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Polvo de Gallina Negra: la instalación artística feminista que puedes visitar en medio de un nuevo 8M BRAGA Créditos: Centro Nacional de Arte Contemporáneo

Polvo de Gallina Negra: la instalación artística feminista que puedes visitar en medio de un nuevo 8M

Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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En el marco de una nueva conmemoración del día internacional de la mujer, El Mostrador Braga visibiliza la instalación “Polvo de Gallina Negra: mal de ojo y otras recetas feministas” actualmente exhibida en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo, espacio dependiente del Ministerio de las Cultura las Artes y el Patrimonio. Se trata de una exposición que concentra el trabajo de una agrupación de arte mexicano pioneras en el artivismo feminista en Latinoamérica. Uno de los propósitos de la muestra es poner en relevancia el aporte de las mujeres en el mundo artístico, «como Centro Nacional de Arte Contemporáneo (CNAC) nos parece que las acciones de Polvo de Gallina Negra tienen plena vigencia hoy en día, tanto por su contenido como por las formas que van instalando en un cruce entre feminismo, campo artístico y activismo”, dice Soledad Novoa directora del centro de arte. Como novedad en el marco del 8M la instalación tendrá una versión itinerante que podrás visitar en el frontis de la Biblioteca Nacional.


«Polvo de Gallina Negra» es la primera exposición creada y montada en Chile que recopila el trabajo de la colectiva feminista mexicana conformada por las artistas Mónica Mayer y Maris Bustamante. Pero en otro nivel de relevancia, es también «la primera que define su producción como ‘arte feminista’ en América Latina», nos explica Soledad Novoa, directora del Centro Nacional de Arte Contemporáneo, quien ha sido la responsable de la planificación y gestión de esta instancia.

Mónica Mayer y Maris Bustamante, creadoras de Polvo de Gallina Negra

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dentro de las líneas de estratégicas del centro se encuentra poner en relevancia los activismos que han definido la realidad política y social de nuestro país en la actualidad y a partir de esto poder acercar y educar a las personas en torno a la experiencia de inmersión artística a la que invita una visita a un museo o centro de arte.

La exposición rescata una serie de documentos de archivo digitalizados, afiches, cartas, fotografías y piezas emblemáticas que dan a conocer los tres grandes momentos del desarrollo de las artistas, en las que se pueden apreciar los recursos que ambas propusieron para explicar a las mujeres las diversas formas en que la cultura patriarcal oprimía a las mujeres, siendo el humor  y la ironía, algunos de los recursos más utilizados en sus propuestas.

Entre las piezas seleccionadas, la obra “El Tendedero” (1978),  fue adaptada como instancia participativa. Se trata de un tendedero de ropa en el que «después del lavado» se compartirán las principales problemáticas en torno a la violencia de género percibidas por las asistentes a la exposición.

Cada participante tendrá la oportunidad de responder en privado las preguntas propuestas en estas tarjetas, en las cuales podrán plasmar sus pensamientos y percepciones sobre las  distintas formas de violencia de género para posteriormente colgarlas en el tendedero junto con las respuestas de otras mujeres, llamando a la reflexión sobre estos temas en comunidad.

Mujeres de todas las edades, orígenes y condiciones han sido invitadas a compartir sus experiencias e imaginar juntas un mundo libre de violencia patriarcal.

Mujeres invitadas a la sesión inaugural de la instalación participando de la instancia de mediación cultural «El tendedero».

Esta muestra comenzó a ser elaborada desde el 2020, su curatoría estuvo a cargo de las artistas María Laura Rosas y Julia Antivilo (Chile) y fue financiada, producida en su totalidad por el CNAC. En este sentido, Soledad Novoa expresa que este tipo de iniciativas en el campo del arte, «dialoga plenamente con colectivas y artistas que han venido abordando estas problemáticas desde al menos una década en nuestro país, y pone en escena temas que nos afectan a todas las mujeres -y a toda la sociedad, por extensión- posibilitando reflexiones, comunicación y acciones más allá del campo del arte».

Julia Ativilo, curadora de la muestra interactuando con el público al inicio de la instalación.

 

María Laura Rosas, explicando una de las piezas de la instalación en la cual las artistas de PGN inscriben toda las líneas de acción en las que el artivismo puede influir en las transformaciones de la sociedad.

Es por este motivo que el compartir y conversar en las visitas guiadas es parte importante de la inmersión en estos espacios y en línea con lo antes expuesto por Soledad Novoa, “lanzarse al abismo de la experiencia” es parte constitutiva de comprender que “el arte feminista es básicamente experiencia, desde nuestra experiencia subjetiva, desde nuestros cuerpos”.

«En este sentido, las instancias de activación que se han venido realizando desde su apertura son clave para entender la propuesta de PGN y forman parte esencial de la muestra, la que ha sido posible a partir de un proceso de mucho compromiso y colaboración entre las artistas, las curadoras y el equipo de trabajo del CNAC, lo que se ha traducido en una metodología de trabajo colectivo muy en sintonía con lo que nos propone Polvo de Gallina Negra”, subraya Novoa.

La exposición fue inaugurada el pasado 15 de enero y podrá ser visitada de martes a domingo hasta el próximo 15 de abril. En el contexto del #8M la obra «El tendedero», saldrá a las calles a modo de instalación itinerante que se hará presente en el frontis de la Biblioteca Nacional.

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