depender de ningún hombre”. Narró a El Mostrador Braga, la co-fundadora de la organización Familia es Familia, Claudia Amigo.
En enero de este año en esta sección publicamos un reportaje que mostraba una triste realidad: el cómo a pesar de las actualizaciones a la legislación, el adultocentrismo dejó olvidados a los hijos e hijas de parejas del mismo sexo, permitiendo que, ante la ley, tengan menos derechos que las niñas y niños de una pareja heterosexual, una diferencia que nos recuerda la que antiguamente vivían quienes nacían fuera del matrimonio.
Desde 1998 que, gracias al concepto de filiación, la ley en Chile dejó de diferenciar entre hijos e hijas “legítimos” e “ilegítimos”. Los hijos mal llamados “huachos” desaparecieron, y el estado abogó por el fin de la discriminación con el argumento de defender, ante todo, el “interés superior del niño” con la aprobación de la Ley 19.585, la cual establece que “todos los hijos son iguales ante la ley”. Sin embargo, la discriminación no terminó, y son aquellos niños y niñas que quedaron fuera de la ley, por provenir de parejas homoparentales, quienes pagan las consecuencias en la actualidad.
Esta situación debía haber cambiado durante marzo, pero ante la contingencia del Covid-19, este olvido se ha ido acentuando, por lo que el proyecto de ley de la agrupación Familia es Familia, en conjunto con “Rompiendo el Silencio”, “Visibles” y “Corporación Humanas”, el cual busca solucionar esta problemática, sigue durmiendo en el Senado, desde hace cuatro años.
“Yo tomé la determinación de ser madre soltera y luego pasaron dos años y medio, y sin pensar que iba a conocer a alguien, bueno conocí a Claudia (Calderón) y nos enamoramos (…) nunca existió una conversación, nunca nos sentamos con la Gabita y le dijimos ‘Gabriela ahora ella es tu madre’, jamás. De hecho, la relación de madre e hija se dio de una manera tan natural, nació un amor y yo di a luz a Gabriela, pero cuando veo la relación que tiene Clau y Gabi… es una relación justamente de las familias que uno elige, no la familia que te tocó”, continuó Amigo.
Es bien simple, en resumidas cuentas, sin derechos afiliativos que reconozcan legalmente el vínculo de ambas madres o padres con él o la menor, éstos se encuentran en un estado de indefensión ante variadas circunstancias.
Por ejemplo, en el caso de fallecer su madre gestante, de no existir ningún Acuerdo de Unión Civil, no se le resguarda su derecho a permanecer con su mamá de “crianza”. En el caso de que las madres lesbianas sí hayan firmado un AUC, será el juez quien decide entre la familia de la mamá gestante y la madre de crianza quién se quedará con la custodia. Nada garantiza que el/la hijo/a permanecerá con su otra mamá.
“Ustedes se van a casa después de una larga jornada laboral, y saben que si en el trayecto les llega a suceder algo, sus hijos estarían protegidos de cualquier vulneración, nosotras no”, declaró Claudia dirigiéndose al Senado. Además, existen otras situaciones, como la no obtención del apellido de la madre de crianza, el que no pueda ésta inscribir a su hijo/a en un establecimiento educativo, hacer trámites de salud o hacer el trámite necesario para la regularización de la pensión alimenticia, en caso de la separación de la relación amorosa entre ambas. “Nosotras en representación de nuestros hijos/as, como madres lesbianas, tenemos esa necesidad urgente de protegerlos, eso es algo que tenemos en común (con las parejas heterosexuales), pero lamentablemente, por vivir bajo leyes que discriminan a nuestros hijos por la orientación sexual o la identidad de género nuestra, no cuentan con los mismos derechos que sus hijos y es hora de cambiar eso, ahora ya”, comentó Amigo.
“No quiero que nadie se quede con la idea errónea de que la familia tiene qu,e o debe ser fundada en dos personas adultas que decidan tener hijos, porque muchas veces puede ser una persona adulta decide ser madre o padre soltero y en el camino, puede de repente como nos pasó a nosotras, integrar una tercera persona a la familia, y esa tercera persona también puede co-criar y puede tomar el nombre que la familia quiere que tome, pero no puede ser que un Estado le niegue el derecho a Gabriela a ser legalmente protegida por ambas”, narró Claudia.
Desde el inicio, el sólo posicionar este proyecto para que los parlamentarios votaran por la idea de legislar o no, fue cuesta arriba, “hemos tenido que, como grupo, sostener audiencias con cada senadora y senador (…) estamos ahí golpeando puertas, alcanzando a las y los honorables en los pasillos, hemos ido días enteros, pidiendo permiso en nuestros trabajos para llegar al grano con nuestras problemáticas reales y la convicción que nos hace resistir por la iniciativa que tenemos y que sabemos será la única de su naturaleza”, contó Amigo.
