
Pilotos, mecánicas, tripulantes: Abriendo las alas a nuevas generaciones de niñas en Pudahuel
Ochenta niñas de Pudahuel vivieron una jornada inspiradora en la base de mantenimiento de Latam, donde conocieron a mujeres que rompen estereotipos en la aviación. La actividad, organizada junto a Inspiring Girls Chile, buscó ampliar sus horizontes vocacionales.
“Solo soy una chica que siempre quiso volar” o “solo soy una chica que quería reparar aviones”, decían, micrófono en mano, algunas mujeres de diversas edades que trabajan en las distintas áreas de Latam mientras desfilaban entre un grupo de estudiantes de 7° y 8° básico de los colegios El Salitre y Estrella de Chiloé, de la comuna de Pudahuel.
Las niñas llegaron hasta la Base de Mantenimiento de la aerolínea para vivir una jornada que, para muchas, podría marcar el inicio de nuevas sueños y aspiraciones.
Por cuarto año consecutivo, la aerolínea, junto a la Fundación Inspiring Girls Chile, reunió a un grupo de 80 niñas con el objetivo de derribar estereotipos de género y ampliar sus horizontes profesionales.
Durante la actividad, 12 mujeres referentes de Latam compartieron sus trayectorias en el mundo de la aviación. Desde pilotos, tripulantes y técnicas mecánicas hasta abogadas, jefas de operaciones y líderes digitales, el abanico de profesiones dejó claro que el sector aeronáutico tiene espacio para todos los talentos.
Inspirar, motivar y ampliar horizontes
“Cuando tenía la edad de estas niñas, jamás imaginé que terminaría trabajando como abogada en una aerolínea. Ni siquiera en la universidad se me habría ocurrido”, confesó Giselle Rubio, gerente legal del grupo LATAM. “Por eso nos gusta tanto esta actividad: porque creemos que ampliamos el horizonte vocacional de las niñas, mostrándoles que también existe esta opción”.
La jornada buscó derribar estereotipos y ampliar horizontes, en un espacio pensado para fomentar el interés por la aviación y, sobre todo, para demostrarles que no existen límites cuando se trata de soñar en grande.
Rubio también compartió su historia personal, recordando cómo el impulso familiar fue clave en su desarrollo: “Mi papá siempre me decía: me da lo mismo lo que estudies o en qué trabajes, pero trata de ser la mejor en eso, da lo mejor de ti”. Ese mismo mensaje de confianza es el que busca transmitir a las nuevas generaciones: “Estas niñas llegan con las caritas ilusionadas y con ganas de comerse el mundo. Hay que motivarlas a que se atrevan a soñar”.
Con más de 15.500 mujeres en su dotación —lo que representa cerca del 40% del total del grupo Latam—, la aerolínea ha logrado de forma anticipada una meta que se había propuesto para 2030. En áreas tradicionalmente masculinizadas, como la mecánica aeronáutica y la pilotaje, también se han dado pasos importantes: actualmente, 224 mujeres son pilotos y más de 250 trabajan en mantenimiento.
“Es emocionante ver el cariño con el que mujeres referentes de LATAM impulsan este proyecto colaborativo, en el que mostramos a las niñas la gran diversidad de oportunidades laborales que existen en la industria aeronáutica”, dice Macarena Salosny, presidenta de Inspiring Girls Chile.
“Este año capacitamos a una speaker de 21 años que se desempeña en el área de carga, ha sido la referente más joven que hemos tenido la oportunidad de visibilizar, un hito que muestra que la diversidad va más allá del género”, agrega Salosny, quien también es líder de Desarrollo Regional para América Latina de Fundación Inspiring Girls.
Una experiencia transformadora
La jornada no solo fue de conversación. Las escolares también pudieron recorrer las instalaciones de Latam, explorando de cerca el mundo de la aeronáutica.
Con casi 12 años, Dominic está en sexto básico y nunca se había subido a un avión. “Me llamaba la atención antes, sí, pero me daba algo de miedo. Ahora que conocí y estuve acá me da más relajo”, cuenta tras la visita.
“La verdad, esto me interesó harto y si fuera alguien de aquí, sería tripulante de cabina. Siempre había pensado en ser algo como veterinaria, pero me gustó esto de conocer los aviones y tener la posibilidad de viajar. Mi sueño sería ir a París porque yo, desde chica, le vengo diciendo a mi mamá que la voy a llevar a París cuando sea grande. Y ahora siento que podría estar más cerca de eso”.
La jornada fue también una oportunidad para visibilizar nuevas áreas del sector, como la tecnología, los datos o la inteligencia artificial. “Hay un universo enorme de profesiones en la aviación, y muchas niñas ni siquiera saben que existen porque nunca se los han mostrado. Esta actividad es una invitación a descubrir que no hay límites cuando se trata de elegir un camino”, dice Rubio.
Además, uno de los momentos más simbólicos de la jornada fue la entrega de un collet reciclado, diseñado por artistas chilenas a partir de uniformes en desuso del personal de Latam, en el marco del programa de economía circular “Segundo Vuelo”.
Para Rubio, el compromiso de Latam con la equidad es real y tangible: “Yo me casé y tuve a mis hijos trabajando aquí. Estando en mi segundo postnatal, me avisaron que me habían otorgado el premio de líder de servicio. A las dos semanas de volver, me ascendieron. Eso habla de una empresa que valora el desempeño, más allá de los prejuicios”.
La experiencia dejó una huella en las niñas asistentes, pero además sumó un paso más hacia una aviación donde las alas no entienden de género.