
Boysober: la tendencia que invita a mujeres a pausar las citas para priorizar su bienestar emocional
“Boysober” fusiona “boy” y “sobriety” e impulsa una pausa en las relaciones sexuales y afectivas tradicionales. Más que celibato, se trata de introspección, autocuidado y redefinición de vínculos. Expertas opinan que puede mejorar la salud mental y fortalecer elecciones auténticas.
En los últimos meses, ha emergido entre mujeres jóvenes de distintas culturas una tendencia llamada “boysober”. Lejos de ser una simple moda, se perfila como una respuesta consciente a la saturación emocional generada por las dinámicas románticas tradicionales, plataformas de citas poco satisfactorias, expectativas sociales y la búsqueda constante de validación externa. Según Infobae y El Español, quienes se identifican como parte de este movimiento optan por detener temporalmente el contacto afectivo con hombres para explorar su propio ser, reafirmar amistades, equilibrio emocional y autodeterminación.
¿Qué es realmente el “boysober”?
El término nació a partir de la combinación en inglés de “boy” (hombre/chico) y “sobriety” (sobriedad). No significa ausencia total de intimidad, ni implica necesariamente un celibato absoluto. Su objetivo principal es distanciarse de relaciones sexo-afectivas frecuentes o superficiales, dar espacio a la reflexión, sanación emocional y reconstruir formas de amar que no dependan de presiones externas.
Origen y motivaciones del movimiento
El concepto ha ganado tracción entre generaciones como la Z, cansadas de dinámicas de pareja superficiales, citas impulsivas o relaciones que no llenan más que expectativas ajenas. Según Infobae, jóvenes como Hope Woodard experimentaron decepciones reiteradas en el mundo romántico y vieron en esta pausa una oportunidad para recuperar autonomía.
Woodard, comediante de Nueva York, ha sido una de las voces más visibles del movimiento. Su experiencia personal, documentada en TikTok, la llevó a tomar un “año sabático” de citas tras una etapa de frustración emocional. Sus publicaciones resonaron con miles de mujeres jóvenes que, al igual que ella, se sentían atrapadas en relaciones tóxicas o experiencias vacías mediadas por apps de citas. Esta viralización impulsó aún más la expansión del “boysober”, especialmente entre la generación centennial.
De acuerdo con las propias participantes del movimiento, una de las razones clave detrás de esta decisión es que la cultura del dating actual se ha tornado insostenible. Las plataformas de citas, lejos de facilitar conexiones reales, han derivado —en muchos casos— en experiencias de desgaste emocional, superficialidad y desilusión.
A esta corriente también se ha sumado la actriz Drew Barrymore, quien, como destacó El País, relató en su blog que, desde que se convirtió en madre soltera, ha preferido no involucrarse en relaciones íntimas. “He tenido el honor y el placer de trabajar en mí misma”, escribió. Este enfoque, que algunos denominan “babysober”, se interpreta como una especie de detox de citas y vínculos sexuales con hombres, pero no implica una abstinencia completa.
Melanie Eichhorn, sexóloga de la marca ‘Satisfyer’, explicó al mismo medio que este tipo de decisión no equivale al celibato: “No se trata de eliminar por completo la sexualidad, ya que el placer personal y el autocuidado siguen siendo parte de la ecuación”. Además, añadió que este cambio de enfoque busca modificar la relación mental con el deseo y alejarlo de la exigencia de las citas. “La libido fluctúa naturalmente a lo largo de la vida, lo cual es totalmente normal y no debe causar preocupación”, señaló. De hecho, esta elección de pausar las relaciones externas puede tener un efecto altamente positivo en la salud psicológica y el equilibrio emocional de quienes lo practican.
Implicaciones para la salud mental y emocional
Psicólogos y sexólogos señalan que movimientos como este pueden ofrecer beneficios verdaderos si se llevan con reflexión y acompañamiento: mayor autoconocimiento, reducción de ansiedad o angustia derivada de expectativas románticas, fortalecimiento de redes sociales no románticas. Sin embargo, advierten que no todos los casos serán iguales: puede haber confusión, rechazo social o presión cultural, por lo que se recomienda equilibrio y discernimiento.
El boysober no es un llamado a aislarse, sino a elegir mejor: definir cuándo, con quién y bajo qué condiciones generamos vínculos emocionales. Al detener momentáneamente las relaciones convencionales, muchas mujeres reportan claridad sobre sus necesidades afectivas y fortalecimiento de su autoestima. En un contexto cultural que ha sobrevalorado lo romántico como medida de valor personal, esta tendencia abre el espacio para la libertad de elegir, sanar y conectar desde lo auténtico.