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Es hora de que el mundo sepa que somos brillantes Yo opino Créditos: Chokniti Khongchum en Pexels

Es hora de que el mundo sepa que somos brillantes

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Marcela Sandoval Osorio
Por : Marcela Sandoval Osorio Ministra de Bienes Nacionales
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Hay dos historias con las que me gustaría relevar la importancia que tiene el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia que se celebra el 11 de febrero. Dos historias que contribuyen a acortar las brechas de participación de género en el mundo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), y que bien podrían sumarse a las centenas de relatos que he escuchado a través de Atómicas, la academia con la que el colectivo Tremendas fundado por la activista Julieta Martínez, acerca cada año a chicas de todas las edades a estos conocimientos.

[cita tipo=”destaque”] Si bien un informe de la Unesco sobre ciencia publicado en 2021, indica que el número de mujeres con carreras científicas tiende a aumentar, aun la evolución sigue siendo lenta: poco más del 33% de las investigadoras en el mundo son mujeres y tan solo 4% de los premios Nobel científicos han sido otorgados a ellas. [/cita]

La primera de estas historias está protagonizada por una niña de seis años llamada Trinidad Medina, quien, en 2019, y tras darse cuenta de que el implante coclear que le permite escuchar a su hermana Olivia de tres, se quedaba sin baterías por las tardes, lanzó una idea en voz alta que terminó ganando un concurso internacional en Austria al que postularon otros 340 niños y niñas de 19 países: Ideas4cars. Lo que a Trinidad le preocupaba era poder jugar con su hermana a toda hora. Y para eso –tenía tanta razón– la solución era que las baterías de su implante coclear se cargaran con energía solar o con el movimiento de la propia Olivia porque de esta manera se alargaría su tiempo de escucha.

Afortunadamente, su padre no solo felicitó a Trinidad, sino que promovió su innovadora idea en este concurso donde la reconocieron como lo que es: una pequeña científica que a través de su invento está facilitando que otras personas puedan desarrollarse y jugar sin límites. La segunda historia también la protagoniza una niña, pero que ahora es Ministra de Estado.  Cuando era chica, Maisa Rojas, soñaba con ser astronauta. Pero fue en el colegio, y precisamente de la mano de las siempre escasas profesoras de Física, que se dio cuenta de que su camino iba por esas materias. Maisa Rojas saltó desde la Física a cursar Estadísticas, y luego a estudiar las ciencias de la atmósfera hasta convertirse en experta en cambio climático.

“Lo fascinante de ser científica es que sueles estar pensando en cosas que nadie ha pensado antes”, dijo ella en una entrevista mucho antes de ser designada como ministra del Medio Ambiente, y cuando era una de las únicas dos profesoras asociadas que trabajaban en el Departamento de Geofísica de la U. de Chile de un equipo de 15 personas.

Por muchos años se dio por sentado que a las mujeres no nos interesaban los temas científicos o tecnológicos. Pero gracias a historias como estas y las que también comparten las mujeres que trabajan por la participación femenina en las ciencias en los conversatorios que acogemos en la Fundación Prodemu (este sábado se realizará una nueva versión de Inspiraciencias *), es que sabemos que ese paradigma siempre estuvo errado: no es que no nos interesen estas áreas, es que culturalmente se ha instalado que las mujeres no somos tan brillantes para inmiscuirnos en áreas que han sido históricamente masculinizadas.

En Chile, datos del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género revelan que tan solo una de cada cuatro mujeres que se matriculan en la educación superior ingresan a carreras relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Por otro lado, si bien un informe de la Unesco sobre ciencia publicado en 2021, indica que el número de mujeres con carreras científicas tiende a aumentar, aun la evolución sigue siendo lenta: poco más del 33% de las investigadoras en el mundo son mujeres y tan solo 4% de los premios Nobel científicos han sido otorgados a ellas.

Necesitamos aumentar ese número, pero además ser vistas, y por eso lo que hacen colectivos como Revolución STEAM o Tremendas cuando conectan, potencian y visibilizan todos estos talentos, es inspirar y movilizar a cada vez más mujeres a mostrarse y crear. Es de esta manera, incidiendo y atrayendo a otras compañeras a la robótica, la astronomía, las ciencias biológicas o la tecnología, que eliminamos la brecha de participación de género en estas áreas, al mismo tiempo que generamos soluciones para los problemas de hoy. Algo que también promueve el gobierno feminista del presidente Boric, que en su presupuesto 2023, anunció una inversión extraordinaria en Ciencia y Tecnología de casi 76 mil millones de pesos, lo que significa un aumento histórico del 9,6% para potenciar la investigación y el desarrollo del país.

Como dicen las activistas, si queremos que el mundo cambie entonces no pueden seguir mirándolo los mismos de siempre. Desde Prodemu, donde promover y desarrollar los derechos de diversas mujeres es nuestro motor, las invitamos a ser protagonistas de este cambio que además aumentaría la participación laboral femenina. Cada año somos testigos de cómo 60 mil de ellas, con las herramientas, la información y la capacitación necesaria, se convierten en inventoras y alquimistas de sus propios emprendimientos y proyectos, mejorando su calidad de vida y la de sus familias, al mismo tiempo que se empoderan y ganan autonomía económica”.

*Una nueva versión de “INSPIRACIENCIAS 11F: Cien minutos de conversaciones atómicas STEM” se llevará a cabo de manera simultánea en Santiago y Concepción, el sábado 11 de febrero. Es una actividad gratuita y abierta a mujeres y niñas que organiza el colectivo Tremendas, y que contará -en su versión capitalina- con las exposiciones de Andrea Obaid, periodista científica, directora y fundadora de la productora Neurona Group y Endorfinas; Macarena Rojas Abalos, bióloga y directora ejecutiva de la iniciativa multidisciplinar de investigación colaborativa sobre la resistencia bacteriana, MICROB-R; y María Elisa Quinteros, cirujana dentista, epidemióloga e investigadora. Para participar del conversatorio que comienza a las 10 horas en Santiago, puedes acercarte a la sede central de la Fundación Prodemu (Agustinas 1389).

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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