En este sentido, para ella es inentendible cómo se pospone el proyecto ante cualquier circunstancia, entendiendo que el coronavirus es algo complejo desde el día uno, la actitud de los senadores y senadoras ha sido una constante evasiva desde antes de esta crisis. “Ahora nos encontramos en este escenario, porque a pesar de que nuestro proyecto de ley haya ingresado un año antes que el de matrimonio igualitario, y a vista gorda, son los derechos de los menores los que deberían haberse puesto en primer lugar, el Senado consideró hacer un esfuerzo y sesionó de manera extraordinaria sólo para votar el proyecto de matrimonio igualitario en general, para que avanzara a su discusión en particular, en el medio de la crisis, sin el coronavirus como riesgo.
Además agrega que, “esta decisión, aunque es positiva para las y los adultos, solo considera un tipo de filiación, la que proviene de aquellos niños/as nacidos por técnicas de reproducción humana asistida, entonces discrimina en contra de niñas y niños que han sido criados en familias ensambladas, en familias donde sólo una persona los haya podido adoptar, y para qué decir los hijos cuyas madres o padres se hayan separado o peor aún, cuyas madres gestantes hayan fallecido”.
Para Claudia, es preocupante la voluntad política de avanzar en temas de interés de adultos y no los de menores, por el tema del matrimonio igualitario, “el Senado es capaz, en el medio de la crisis social, con la misma cantidad de iniciativas con suma urgencia, realizar una sesión extraordinaria por un proyecto de ley sin urgencia (…) ¿Cómo le explicas esto a las y los niños? De manera simple, la sociedad elige no verlos, no atender a sus urgentes necesidades”.
En este sentido, la Senadora Isabel Allende ha sido una de las grandes figuras que han apoyado y presionado para que este proyecto se discuta, en este sentido, comentó El Mostrador Braga que este proyecto se enmarca en una agenda legislativa que busca hacerse cargo de las demandas padres y madres homosexuales, y de niños y niñas que por años “han sido discriminados por la orientación de su familia. Por ello, la motivación principal para apoyar el Proyecto de Filiación es buscar la igualdad para todas y todos los hijos, en familias homo afectivas”.
“Es importante que ambas madres o ambos padres sean reconocidos como tales, y no sólo él o la que tenga la maternidad o la paternidad biológica, y hacerse cargo de una realidad cada vez más recurrente. Estoy convencida que el amor de madre o padre es igual en parejas heterosexuales como homosexuales. Los hijos de estas familias tienen una vida igualmente plena y feliz, recibiendo el cariño y protección de sus padres o madres” dijo Allende. Además, agregó que espera que “todas y todos mis colegas parlamentari@s apoyen este proyecto y sigamos avanzando en esta agenda por la igualdad de derechos para todas y todos, independiente de su orientación sexual”, dijo la senadora.
“Quiero dejar claro que las familias no somos una idea, no nos idealicen somos personas que estamos conviviendo y estamos luchando al igual que el resto de la comunidad a través de todo este territorio en un momento complejísimo, pero vamos a seguir luchando para que no haya ningún hijo/a ilegal o ilegitimo. En el futuro, seamos o no pareja, estemos o no juntas, el día de mañana si Claudia y yo terminamos, Gabriela tiene todo el derecho de tener visitas regulares, de tener una pensión alimenticia por parte de su otra mamá, de verla y compartir con ella, la co-responsabilidad ahora incluye a las co-madres”, declaró Claudia.
Para Claudia Amigo y su pareja, Claudia Calderón, es frustrante que se hayan cumplido el 22 de abril 4 largos años ya y que en todo este tiempo siga el proyecto en primer trámite, a pesar de haber sido puesto en la tabla de la sala del Senado 4 -5 veces. En este sentido, la lucha de todas estas agrupaciones es por aquellos “hijos, hijas e hijes que hoy en día viven en un hogar dónde solo una de sus madres o padres han podido acceder a reconocerlos, pero su otra madre o padre no los puede reconocer (…) por su bienestar y estabilidad, porque nacieron en un país donde se supone que son Iguales en dignidad y derechos, pero que en la práctica, no lo han sido nunca, por una falta de respeto hacia sus derechos inherentes y dado que sus madres o padres son ciudadanos de segunda categoría, son hijos tratados como una tercera clase de ciudadanos, los que el Estado elige no ver, deliberadamente no los escucha, ni menos trabajará para reformar y transformar el derecho de familia en Chile”.