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Clapton dirá adiós a Chile con» Reptile»

El músico inglés traerá sus inolvidables canciones Tears in heaven, Layla, My father eyes y gran parte de las nuevas melodías del reciente disco, Reptile, que además es el nombre de la gira mundial, la última del mejor guitarrista del mundo.


En 1974 un visionario del público gritó: «Clapton es Dios», y Eric Patrich Clapton respondió: «No soy Dios, sólo soy el mejor guitarrista del mundo».



Hace diez años hizo la penúltima gira de gran envergadura. Ahora, en un nuevo periplo llegará el 4 de octubre a Chile, en lo que será su última gran travesía, que continuará con actuaciones en Montevideo, Brasil y México.




Además de las más de 70 guitarras de su propiedad, viene con aquellos deliciosos clásicos del rock y buena parte del reciente disco, Reptile: un trabajo que testifica la habilidad de fusionar estilos y mantenerse firme en el blues.



Hace poco iluminó la escena sonora con el álbum Riding with the king, realizado con la colaboración con B.B. King y ganó el Premio Grammy como Mejor Álbum Tradicional de Blues. Siguió con Reptile, otro chispazo musical hecho en co-producción con Simon Climie, que incluye en la banda a Billy Preston, Joe Sample, Paul Carrack y Tim Carmon en los teclados; Andy Fairweather y Doyle Bramhall II en las guitarras; Nathan East en el bajo; Paulinho Da Costa y Steve Gadd en la percusión y los Impressions en las voces.



La inspiración nació después de la experiencia con B.B. King y tras la muerte de un tío.



«Reptile es todo sobre mi tío, es algo de donde vengo. En Ripley, la villa donde nací, ‘reptil’ es una forma para referirnos los unos a los otros. En los bares, uno dice ‘Aquí viene el reptil’, o ‘ usted ha visto al joven reptil’. Reptil se refiere a mi tío, y también a mí. En el álbum he escrito una pequeña página de explicación. Dice ‘Donde yo vengo, la palabra Reptil es un término cariñoso. Es una forma de reconocimiento. Él es un reptil, él es uno de nosotros'», comentó al respecto.



Son catorce temas inéditos, algunos cover de Stevie Wonder, en I Ain’t Gonna Stand For It, Don’t Let Me Be Lonely Tonight, de los Isley Brothers, entre otros que aproximan al disco a un umplugged-eléctrico, aderezado con Travelin Light, de JJ Cale, Come Back Baby, de Ray Charles, Superman Inside, co-escrito con Doyle Bramhall II y Susannah Melvoin y la samba del tema central, Reptile.




Ir y venir



Clapton nació en Surrey, el 30 de marzo de 1945. Creció pensando que sus abuelos eran sus padres hasta que le informaron de la equivocación: su hermana era realmente su madre. Siempre sintió pasión por la música y fue su abuela la que conmovida le compró la primera guitarra. Luego, y tras conocer a Buddy Holly, la
devoción aumentó, se hizo ferviente devoto del blues y nunca dejó de seguirle la huella a la ruta musical que marcaron Jimmy Reed, Muddy Waters y Big Bill Broonzy.



Estudió arte pero pasaba casi todo el tiempo tocando la guitarra. Con los primeros trabajos compró la segunda y comenzó a tocar en clubes folk por las noches. Su primera banda fue The Roosters, pero el éxito no llegó sino hasta cuando ingresó a The Yardbirds. Claro que duró poco, porque la banda se decidió por el pop y Clapton era un furibundo seguidor del blues.



Poco después ingresó al grupo de John Mayall’s Bluesbreakers para dejarlo en 1966 y unirse a Jack Bruce y Ginger Baker para formar Cream, un súper grupo de rock que se separó en 1968.



Más tarde estuvo en Blind Faith con Steve Winwood. Al año siguiente fue invitado por John Lennon para tocar en varios conciertos con él y para grabar el single Cold Turkey. A finales de 1969 y principios de 1970 tocó en Delaney and Bonnie y con la ayuda de los miembros de esa agrupación, grabó su primer álbum en solitario en 1970.



Ese mismo año colaboró con George Harrison en el disco All Things Must Past y formó, Derek And The Dominos, con ellos y la ayuda del guitarrista Duane Allman, logró el mejor álbum de toda su carrera Layla and Other Assorted Love Songs compuesto e inspirado en la mujer de George Harrison, Patty Boyd, con la que Clapton más tarde se casó.



En ese período comenzó su adicción a la heroína, la que aumentó después de la muerte de su padre Jack Clapp y de su amigo Jimi Hendrix. De lo que resultaron escasas apariciones: una en el concierto en Bangladesh de George Harrison y otra con Leon Russel, en Londres.



En 1973 se sometió a una terapia de acupuntura para rehabilitarse. Regresa a la vida artítica en el Rainbow Theatre con Ron Wood y Steve Winwood. Al año siguiente grabó el álbum 461 Ocean Boulevard, que incluye I Shot The Sheriff, de Bob Marley.




En diciembre de 1974 apareció en el escenario del Hammersmith Odeon, de Londres como músico profesional. Fue ahí cuando lo confunden con Dios y en un silencio sublime, Clapton caminó hacia el frente del escenario y con los brazos abiertos dijo al público: ‘No soy Dios. Sólo soy el mejor guitarrista del mundo’.



Clapton vino a enriquecer los riffs y con un oído supremo amplió el vocabulario del blues, abriendo un nuevo espacio a la neo-psychedelia-psychedelia mezclada con los ardientes estándares de blues.



En la siguiente década hizo sentir su presencia en las bandas sonoras de las películas De nuevo al futuro, El color del dinero y Arma mortal 3.



Los éxitos continúan con el álbum Slowhand, que reúne Lay Down Sally, Wonderful Tonight y Cocaine. A fines de los 70, luego de algunos tropiezos y problemas por su adicción al alcohol, se aleja un tiempo de los escenarios.



Después edita Money And Cigarettes y aparece el compilado Time Pieces-Best of Eric Clapton. En marzo de 1985 lanzó Behind The Sun, que incluye She’s Waiting Same Old Blues y Forever Man. En noviembre de 1986 presentó August y grabó temas para otras dos bandas sonoras: Homeboy y Lethal Weapon 2 .



El aporte de Clapton está en haber instaldo una sólida raíz en el rock-blues, con temas como Pretending y Bad Love, sin haberse alejado de la nostalgia con una vida colmada de dolencias a la que se suma la pérdida de su hijo, en 1991, quien muere tras caerse desde la ventana de un rascacielos en Nueva York.



Su carrera revivió cuando compuso el tema Tears in heaven, dedicada a su hijo, para la banda sonora del filme Rush y Lethal Weapon 3, que incluye la canción It’s Probably Me con Sting.



En adelante vinieron nuevos trabajos, un umplugged y el remate con Reptil, el disco homenaje a los suyos y destinado a los devotos de esa extraña mezcla arraigada en la canto africano reencauzada en la grandilocuente industria del rock.

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