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Constanza Albayay, la deportista copiapina que es campeona mundial de sandboard BRAGA

Constanza Albayay, la deportista copiapina que es campeona mundial de sandboard

Partió con el fútbol, siguió con karate, sumó el skate y en la adolescencia el surf. Para ella toda su vida deportiva fue la antesala de un proyecto mayor. En un intercambio en Estados Unidos conoció el snowboard y durante la pandemia, con la nostalgia de no poder practicar el deporte en la nieve, se sumergió en las dunas de la Región de Atacama. En noviembre de 2022 se convirtió en Campeona Mundial en México. ¿Su meta? Hacer del sandboard un deporte olímpico.


Para Constanza Albayay Munizaga (29) la línea de tiempo de su vida está atravesada por el deporte. Desde pequeña disfrutó de las canchas de fútbol y entre los 12 y los 19 años llegó a jugar en Deportes Copiapó y la Universidad de Atacama, en ambos casos como delantera.

A los 10 años se inició en el karate estilo kamasunki, donde reconoció haber aprendido algo más que conocimiento y técnica. “Poder interior, respiración, visualización, me hizo una mujer muy fuerte”, valoró. A los 18 años obtuvo el cinturón negro.

Cuando tenía 13 años, aproximadamente, conoció el skate y patinó de norte a sur la entonces pequeña ciudad de Copiapó, capital de la Región de Atacama, lugar donde nació, creció y aún vive. Y más o menos a los 19 años partió con el surf.

“Estando en la universidad me fui con un programa de intercambio a EEUU y en mis vacaciones estuve en Sun Valley (Idaho), donde practiqué por primera vez snowboard, y allí quedé apasionada”, reconoció.

Volvió durante cinco temporadas de invierno a trabajar allá mientras usaba su tiempo libre para aprender snowboard, un deporte extremo que consiste en deslizarse en una tabla a través de pendientes de nieve. “Lo hice siempre como hobbie, jamás me metí a competir, no sé por qué… creí que era quizá algo inaccesible, no sé”, confesó.

De la nostalgia de la pandemia a convertirse en campeona mundial

Durante la pandemia y ante la nostalgia de no poder practicar el snowboard, Constanza lo reemplazó por el sandboard, aprovechando el auge del deporte que también usa una tabla, pero el desliz es sobre la arena. Su ciudad le proveyó el mejor espacio para la práctica.

“Jamás me imaginé que me iba a gustar tanto, en el camino me fui enamorando del deporte, de la geografía que lo desarrolla y me di cuenta que podía ser una mujer que podría ayudar a desarrollarlo y llevarlo a todos lados”, contó.

En abril de 2022 tuvo su primer campeonato y se convirtió en Campeona Nacional de Slalom y ganó el segundo lugar en Big Air. En noviembre del mismo año, fue convocada al Mundial de Sandboard en México y se convirtió en Campeona Mundial en categoría profesional Mixto en Slalom, Campeona Mundial en categoría profesional femenina en Big Air y obtuvo el título del mejor tiempo del campeonato.

A su juicio, su trabajo y el de decenas de deportistas que se suman a esta práctica día a día contribuyeron a que las mujeres ahora tengan “una base sólida” de reconocimiento en el área. “Las mujeres somos muy capaces, mi nivel de riding está al mismo nivel de los mejores del riding profesionales masculinos”, dijo con orgullo.

“Cuando volví pensé que me iba a cambiar la vida, y la verdad es que la falta de difusión del deporte hizo que pasara casi desapercibido al menos hacia las autoridades”, manifestó. Luego de un trabajo de difusión de meses, la deportista siente que “recién” la están conociendo a nivel estatal.

Para la Técnico en Prevención de Riesgos, Ingeniera en Ejecución en Minas y Máster en Dirección y Coordinación de Emergencias y Protección Civilizada, las cualidades geográficas de su región, que tiene los campos dunares más extensos y una diversidad de formas geográficas que permiten practicar para los tres tipos de categorías, “son ideales”. Pese a ello, también reconoció los riesgos de la zona y los desafíos del deporte.

 

“Los riesgos que tenemos son la visita de la población no relacionada con el deporte va y ensucia, no tiene cuidado con la limpieza y preservación de la naturaleza”, señaló. De igual manera, subrayó que “no es un deporte accesible” ya que el equipamiento básico cuesta alrededor de 280 mil pesos.

Otro de los aspectos que mencionó la campeona mundial fue que aunque no es un deporte federado “esto no significa que no exista” y esa es una de sus metas: “hacer del sandboard un deporte olímpico y estar presente en la primera olimpiada como coach de la y el mejor de Chile”, destacó.

 

La belleza del paisaje en que se desarrolla el deporte junto con la dificultad de la técnica lo transforman en un deporte de una belleza visual inigualable. “Si tuviéramos la TV para proyectarlo estoy segura que a las personas les encantaría poder verlo, de hecho siempre me preguntan si va a ser proyectado en algún medio”, finalizó Albayay.

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