Publicidad
Violencia hacia las mujeres en política BRAGA Créditos: Agencia Uno

Violencia hacia las mujeres en política

Gael Yeomans y Karol Cariola
Por : Gael Yeomans y Karol Cariola Diputadas de la República
Ver Más


El viernes 25 de noviembre volvimos a conmemorar a nivel internacional a las hermanas Patria, Minerva y Teresa Mirabal, asesinadas en 1960 por oponerse a la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana, lo que nos hace reflexionar sobre las diferentes formas de violencia que experimentamos las mujeres a lo largo de nuestras vidas y por qué debemos eliminarlas.

Durante este año hemos visto una expresión visible y sostenida de violencia política por ser mujeres, por ser de las disidencias sexuales o por definirse feministas. Este tipo de violencia en particular constituye una de las principales barreras para el acceso y permanencia de las mujeres en espacios de liderazgo, representación y decisión política, ya que impide que contribuyan a la toma de decisiones que afectan directamente a sus vidas, al restringir sus opciones y limitar su capacidad para influir en la vida política.

[cita tipo=»destaque»] La violencia política existe tanto en comisiones y sesiones en sala, como en puntos de prensa y redes sociales, todas somos testigos y muchas veces víctimas de agresiones verbales de nuestros pares. [/cita]

Según un estudio realizado por la Corporación Humanas, en colaboración con Interpreta, en las últimas elecciones de convencionales constituyentes el 67% de las candidatas generales recibieron mensajes violentos en Twitter durante la campaña, siendo el principal motivo para recibir estas misivas el hecho de ser mujeres, independiente de su sector político.

Este análisis dio cuenta de que la mayor parte de las menciones que discriminan a las mujeres, aluden al menosprecio de capacidades (46%), seguidas por alusiones al cuerpo y sexualidad (38%), ofensas clasistas (7%) y roles y mandatos de género (7%). Según el estudio, quienes realizan este tipo de acciones son generalmente hombres (70%) identificados mayoritariamente con la derecha.

Aunque algunos sectores del espectro político han querido negarlo, tras ser oficiada, la Fiscalía respondió que existen más de 300 denuncias de delitos de connotación sexual por parte de agentes del Estado. Por su parte, también ABOFEM denunció prácticas llevadas a cabo en las comisarías; las que van desde desnudamientos forzados, tocaciones, humillaciones, hasta amenazas de golpes y violaciones.

La violencia política existe tanto en comisiones y sesiones en sala, como en puntos de prensa y redes sociales, todas somos testigos y muchas veces víctimas de agresiones verbales de nuestros pares. Sin ir más lejos, la semana pasada al momento de discutir el proyecto de ley que crea y fortalece las acciones para la atención, protección y reparación integral de las víctimas de femicidio y suicidio femicida, el debate se vio enlodado con intervenciones parlamentarias misóginas carentes de empatía, que más allá de ofendernos a nosotras como diputadas, faltan el respeto a cientos de familias, hijes y seres queridos que han sufrido bajo el contexto que busca amparar dicho proyecto de ley.

A pesar de que este no es un fenómeno nuevo, hemos sido testigos de la exacerbación de la violencia de género en el espacio político. Discursos misóginos y negacionistas aparecen pese a que la causa feminista mantiene como banderas el respeto hacia mujeres y disidencias sexuales y de género, así como la incorporación de la paridad como un piso mínimo para la actividad política e integración en la vida pública. En este contexto, en que sectores relativizan nuestros derechos, hoy más que nunca hacemos un llamado a que frente a las agresiones no se abra paso a la relativización desde la política o desde los medios de comunicación. La respuesta debe ser contundente y sin matices, porque en último término se daña nuestra democracia. Y a quienes siguen manteniendo sostenidamente estas prácticas les decimos que no estamos solas, porque nunca más será sin nosotras.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias