Publicidad

La broma infinita de Claudio Bravo

Valeria Barahona
Por : Valeria Barahona Licenciada en Comunicación Social de la Universidad de Concepción.
Ver Más

A mi papá le gusta ver tele. Ama la tele. Y de seguro sabe muy bien quién es Claudio Bravo –el arquero-, pero no tiene idea de que otro Claudio Bravo –el pintor- una tarde de verano, mientras buscaba a su hija que escapó de casa protestando porque no la tomaba en cuenta, se robó el corazón de la entonces púber con una imagen que pasados los años la sigue tentando.


Nunca olvidaré la final del «campeón en tu cara», cuando Bravo le atajó a Candelo un penal que… ¿Ah?… ¿No es el arquero? Otros 140 caracteres: Los huevones trolls. Matan a Cerati, matan al arquero de la selección Claudio Bravo. Déjense de joder. Un tuit más: ¿Qué Claudio Bravo murió? ¿Por el arquero tanta alharaca? Sorry #lodijeyq. Bastó una pequeña nota de prensa para anunciar el deceso de uno de los pintores contemporáneos más destacados de nuestro país, cuya obra fue aplaudida en España, Filipinas, Estados Unidos, Alemania, Francia, México, Inglaterra, Colombia, Japón, Brasil, Bélgica, Australia, y Canadá, llegando a tasar cuadros en US$662.500, valor que lo convirtió en el segundo chileno mejor pagado después de Roberto Matta, con la salvedad de que Bravo estaba vivo en la subasta organizada por la casa Christie’s en noviembre del año pasado. Sin embargo, si no hubiese compartido nombre con el arquero de la Selección Chilena de Fútbol nadie se da por enterado de la muerte y, menos, de su maravillosa obra.

Tampoco seré yo quien lance la primera piedra, si ni siquiera ubicaba de vista a nuestro destacado representante del balón pie, pero de Claudio Bravo –el pintor- me enamoré en la pubertad cuando vi La tentación de San Antonio en el Bellas Artes. Afuera había un sol abrasante, junto a la rabia de mi padre por un problema que no viene al caso mencionar, y yo vagando/arrancando por Santiago fui a dar, por $300, ante el ermitaño luchando contra la fuerza de la carne, a la sombra de un ángel que le muestra lo liviano de su corazón en comparación al dinero, en tanto que el mundo se hace el leso pasando encapuchado por detrás, la gallina abandonando sus patas a modo de una bonanza que no fue, junto al cordero de Dios gritando desde los brazos de un joven que se mantiene al margen de su alrededor gracias a los audífonos. Y todo como si fuese una foto que Bravo sacó para mí.

[cita]Si quiero ver algo lo busco en la red y ya, ahora inclusicve hay un complemento para Chrome que permite acceder a los canales chilenos en directo. Así no perderé del momento de gloria en que @sebastianpinera vaya a Juan Pinto Durán a entregar sus condolencias por la muerte del arquero.[/cita]

Frente al simbólico precio del ticket –que consiste en una donación voluntaria. Lo siento, esa tarde no tenía más en los bolsillos- cabe preguntarse si el problema es la flojera o la educación. Como la cojera siempre es culpa del empedrado, digamos que lo segundo. En esta vereda es cuando muchos rogamos que el mal uso de la red provoque cólera u otra enfermedad tercermundista, ya que el conjunto de algoritmos usado en primera instancia como herramienta de guerra sería utilizado en el nuevo siglo como arma de conocimiento y comunicación. Sí, cómo no. ¿Más pajaritos azules cantando? Al único Claudio Bravo que cacho es al arquero… Del pintor ni había escuchado. Uno más ubicado pero igual de perdido: murió el grandísimo fotógrafo Claudio Bravo. Reservé los nics para evitar vergüenzas ajenas. Es bien fácil salir a protestar por la calidad de la educación no estudiando, oye.

Siguiendo con el zapping, un amigo dice que la tele envenena el alma. Llevo cinco años viviendo sola y aún no siento la necesidad de traer una cajita rectangular a la guarida. Si quiero ver algo lo busco en la red y ya, ahora inclusive hay un complemento para Chrome que permite acceder a los canales chilenos en directo. Así no perderé del momento de gloria en que @sebastianpinera vaya a Juan Pinto Durán a entregar sus condolencias por la muerte del arquero. También en Twitter salen chistes buenos después de todo. Lo lamentable es que se trata de Su Excelencia, quien después de matar a Nicanor Parra en un discurso, citando sólo uno de sus ‘lapsus’, es capaz de salir con cualquier cosa.

Así, las noches van pasando y tú enfrentas la pantalla en un cómodo sillón mirando hipnotizado la pelotudez del momento, creyendo que esa es la felicidad. Leer y pensar es fome y cansador. No quiero eso a las 23 horas, cariño. A lo más, una buena película. David Foster Wallace decía que la mente es una excelente sirviente pero una pésima amo, y por eso todos los suicidas aburridos de este ja-ja infinito, como él, se disparan en la cabeza asesinando a la tirana. A mi papá le gusta ver tele. Ama la tele. Y de seguro sabe muy bien quién es Claudio Bravo –el arquero-, pero no tiene idea de que otro Claudio Bravo –el pintor- una tarde de verano, mientras buscaba a su hija que escapó de casa protestando porque no la tomaba en cuenta, se robó el corazón de la entonces púber con una imagen que pasados los años la sigue tentando.

Publicidad

Tendencias