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Reflejo de una sociedad sometida por el patriarcado Yo opino Créditos: Foto de Jonnathan Oyarzun/Aton Chile

Reflejo de una sociedad sometida por el patriarcado


Ser mujer y tener perspectiva de género no es sencillo, al menos no para una sociedad en la que por años ha estado inserta en un sistema patriarcal, en el que los roles de género han sido desequilibrados y a su vez, discriminatorios. Esto sucede también en los medios de comunicación; plataformas que, en teoría,  deberían educar a la comunidad e informar a la ciudadanía de temas que afectan, por medio de violencia y segregación, a millones de mujeres por el solo hecho de ser mujeres.

La Asamblea General de las Naciones Unidas fue la encargada de darle punto oficial a cada 25 de noviembre para ser recordado como el día de la conmemoración a las hermanas Mirabal, quienes fueron asesinadas de manera violenta a manos de la Policía de República Dominicana, siendo denominado también como Día Internacional contra la violencia de género.

Esta conmemoración hace énfasis en las denuncias que se realizan contra la violencia de género a nivel doméstico, la violación, el acoso sexual e incluso los abusos realizados a mujeres que pasan por procesos judiciales, evidenciando también que las mujeres que son detenidas en contextos de revueltas sociales son violentadas, viéndose vulnerados sus derechos.

[cita tipo=»destaque»] La prioridad que tienen temas de género dentro de las pautas informativas y la prioridad que se le da a otro por ser un jugador de fútbol, con un prontuario digno de juicio, pero que finalmente en este sistema patriarcal, cae en el olvido. [/cita]

Es así, como en el presente año aún a pesar de las condiciones sanitarias en las que aún el país se encuentra, grupos de mujeres se reunieron para conmemorar un nuevo 25 de noviembre, haciendo evidencia de su descontento ante todo tipo de violencia de género.

Ámbar Cornejo, Carmen Toro, Brenda Vidal, fueron algunas de las mujeres que marcaron las pancartas y los canticos, haciendo evidente que las mujeres aún siguen siendo violentadas, asesinadas y vulneradas de manera grotesca por el simple hecho de ser mujer.

A pesar de todo lo mencionado con anterioridad, pareciera ser que, para los medios convencionales, la contingencia marcó otro hito más importante: la muerte de Diego Maradona.

Las redes sociales no tardaron en llenarse de fotografías del denominado “dios del fútbol”, los portales informativos no se demoraron en cubrir la noticia destacando, por sobre todo, su trayectoria como futbolista, mientras que la cobertura de los acontecimientos que se realizaban en Plaza de la Dignidad con motivo de esta fecha, tan significativa en la lucha para erradicar la violencia patriarcal, parecía perder importancia para los medios tradicionales.

Las notas respecto a la vida de Diego Maradona se volvieron instantáneas. Mientras, los escritos periodísticos por el 25 de noviembre y el Día Internacional contra la violencia de género pasaron a segundo plano y, directamente, el enfoque fue otro. El punto de interés no pasó a ser la conmemoración, sino la muerte de alguien que incluso, de forma confusa, en múltiples ocasiones, fue acusado de abusos, violencia y en algunos otros momentos, con evidencia contundente, de ser alguien violento incluso con su propia mujer.

He aquí donde se hace un cuestionamiento juicioso, preguntando a otros respecto a esta arista de la vida del futbolista; y la respuesta va justo enlazada a lo que el movimiento busca erradicar. La prioridad que tienen temas de género dentro de las pautas informativas y la prioridad que se le da a otro por ser un jugador de fútbol, con un prontuario digno de juicio, pero que finalmente en este sistema patriarcal, cae en el olvido, y los medios de comunicación pierden la línea ética de lo que se debe mostrar y lo que no, se le resta total importancia a algo tan relevante como lo es la violencia de género y vuelve a ser un hombre el que de forma violenta irrumpe en la pantalla, aún después de las acusaciones que en vida levantaron tanta polémica.

No es ser poco justo con el dolor ajeno, no es insensibilidad por parte de aquellas que muestran su enojo ante este tipo de situaciones, sino simplemente, sentir que se pasa a llevar un movimiento social con un Pedro Carcuro despidiendo a Maradona como un hombre digno de santificar con una frase tan particular como: “Para mi el más grande de todos los tiempos se ha ido, genio irrepetible dentro y fuera de la cancha”, olvidando nuevamente a las que fueron víctimas de su violencia, de sus abusos y sus excesos y dejando de lado lo que debió haber sido uno de los puntos centrales del día: la conmemoración del Día Internacional contra la violencia de género.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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