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La des-tabuización del placer femenino: una transformación en mujeres de la tercera edad en Chile BRAGA Ilustración de Carolina Urueta

La des-tabuización del placer femenino: una transformación en mujeres de la tercera edad en Chile

Valentina Marín Parra
Por : Valentina Marín Parra Periodista El Mostrador Braga
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En los últimos años, Chile ha sido testigo de un cambio significativo en la forma en que se aborda la sexualidad femenina, especialmente en mujeres de la tercera edad. La des-tabuización del placer femenino se ha convertido en un tema cada vez más relevante y ha sido impulsada por una mayor apertura en la comunicación sobre la sexualidad y la educación sexual en el país.


Durante décadas, la sociedad chilena ha sido construida sobre una serie de tabúes y estigmas en torno a la sexualidad, sobre todo la que respecta al placer femenino. La falta de información y la dificultad para abordar estos temas de manera abierta y sin prejuicios han dejado a muchas mujeres en la ignorancia o la vergüenza en relación con su propio cuerpo y su sexualidad.

Sin embargo, en la última década, se ha producido un cambio notable. La sociedad chilena ha comenzado a reconocer la importancia de la educación sexual y la comunicación abierta sobre la sexualidad como elementos fundamentales para el bienestar y la calidad de vida de las personas, independientemente de su edad.

“Las mujeres y personas con vulva llevan mucho tiempo tratando de visibilizar sus problemáticas, derechos y sentires, lo que sin duda se ha apreciado también en la vida sexual, tema transversal en la vida de las personas. Antes era muy mal visto que las mujeres hablaran sobre sus intereses sexuales, sobre el placer”, comentan desde el centro de Salud Sexual y Salud Reproductiva de la Asociación Chilena de Protección a la Familia (APROFA).

La matrona feminista de la Universidad Austral de Chile y directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Matronas y Matrones de Chile (ASOMAT), habla sobre la importancia de los movimientos feministas para poner en la palestra estas tematicas, “los movimientos feministas son los que han instalado la necesidad de hablar del placer en las mujeres, por ejemplo el derecho a la masturbación femenina (…) Muchas veces también las mujeres sienten vergüenza de generarse auto-placer”, y agrega, “en ese sentido, la visibilización de la sexualidad de las mujeres en la tercera edad ha sido fundamental desde los movimientos feministas y también el trabajarlo para, desde esta epidemiología de que las personas viven más, que sea vivir con una mejor calidad de vida”.

Sexualidad en la tercera edad y educación sexual

Particularmente, las mujeres de la tercera edad han experimentado una transformación significativa en su percepción y experiencia del placer femenino. Gracias a la mayor disponibilidad de información y al cambio en la mentalidad social, muchas mujeres han comenzado a explorar y disfrutar su sexualidad sin sentir culpa ni vergüenza.

“Las personas de la tercera edad se enfrentan a un mito significativo, que habla que al llegar el proceso de climaterio y con ello la menopausia, se acaba la vida sexual. Esto es super importante trabajarlo porque en general afecta la calidad de la vida de las personas y no siempre se aborda de manera integral, entendiendo el proceso fisiológico y acompañando el re-comprender la vida sexual”, añaden desde APROFA.

Victoria Cantillana (78 años) es una mujer de la tercera edad que cuenta su experiencia, “era muy raro que se nos hablara de sexualidad, muchas amigas y me incluyo, aprendimos de sexo una vez ya casadas, pero era para tener hijos o cuando al marido le diera ganas, fue una vez que cambié de marido que dije: no quiero vivir lo mismo que con el otro. Y le dije abiertamente que quería sentir placer porque también, una amiga me preguntó si conocía lo que era un orgasmo y no sabía y me informé y fue como… tambien quiero ”.

Y es que, a medida que la esperanza de vida aumenta y las sociedades se envejecen, es importante reconocer y comprender la sexualidad en la tercera edad como una parte natural e integral de la vida de las personas. Contrario a los estereotipos y prejuicios existentes, la sexualidad no desaparece con el envejecimiento, sino que evoluciona y puede seguir siendo una fuente de satisfacción y bienestar para muchas personas mayores.

En el caso de las mujeres, se puede sentir un orgasmo hasta que fallecemos ya que, como comentan desde Asomat: “el clítoris es el único órgano que nunca envejece”.

La matrona clínica, co-fundadora de “Pan y Orgasmo”, Valerie Navia también advierte sobre algunos mitos que se ejercen sobre la sociedad respecto a la sexualidad llegando a la tercera edad puesto que “se asocia a la pérdida del deseo erotico o la pérdida de la capacidad de tener placer y erotismo con el avance de los años, es decir, que a llegar a cierta edad determinada conocida socialmente como vejez ya no hay una vida sexual y por lo tanto ya no hay erotismo, placer, excitación”, además añade que “debemos ampliar la mirada y entender que la sexualidad no es solo coito”.

En esta línea, muchas mujeres de la tercera edad han encontrado espacios seguros para compartir sus experiencias, dudas y deseos, lo que ha contribuido a romper los tabúes y a fomentar una cultura de aceptación y respeto hacia la sexualidad femenina en todas las etapas de la vida.

Susana Oyarzún (72 años) comenta: “nunca me hablaron de métodos anticonceptivos, yo tuve ocho hijos y muy joven, yo creo que si me hubieran informado, a lo mejor muchas cosas serían distintas, pero no se hablaba, a mis hijas trate de informarlas para que no les pasara lo mismo y hablando ahí, con mis comadres la historia se repite”.

No es un secreto que en Chile, la educación sexual integral ha sido un tema de debate y controversia durante años. Aunque existen numerosas evidencias y recomendaciones internacionales sobre la importancia de una educación sexual integral para la salud y el bienestar de las nuevas generaciones, su implementación ha enfrentado varios desafíos en el país.

Uno de los principales obstáculos ha sido el conservadurismo arraigado en sectores de la sociedad chilena. Como se mencionaba anteriormente, existen prejuicios y tabúes en torno a la sexualidad, lo cual ha generado resistencia hacia la incorporación de una educación sexual integral en los currículos escolares. Algunos sectores argumentan que este tipo de educación puede promover la promiscuidad o socavar los valores tradicionales.

Sin embargo, a María Salas (93 años) le alegra que se esté luchando para implementar estos conocimientos. “En esos tiempos era normal tener 7, 8 hasta 13 hijos, porque no se hablaba, solo se tenían, pero esto de la sexualidad era un tema como secreto y tampoco podías intentar hablar de ello con nadie, había mucho prejuicio, entonces ahora me pone contenta cuando veo en las noticias a estas niñas peleando por los derechos de las mujeres porque pienso que la educación sexual es importante, te lo digo yo que ya tengo 93 años”.

Si bien aún queda trabajo por hacer, la des-tabuización del placer femenino en mujeres de la tercera edad en Chile (y el mundo) es un indicador positivo de la evolución de la sociedad en la comprensión y valoración de la sexualidad femenina. A medida que se continúe promoviendo la educación sexual inclusiva y la comunicación abierta, es probable que este cambio se mantenga y se fortalezca, beneficiando a las mujeres de todas las generaciones.

“Es sumamente importante seguir recalcando que la Educación Integral de la Sexualidad (ESI) es fundamental para alcanzar la equidad e igualdad. Tener acceso a información con evidencia científica, basada en derechos, libre de estereotipos es fundamental para que todas las personas, hombres y mujeres puedan vivir vidas plenas. Como sociedad en conjunto, tenemos que ser capaces de avanzar en procesos reflexivos que pongan a las personas y sus derechos como focos de atención y no las creencias personales, valóricas o morales”, finalizan desde Aprofa.

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