
Qué es “Mindful Eating” y cómo influye en el cuerpo y mente
El Mindful Eating, práctica derivada del mindfulness, propone una forma de alimentarse centrada en la atención plena y sin juicios. En medio de su creciente expansión global, una encuesta de Mondelēz revela que el 96% de los consumidores ya aplica hábitos de snackeo consciente.
El Mindful Eating es la aplicación del Mindfulness o atención plena, al acto de alimentarse. Esto significa estar completamente presentes durante la experiencia de comer, involucrando todos los sentidos; aroma de los alimentos, textura, sabor y hasta los sonidos que produce al masticar. La idea es enfocarse en el momento, dejando de lado la culpa, los juicios o la necesidad de contar calorías.
A diferencia de una dieta tradicional, esta práctica no busca restringir alimentos ni promover la pérdida de peso. Su objetivo es fomentar una conexión más íntima y saludable con la comida.
Y si bien cada experiencia es única, muchos especialistas coinciden en que practicar esta técnica ayuda a reducir la ansiedad alimentaria, a mejorar la digestión y a reconocer mejor las señales de hambre y saciedad.
Eliana Reyes, nutrióloga y directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de los Andes (UAndes) explica que entre los beneficios que tiene está el “establecer una relación saludable con la comida para poder disfrutarla totalmente y sentir las fases de la alimentación”.
Conectar con la comida
La alimentación consciente no es solo un concepto en expansión en redes sociales o en círculos de bienestar. Así lo confirma la última edición del estudio State of Snacking 2025, realizado por Mondelēz International en alianza con The Harris Poll, que analizó el comportamiento de consumidores en 12 países, incluidos varios de América Latina.
Uno de los hallazgos más significativos es que el 96% de los consumidores afirma practicar el snackeo consciente, es decir, comer sus colaciones con atención plena. Además, el 79% de los encuestados asegura que disfruta más de sus snacks cuando los consume con todos sus sentidos, lo que reafirma el valor de una alimentación más presente y sensorial.
El estudio también reveló que el 81% presta atención al sabor, textura y aroma de los productos que consume entre comidas. Por otro lado, el 69% prefiere porciones controladas, priorizando el equilibrio entre bienestar y disfrute.
Daniella Lozada, líder de Insights & Analytics de Mondelēz para la región Wacam, afirmó que “las personas buscan equilibrar el disfrute con el bienestar, y eso está impulsando una tendencia hacia una alimentación más consciente. Las porciones pequeñas permiten disfrutar los productos sin excesos. Muchos están adoptando un enfoque más consciente en sus hábitos alimenticios, sin dejar de lado los momentos de disfrute”.
¿Cómo practicarlo en la vida diaria?
No se necesita tiempo extra ni ingredientes especiales. Basta con hacer pequeños cambios de atención durante los momentos de comida. Sin embargo, Reyes destaca que es importante la guía de un profesional experto en Mindful Eating.
Por otro lado, la especialista aclara que no es una práctica que se puede comparar con hacer dieta. “Esta es una forma de comer consciente, evitando el comer por impulso, pero no es una dieta, es una forma de comer”, aclara la nutrióloga.
Especialistas en nutrición y salud mental coinciden en que prácticas como el Mindful Eating pueden mejorar significativamente la relación de las personas con la comida. Esto no solo se refleja en una alimentación más equilibrada, sino también en una mejora general del bienestar emocional y físico.
Además, esta práctica es adaptable. Se puede aplicar al desayuno, al almuerzo, a una merienda o incluso a un snack de medianoche.