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La Bárbara de la Mancha Yo opino Créditos: Cedida.

La Bárbara de la Mancha

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Ignacio Pérez
Por : Ignacio Pérez Director Escuela de Periodismo y Comunicaciones Universidad de Las Américas.
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La extraordinaria nadadora en aguas abiertas Bárbara Hernández alcanzó nuevamente otro récord en su carrera deportiva al convertirse en la primera mujer sudamericana en hacer el doble cruce al Canal de La Mancha, y la segunda latinoamericana, tras la mexicana Nora Toledano en 1994.

Lo hizo en 27 horas y 19 minutos sin parar, con casi nulo apoyo externo (salvo entrega de hidratación), y entre delfines, medusas y una foca, lo que además le suma una dificultad gigante para ir buscando el mejor camino y llegar a la meta entre Francia e Inglaterra, ida y vuelta.

Estas noticias si bien ya son una costumbre en la extraordinaria deportista chilena, no dejan de sorprendernos, por lo mismo, es necesario hacer una pausa y pensar en lo que ha logrado, pero, sobre todo, cómo lo ha hecho.

Si bien este canal no tiene nada que ver con la región de La Mancha en España, por donde El Quijote cabalgó y soñó, junto con su escudero Sancho Panza, donde confundió los molinos de viento con gigantes, Bárbara Hernández sí debió luchar desde el inicio de su carrera con grandes enemigos verdaderos. Esos que impedían el desarrollo de la actividad física masiva como una política pública de largo plazo y que el deporte fuera una opción real no solo para cabalgar, sino que para vivir.

Ella es un ejemplo más de cómo Chile no comenzó antes su estrategia deportiva enfocada, donde se revise la historia, geografía, cultura, capacidades, costumbres regionales y se enfoquen los talentos.

Nuestro país tiene la costa más extensa del mundo, estamos atravesados por la Cordillera de los Andes y otras cadenas montañosas extensas, y extranjeros vienen a entrenar a los centros de esquí que tenemos, solo por nombrar algo que está a la simple vista de todos.

Entonces, ¿cuándo comenzaremos a potenciar la natación, el ciclismo, triatlón o los deportes invernales de manera prioritaria?  La respuesta se cae de madura y la seguimos esperando.

En los años 80 cuando un niño nadaba mucho en el mar, un río o una piscina, en cualquier momento se venía el grito de “buena Tiburón Contreras” en honor al gran porteño Víctor Contreras, al cual Bárbara Hernández le ha dedicado sentidas palabras en muchos de sus logros por cómo inspiró a generaciones de nadadores, pero haciendo todo prácticamente solo.

Esperemos que ahora comience a ser común escuchar “buena, Bárbara Hernández” cuando una niña esté todo el día en el agua. Pero, ojalá que no tenga molinos de viento al frente, o deba nadar contra la corriente, antes de meterse al agua.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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