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“El futuro es femenino”: La propuesta de Sara Cano para que niñas y adolescentes se empoderen en un mundo machista BRAGA Créditos: Ilustraciones de Naranjalidad y Amaia Arrazola

“El futuro es femenino”: La propuesta de Sara Cano para que niñas y adolescentes se empoderen en un mundo machista

Natalia Espinoza C
Por : Natalia Espinoza C Periodista - Contacto: braga@elmostrador.cl / (sólo wsp) Fono sección: +569 99182473
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Si bien el libro está dirigido para que las niñas y adolescentes, se empoderen, recomienda que también sea leído por niños, por chicos que, si les preguntan a las mujeres que forman parte de sus vidas, si alguna vez les ha pasado algo de lo que la obra relata, se darán cuenta que todas le dirán que sí. “Yo no conozco a ninguna mujer que no haya tenido una experiencia traumática en algún momento, aunque alguna sea más o menos traumática que otra, todas en algún momento hemos vivido alguna situación de desigualdad, y digo una, cuando han sido varias, todas tenemos varias, todas, todas, no hay una sola mujer que se libre, y esto a los hombres les cuesta entenderlo”, reflexiona la autora de El futuro es femenino, Sara Cano.


¿Por qué una niña siente que debe tener las orejas perforadas para encajar con sus amigas? ¿Por qué otra borra las conversaciones con sus amigos, temerosa de la reacción de su pololo? ¿Por qué miles de pequeñas se queman con cera o se cortan las piernas en el baño intentando librarse de los pelos? Otras temen del bullying, de que sus compañeros la apoden “culorrojo” por mancharse al menstruar, y muchas más se arrinconan en los recreos para tratar de jugar o conversar ante el peligro de recibir un pelotazo en la cara.

Las historias de estas ocho chicas y muchas más alrededor del mundo son las que la escritora de literatura infantil española, Sara Cano, ha reflejado en su obra “El futuro es Femenino: Cuentos para que juntas cambiemos el mundo”  de la editorial Nube de tinta, parte de la familia de Penguin Random House (libro que en su categoría es el más vendido en Amazon).

En su obra, la autora relata a través de pequeñas historias aquellas situaciones machistas que sufren miles de niñas y adolescentes alrededor del mundo, con las que cualquier mujer podría sentirse identificada. Estas injusticias pueden parecer nimiedades para algunos, debido a lo normalizadas que están, pero para la autora, quien conversó con El Mostrador Braga, el objetivo del libro no es quejarse de aquellas vivencias, sino que visibilizarlas, concientizarse y, sobre todo, mostrar que una puede darle aunque sea una pequeña vuelta a la situación y aprovecharla para empoderarse.

Los ocho cuentos se titulan: “Pendientes”, “Las reinas del patio”, “Culorrojo”, “Caso resuelto”, “La niña invisible”, “¿Dónde están las chicas?”, “No me arrepiento” y “Contigo aprendí”. Además, cada uno de ellos está acompañado por una ilustración realizada por alguna de estas destacadas artistas españolas: Ana Santos, Agustina Guerrero, Amaia Arrazola, Lady Desidia, Naranjalidad, Laura Agustí, Elena Pancorbo y María Hesse.

Hace dos años, Sara Cano, quien vivió tres años en nuestro país, específicamente en Santiago, se dio cuenta que hubo una lluvia de publicaciones de libros feministas, todos enfocados en la mujer adulta, “pareciera que los problemas del machismo sólo afectaran a mujeres adultas, la idea surge de allí, de crear historias para que la puedan leer también niñas y niños, y que los adultos de esta manera también puedan notar que el machismo es un problema endémico que afecta a todos los niveles”, cuenta.

Y es que, para la autora, el machismo y la sociedad patriarcal es un problema que nos acompaña desde la cuna, por ejemplo, “hay muchas niñas en España y en Chile, que salen de la clínica con las orejas perforadas a días de haber nacido”, cuenta en referencia al primer cuento del libro titulado, “Pendiente”.

La historia de cómo Sara se inspiró para escribir este primer relato es divertida, porque surge de una publicación que vio en Instagram, en donde una madre mostraba una perforación en la nariz realizada su hija recién nacida, “todo el mundo le comentaba “pero qué barbaridad, esta mujer está zumbada”, yo misma lo pensé, sin embargo, ¿qué diferencia hay entre perforar la nariz a perforar la oreja? Al final la imagen era un montaje, no era de verdad, pero el objetivo era poner en evidencia eso, el perforar a un recién nacido sólo por ser mujer. La diferencia es que una perforación en la oreja está socialmente aceptada y la otra en la nariz no”, comenta.

Otro de los cuentos de los que conversó Sara con El Mostrador Braga fue el titulado “Las reinas del patio”, esta historia nos pone en el escenario de un colegio, en donde las niñas, cansadas de estar relegadas a una orilla del patio porque los niños lo utilizan completo para jugar fútbol, situación avalada por los inspectores/as del colegio, deciden hacer justicia con sus propias manos y hacen una emocionante intervención para recuperar lo que les corresponde.

“Aquí en España no es tan común que los colegios sean solo de chicos o de chicas, pero si recuerdo que en Chile había muchos. En los colegios que son solo de niños, las actividades que no son consideradas como tan masculinas, también quedan relegadas a espacios marginales. Esa es una forma de evidenciar cómo incluso el machismo afecta también a los hombres, porque a los niños que no les gusta jugar al balón, porque quieren no sé, leer, jugar a las cartas o sólo conversar, como que quedan excluidos de ciertos espacios”, explica la autora.

