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Niñas de 4 meses hasta mujeres de 85 años: las ejecutadas políticas de la dictadura chilena BRAGA

Niñas de 4 meses hasta mujeres de 85 años: las ejecutadas políticas de la dictadura chilena

Desde los 4 meses hasta los 85 años: en el Día Nacional del Ejecutado Político, se recuerda a las niñas y mujeres que fueron asesinadas por las fuerzas armadas y/o de seguridad durante la dictadura militar. Algunas de las muertes se produjeron por el solo hecho de ir a comprar pan (Actualizada)


Paola Andrea Torres Aguayo era una bebé de cuatro meses que el 27 de marzo de 1984 se encontraba  junto a su hermana, Soledad Ester Torres Aguayo (4 años) en su casa, según información de Memoria Viva. Esa noche se desarrollaron protestas en la población Libertad de la ciudad de Concepción, y las lacrimógenas lanzadas por Carabineros alcanzaron su hogar, muriendo ambas a raíz de graves quemaduras.

Las hermanas Paola y Ester son solo dos de las decenas de niñas consideradas ejecutadas políticas de la dictadura de Pinochet, catalogadas de esa manera por el hecho de haber muerto a raíz de acciones de integrantes de fuerzas de seguridad o armadas en contexto de dictadura cívico-militar.

Este 30 de octubre, Día Nacional del Ejecutado Político, desde El Mostrador Braga se recuerda especialmente a aquellas niñas y mujeres asesinadas por el Estado, que de acuerdo a datos del archivo del Museo de la Memoria y Derechos Humanos, son más de 120. Las víctimas identificadas registran desde meses de vida hasta 85 años y no solamente eran chilenas, sino que también hubo mujeres de otras nacionalidades, quienes murieron en medio de enfrentamientos, en su domicilio o por el solo hecho de transitar por la calle.

Es el caso de Susana Elizabeth Sanhueza Salinas, una menor de tres años que se encontraba jugando en el antejardín de su casa. Según información del Museo de la Memoria y Derechos Humanos, la niña murió producto de un enfrentamiento entre el MIR y la DINA el 24 de febrero de 1976.

Otro caso que retrata a las niñas ejecutadas por agentes estatales es la muerte de Claudia Andrea Valenzuela Velásquez, quien a sus seis años fue ejecutada en su hogar junto a sus padres por Carabineros, en septiembre de 1973, instancia en la que quedaron heridos sus hermanos.

Foto: Claudia

Entre otras niñas y mujeres que fallecieron mientras realizaban tareas cotidianas, se encuentra Nadia del Carmen Fuentes Concha, una menor de 13 años que el 2 de julio de 1986 fue a comprar pan y recibió el impacto de una bala de Carabineros al tiempo que caminaba por Avenida el Parque (Santiago).

De manera similar ocurrió con Guadalupe del Carmen Chamorro Leiva, una adolescente de 18 años que trabajaba de asesora del hogar. En medio de manifestaciones estudiantiles en contra de la municipalización de la enseñanza (1986), fue asesinada de un balazo mientras transitaba por la vía pública.

Estas son solo algunas de las historias que retratan la crueldad de un periodo en que cualquiera podía ser víctima. De acuerdo con datos del Observatorio de la Defensoría de la Niñez, al menos 150 niños, niñas y adolescentes fueron identificados como víctimas de ejecución en el periodo de la dictadura, mientras otros 40 fueron víctimas de desaparición forzada.

Mujeres adultas jóvenes y mayores también fueron ejecutadas por y en la dictadura, sin importar edad, militancia partidaria ni nacionalidad.

𝐁𝐞𝐚𝐭𝐫𝐢𝐳 𝐄𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐃𝐢𝐚𝐳 𝐀𝐠𝐮𝐞𝐫𝐨 tenía 26 años, era argentina, licenciada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cuyo y militante del MIR. Según información de Londres 38, estaba casada con 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐑𝐨𝐝𝐨𝐥𝐟𝐨 𝐀𝐝𝐥𝐞𝐫 𝐙𝐮𝐥𝐮𝐞𝐭𝐚 y se encontraba embarazada de seis meses: ambos fueron secuestrados en su casa y luego asesinados en la calle, hecho que es conocido como el Caso Torres de San Borja.

Foto: Beatriz

Datos de la web del Observatorio de la Defensoría de la Niñez detallan que un total de 700 niños, niñas y adolescentes quedaron huérfanos debido a la ejecución o desaparición forzosa de sus padres, también que 15 mujeres embarazadas fueron ejecutadas o desaparecidas.

Semejantemente, en septiembre de 1973, Sonia Ojeda Grandón (29) fue asesinada en situación de embarazo junto a su familia en su domicilio luego de que Carabineros allanara su casa.

Elena del Tránsito Farías Quiroz, en tanto, murió a sus 85 años luego de participar el 27 de marzo de una Jornada de Protesta Nacional en la cual sufrió una insuficiencia cardiaca luego de recibir lacrimógenas por parte de Carabineros.

Entre las mujeres ejecutadas también se encuentran extranjeras, que murieron en suelo nacional e internacional, pero donde también hubo participación activa del Estado chileno. Es el caso de Ronnie Karpen, activista política de izquierda estadounidense y secretaria de Orlando Letelier, con quien murió en el atentado.

Foto: Ronnie

Desde Brasil, Vanini Jane llegó en situación de exiliada de la dictadura de su país en 1971. En Chile conoció al periodista Pepe Carrasco, con quien además de contraer una relación, participaron de un partido político, siendo ambos asesinados.

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