Sara se ríe a momentos puesto que, aunque el cuento lo escribió a la edad de 32 años, era esa una situación de la que fue víctima hace 20 años atrás. Y que hoy sigue muy vigente, sobre todo cuando ha ido a presentar el libro a diversos colegios y las niñas de pleno 2020 no pueden dejar de asentir con la cabeza al escuchar el relato. “Esto sigue pasando, es una realidad de España, Chile, de Corea, es una realidad universal”, comenta.

“La niña invisible” es para Sara una de las historias más lejanas a su realidad, pero que emocionalmente más le interesó y afectó escribir, además de ser una de las más celebradas en las reseñas que se han realizado del libro. En este relato está en juego la identidad de género de una persona, quien trata de expresarse con sus cercanos, pero pareciera que sus palabras no les llegan. Es una historia que genera mucha expectación y nervios en el lector ¿oirán a la niña invisible algún día? Y si lo hacen… ¿cómo reaccionarán, ¿qué le dirán? Son algunas de las dudas que la lectora o lector podrían plantearse.

Otras historias como “Contigo Aprendí” y “No me arrepiento” nos hacen reflexionar en torno a lo normalizadas que tenemos algunas conductas machistas. En el caso de la primera historia, se nos presenta a una mujer que acaba de ser madre, y que año a año mientras su niña crece, sus prejuicios sobre lo que “debería ser y parecer” una niña cambia, se nos presenta el mundo interno de esta madre que pensó que su niña sería una princesita, pero que, en realidad, (no es spoiler) había dado a luz a toda una guerrera.

Y es que los estereotipos y prejuicios están en todas partes y afectan a cualquier edad, en torno a ello, Sara comenta que una cosa en la que se fija mucho últimamente es en el hecho de sonreír, “cuando a mí me entrevistan como autora, intento todo el rato mantener o mostrar que sonrío, porque pareciera que una mujer que no sonríe es porque hay algo malo en ella. Si te fijas en los autores, esa preocupación no la tienen, ellos pueden hacer una presentación completamente serios. Las mujeres evidentemente también podemos hacerlo, pero hay algo en esa actitud que nos chirría. Nos han enseñado a ser agradables a que nos digan “sonríe que estás más guapa”.

Por otro lado, “No me arrepiento” nos pone en el escenario de un romance adolescente, lleno de miedos, limitaciones y cuestionamientos a si la relación está siento sana o no. Las relaciones tóxicas en donde hay violencia de género no sólo se dan en las relaciones adultas, también se dan en la adolescencia, “en el primer pololeo, ¿no? En el primer noviazgo. Me parece muy importante que, si una chica o un chico que lee este libro se ve identificado en uno u otro rol, se dé cuenta de lo que está pasando, de que el amor no es posesión, es acompañarse, sumar, no restar”, cuenta.

En este sentido, Sara reflexiona que durante los primeros enamoramientos que se dan en la vida, cuando estás en la pubertad y la adolescencia, son cuando tú no tienes tu personalidad completamente formada, entonces es muy fácil caer en lo tóxico y en la dañino. La construcción de la personalidad tiene mucho que ver con la seguridad, de que tú como persona te sientas segura de quién eres y “si tienes a una persona ahí que está tratando de hacerte creer otra cosa… es difícil”.

En torno a ello, si bien el libro está dirigido para que las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres se empoderen, recomienda que también sea leído por niños, por chicos que, si les preguntan a las mujeres que forman parte de sus vidas, si alguna vez les ha pasado algo de lo que la obra relata, se darán cuenta que todas le dirán que sí. “Yo no conozco a ninguna mujer que no haya tenido una experiencia traumática en algún momento, aunque alguna sea más o menos traumática que otra, todas en algún momento hemos vivido alguna situación de desigualdad, y digo una, cuando han sido varias, todas tenemos varias, todas, todas, no hay una sola mujer que se libre, y esto a los hombres les cuesta entenderlo”, reflexiona la autora.

Por ello, les recomienda a los hombres de cualquier edad que simplemente no accedan a conductas machistas, por ejemplo, “cuando estás en un grupo de What’sApp donde constantemente se están enviando fotos sexualizando mujeres, yo estoy segura de que si hay 10 personas en ese grupo, probablemente 8 piensen que es totalmente innecesario de enviar, pero prefieren no decir nada, porque no quieren ser el elemento disidente y eso también es colaborar con el machismo”.

Al final, la idea de todos los cuentos de El Futuro es femenino es darle una pequeña vuelta a esa situación machista en donde la protagonista es víctima, para que se empodere. “En el primer cuento es “por qué me tengo que agujerear las orejas si no quiero, por qué tengo que pasar por esta experiencia dolorosa para sentirme guapa o ser aceptada”. En el segundo, en las Reinas del Patio, el mensaje es “bueno, el espacio puede ser nuestro, lo que pasa es que lo tenemos que luchar”. El cuento de la regla (menstruación) es “esto no tiene por qué ser una experiencia traumática si no queremos”, al final todos los cuentos intentan dar una salida a esa situación de desigualdad. Y es que esto no es ciencia ficción, no viene un alienígena con una pauta a decirte qué hacer, son cosas que están en manos de una misma hacer, que suponen en una un esfuerzo”.

En torno a ello, la autora finaliza reflexionando que las mujeres también a veces nos criticamos entre nosotras, con cosas como, “le pasó porque iba así vestida, y que hacia a esas horas en la noche, por qué te acostaste con él”, y eso es parte de lo que debemos cambiar también nosotras como mujeres.  Porque según su análisis, mucha de la presión sobre el cuerpo la hacen los pares, no necesariamente los hombres, y tiene mucho que ver con las creencias que tenemos instalas de cómo deberían ser las cosas, por lo que deja la invitación abierta a desprogramarlas, porque el objetivo de este libro es que la sororidad y la igualdad de género sean el hilo conductor con el que se teja el futuro. Y que el futuro sea, de una vez y por todas, también femenino.

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